RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 18 de enero de 2013

JUEVES 17: HARTAZÓN A SERIES

Tocaban series de 400 metros, y estando la pista de atletismo descartada y el parque también, por las lluvias del día anterior, decidí ir al pie del Angel y regresar por el camino hasta llegar a la primera calle del nuevo POM. Esa calle es lo suficientemente larga para que me salieran unos 420 metros, así que llevando 20 minutos de calentamiento paré, estiré y me puse al lio. Había pensado que se hacía 21 series con la vuelta trotando, habría terminado el kilometraje de la semana y no tendría que entrenar el viernes; así pues con esa idea comencé, y la verdad es que se hizo un poco largo. El ritmo de las series fue suave, estirando zancada, y en alguna fase me molestó la rodilla, y no hay forma de que se me vaya de una vez por todas. Sin embargo fue una pequeña crisis, y con el paso de las repeticiones no me resentí mucho, pero lo dicho antes, se me hizo muy largo. Finalmente completé las 21*420 con 20 regresos al trote, y una vez terminado, hice el kilómetro que me separaba de casa a trote alegre. Estuve 1 hora y 48 minutos para hacer 22.300 metros, que no está mal.

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