RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 15 de agosto de 2011

EL ATRACÓN A CORRER DE HOY

Tocaba salida "larga" y el hecho de levantarme a las 7:30 y descubrir que estaba muy cansado, volverme a acostar para luego levantarme de nuevo a eso de las 08:50, era el presagio de que algunos días es mejor quedarse en casa que salir a sufrir.

Pues bien, comenzaba a las 09:15, sin agua (un craso error) y todo lleno de dolores y pesadez (vaya usted a saber por qué). Ante mi un circuito de 22 kms y 300 metros, y yo más fe que el "Alcoyano" (dicho popular que proviene del Club de Futbol Alcoyano que anduvo varias temporadas en primera a finales de la década de los 40 y por su fama de aguerridos y por las goleadas que encajaban se creo el mito y el dicho). Paso a describiros el recorrido y las sensaciones:el primer destino era "Las Aguas", por la carretera de San Carlos del Valle. Pasado el mencionado paraje (600 metros más allá), desvio por un camino dirección al paraje de "El Peral"; a estas alturas no iba mal del todo, pero algo deshidratado; he aprovechado este paso para refrescarme en la fuente de "La Pradera" y he cogido la carretera de salida del paraje. Llegado a la carretera de "La Solana" sentido hacia esta población he continuado hasta el camino que corta un kilómetro más allá de "El Peral". A estas alturas iba cansado pero hidratado, dulce consuelo. Desde este camino he continuado unos 4 kilómetros la mayoría del tiempo paralelo a la cañada de agua, hasta llegar a otra vía de zahorra que me llevaba derecho al Hotel El Hidalgo en la A-4. A estas alturas me he encontrado sin fuerzas y he tenido que parar a comer unas uvas (están ya dulces), para ver sin con la glucosa de este fruto tenía un subidón. Pasados unos minutos he comenzado a sentir los efectos beneficiosos, no sé hasta que punto es placebo. Llegado al cruce con el hotel, sale la vía de servicio de la autovía que me regresaba a casa. Por esta vía y a  unos 7 kilómetros para llega a mi destino, he vuelto a flojear alarmantemente, además el calor me hacía sentir fatal. Llegado un punto he tenido que caminar un poco y he vuelto a comer unas uvillas. De nuevo ligera recuperación y hundimiento final hasta llegar deshecho a casa. Conclusión: un auténtico calvario.

No voy a tratar de sacar conclusiones más allá, sobre todo si no es en frío, porque un día malo lo tiene cualquiera y el calor y el recorrido no ayudaban. Quizá el cuerpo me pide algo de descanso. Tiempo final, incluido parones y caminatas, 2 horas y 10 minutos, ahí es nada.

Mañana será otro día

No hay comentarios :

Publicar un comentario