RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 17 de noviembre de 2012

VIERNES 16: 30 MINUTILLOS SUAVES. LO ÚLTIMO

Para finalizar la semana, y para también finalizar el plan, es más, para finalizar toda la preparación que ha mediado entre la Maratón de Estocolmo y la Maratón de Valencia del domingo, había que salir a rodar media hora, tan sólo 30 minutos; poca cosa después de tantos días de esfuerzo y dedicación. Así que lo hice, simplemente me puse el pantalón corto, y sin foquillo me fui por un camino oscuro hacia el final del carril bici de la Carretera del Peral. No tenía miedo al terreno porque casi me lo conozco de memoria, así que no necesité luz. Se me pasó rápido porque fui reflexionando sobre todo el terreno andado y sobre el cúlmen del domingo. Creo que esta noche me he ganado dormir con la satisfacción de que prácticamente he hecho lo que podía hacer habida cuenta de que soy un runner popular, con una familia y un trabajo, y poco tiempo en definitiva. El domingo pasará lo que tenga que pasar, pero yo ya he hecho el camino, ahora sólo debería quedar recoger mi premio que es la maratón.

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