RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 25 de marzo de 2012

DOMINGO 25 A "DESCARGAR" LAS PIERNAS CON LAS GRADAS

Parece una incongruencia, pero después de una tirada larga como la de ayer, lo que mejor me viene es una sesión de entreno de intensidad media. Por lo menos es lo que mejor me sienta. Me acerqué al parque a eso de las 12:00, más tarde de lo previsto, pero es que se había producido el cambio horario. Ante mi 50 minutos de trote suave y cinco sesiones de gradas. Comencé suave y cuando llevaba 400 metros, cambié de sentido para unirme a una pareja de corredores que iba también suave. Una vuelta después, uno de los dos paró y desde ese momento el ritmo aumentó hasta los 4 min 40 seg aproximadamente. Así fue durante cuatro vueltas, a partir de la cual me quedé sólo y di otras tres, esta vez más rápidas, marcando en la penúltima 4 15 y en la última 4 minutos 10, yendo bastante bien. El dolor inicial fue desapareciendo y durante la carrera fue experimentando una agradable sensacíón de poderío muscular que no desaparecíó en ningún momento. Tras esto realicé las cinco series de gradas, yendo suavito. Algún pinchacín en el soleo izquierdo me indicó que tanta tralla molestaba a alguno de mis músculos.

Finalmente 10,3 kilómetros.

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