RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 30 de agosto de 2012

MARTES 28: 4X2500 METROS, A SUFRIR

El martes por la tarde, después de haber estado dándole todo el día vueltas a la cabeza al temido entreno, llegó el momento. Me vestí para la ocasión y me acerqué a la pista. Hacía bastante calor así que aprovisioné una botellita de agua de medio litro con hielo. Calenté durante 15 minutos y me fui a la zona de salida. La idea era ir aproximadamente a 4´el kilómetro, es decir, ir a 10´cada 2500. La primera serie fue la peor, ya que salí algo agarrotado y me costó coger ritmo. Aún así no se hizo muy dura y tampoco llevé un ritmo muy alto, parando el crono en 10´10´´. No había estado mal. Recuperé 4 minutos, bebí un poco de agua y sin más dilación fui de nuevo al sacrificio. Mejor la segunda, aunque la segunda parte se hizo un poco dura, ya que, entre otros motivos, iba algo más exigido. Finalmente marqué 9´58´´. De nuevo el intervalo de recuperación y comencé la tercera, a todas luces la mejor, porque iba más suelto y cómodo, bien de pulsaciones, cuando menos me esperé estaba terminando con un tiempo algo mejor de 9´55´´ y con fuerzas suficientes. Resultaba que este entreno no estaba siendo tan cruel como me había estado imaginando todos esos días previos. Me volví a refrescar y de nuevo al turrón. Había caído la noche y hacía menos calor lo cual ayudó a ir más cómodo. Me pesaban algo más las piernas pero no iba mal, manteniendo el ritmo de forma similar a la anterior serie. Quizá me costó algo más por el cansacio pero el ritmo volvió a ser bueno y al finalizar marqué el mejor crono de las cuatro 9´54´´. Ni descalenté, directamente me fui a casa y a estirar.

Otro día de series menos que me queda.

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