RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 29 de diciembre de 2011

MIÉRCOLES 28 A HACER FARTLEK EN EL PARQUE

El miércoles me calcé mis nuevas zapas, y le dí mil vueltas a las sensaciones que sentía con ellas. Indudablemente son cómodas, pero a veces siento como baila el talón, y también las siento pesadas. El caso es que, ciertamente, trotando hacia el parque me sentí más cómodo que el día anterior. Cuando llegué, comencé a realizar cambios de ritmo en la recta principal y no iba mal del todo, pero comencé a sentir como que resbalaban en el asfalta, lo cual suponía un nuevo mosqueo. Repetí 7 series y volví a casa. En general, no se dió mal, y me sentí bastante más suelto que el día anterior, aunque no acabé de estar convencido.

Tiempo total 48 minutos. Kilómetros 9 y medio.

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