RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 22 de diciembre de 2011

DOMINGO 18 CAMBIOS DE RITMO Y CON FRIO

Ese fue el día en el cual perdí mi alianza de boda (estoy casi seguro). Fui al parque y dí 8 vueltas, es decir, 8 kilómetros, y desde la tercera vuelta haciendo recta de 300 metros fuertes, bastante fuertes. De hecho en un par de vueltas iba a 3:20 el kilómetro, es decir 20 segundos los 100 metros. Comoquiera que no llevaba guantes, debí perder el anillo en el braceo agresivo, es lo que tiene adelgazar, ya que cuando me casé pesaba 72 kgs (hace ya 10 años de eso), por momentos llegué a pesar 76 y en la actualidad peso 64, lo cual hace que mis dedos hayan perdido chicha y que el anillo bailase, tanto, que acabó volando.

En lo que a sensaciones y absorción del entrenamiento, mentiría si dijese que iba superligero pero no me encontré mal del todo y sin molestias reseñables.

Tiempo total 41 minutos.

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