RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 17 de agosto de 2012

QUINTO Y ÚLTIMO DECÁLOGO SOBRE LA MARATÓN

Aquí van las últimas ideas sobre la maratón:

1.      Vive la maratón como un premio, no como un castigo: partamos del hecho de que estamos preparados, bien preparados para correr la maratón en el tiempo que esperamos. El propio evento ha de ser un disfrute, un premio, sobre todo para los populares. No hagamos de la maratón un suplicio. Por tanto, tenemos que relajarnos y saberla disfrutar, para que no sea una experiencia que no queramos volver a repetir.
2.      El maratón y los límites de cada uno: por más que no lo queramos admitir, cada uno tiene un límite que depende de factores como la calidad, edad, genética, etc. No caigamos en el error de querer la maratón en media hora menos de lo que podemos, porque el entrenarnos haciendo 140 kilómetros semanales no haremos más que el burro. Eso es para los profesionales. Preparar la maratón siempre supone un riesgo grande de lesión si no sabemos bien contenernos.
3.      Compagina la maratón y las posibilidades que da viajar: para ciertos populares es una opción muy acertada. Poder correr maratones en tu país y fuera de él, y aprovechar para disfrutar de los viajes, de conocer nuevos sitios, otras costumbres, gastronomía. La maratón puede convertirse en un medio de vida.
4.      La maratón y los reconocimientos: es importante que tengamos presente la importancia de hacernos reconocimientos, análisis, pruebas de esfuerzo, no sólo cuando comenzamos a preparar por primera vez esta prueba, sino periódicamente. Esto nos puede ayudar a saber que necesitamos aporte de algún mineral, que tenemos algún problema o simplemente nos puede servir para saber cómo estamos físicamente.
5.      Tus depósitos de grasa y la maratón: mucha gente no sabe cuan importante es correr muy suave al menos una vez a la semana. Con este tipo de entrenamientos, si alargamos la sesión, hacemos que nuestro organismo se acostumbre a quemar más porcentaje de grasa que de glucógeno. Corriendo lento ocurre eso. De esta forma conseguimos aumentar el tamaño de nuestro depósito para almacenar glucógeno.
6.      La maratón y el gimnasio: hay detractores y defensores del gimnasio por partes iguales. Lo que hay que tener en cuenta es que es necesario tener fortaleza en muchos de nuestros músculos, como base para evitar lesiones y para rendir más. Esto se puede conseguir en el gimnasio y también fuera de él, pero, por ello, hacer pesas, bien hechas en el gimnasio es recomendable para la maratón, siempre y cuando estemos bien asesorados.
7.      La maratón y el desayuno previo: aunque parezca algo vanal, el desayuno previo a la maratón también tendría que ser entrenado. Si nuestro organismo no tolera determinados alimentos o si nos va mejor no haber tomado nada en las tres horas previas a la maratón, son cuestiones que pueden ser resueltas en los entrenamientos y no en la propia maratón, donde nos podemos llevar sorpresas desagradables. La mayoría aconseja no desayunar mucho, evitar exceso de zumos y cualquier otro producto que no nos vaya bien para el esfuerzo que vamos a tener que afrontar.
8.      La maratón y el calor: de todas las condiciones climatológicas que pueden afectar al desempeño, la excesiva temperatura y la humedad son vitales, porque no sólo afectan a nuestro rendimiento directamente, sino a nuestra capacidad de hidratación/deshidratación. De partida, si hace mucho calor, por ejemplo 26 grados, mejor no salir a hacer una gran marca.
9.      La maratón y la logística: aunque parezca una nimiedad, la capacidad que tengamos para organizar bien la logística que gira alrededor del evento es fundamental. No es lo mismo tener nuestro hotel cerca de la meta/salida a que esté en el otro extremo de la ciudad. No es lo mismo que quién te acompaña haya planificado dónde verte a que no (siempre es un gran aliciente planificar donde estarán tus familiares viéndote). No es lo mismo ir a correr una maratón habiendo descansado bien la noche antes, que hacer el viaje de madrugada para llegar tras 500 kilómetros y correr.
10.  La maratón y la ilusión: por último, maratón debe ser sinónimo a ilusión, a vida. Si no es así, la propia prueba se desvirtúa, pierde gran parte de su interés. La ilusión se debe tener por terminarla, por disfrutarla, por mejorar, por añadirla a tu currículum. Si no ilusiona todo esto estamos ya en el mal camino.

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