RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 8 de noviembre de 2011

LA MEDIA DEL SÁBADO CON INDIGESTIÓN INCLUIDA

Comoquiera que el sábado 6 resultó imposible madrugar debido al cansancio acumulado, pospuse el entreno a las horas posteriores a la comida. El problema era que quería evitar que se me hiciera de noche por lo que decidí salir temprano. Por ello salí a las 16:30, a menos de una hora y media de haber comido. La idea era hacer casi 20 kms y medio, cogiendo el camino del Peral, para luego abandonar este por un camino que corta la carretera de La Solana y que va en oblicuo hasta cortar al camino que lleva a la vega del Peral. Una vez allí cogí el camino asfaltado que lleva directamente a la gasolinera Shell del kilómetro 191 de la A4. Al principio del recorrido note ligereza en el ritmo, pero pronto sentí que la digestión se estaba entorpeciendo ya que me dolía algo la cabeza. A los 7 kms, coincidiendo con el inicio el viento en contra, comencé a sentir serias molestias digestivas, con gases que me subían, y la verdad es que los últimos 10 kms se me hicieron verdaderamente largos y molestos, no por ir mal de piernas o de pulsaciones, que para nada, sino por los problemas comentados.

Finalmente llegué a casa en 1 horas 43 minutos, totalmente trastornado y con muchas ganas de vomitar. No pude cenar y me encontré mal las siguientes horas hasta prácticamente el día siguiente.

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