RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 16 de septiembre de 2012

DOMINGO 16: MUCHO TROTE DOMINGUERO

Los domingos se generaliza la salida a correr con mi mujer, y luego seguir yo por mi cuenta a un ritmo algo más fuerte. Madrugamos, nos fuimos por la Carretera de La Solana por el carril bici, cogimos el camino que lleva al cementerio, el cual bordeamos, volvimos por el paseo del campo santo, y luego al llegar al pueblo, mi mujer se desvió a la derecha hacia casa y yo tiré hacia la circunvalación para hacerla entera. Agarré un ritmo cómodo a aproximadamente 5´20´´ y me sentí por momentos muy bien, ya que una vez calientes las piernas, no recordaban el tute que les había dado el día anterior. Me ventié entera la circunvalación y al llegar a la rotanda que lleva las puertas de Bodegas Los Llanos, tiré por allí, regresé por un carreterín asfaltado que pasa por las puertas de Frimancha, pero antes de llegar a las mismas ya había desviado por una calle que me regresaba al parque, tiré hacia el nuevo tanatorio y desde ahí al parque, llegué a las gradas, justo cuando llevaba corriendo ya 85 minutos, hice 5 series muy lentas y poco exigidas de gradas y volví descalentando y haciendo juego de tobillos a casa, para marcar un tiempo total, incluido el empleado en las series, de 1 hora y 42 minutos. Muy muy bien de piernas y con la sensación de que las cosas se habían hecho bien.

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