RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 20 de febrero de 2013

LUNES 18: SIN DERECHO A RELAJARME

Sin dar tiempo al cuerpo para que se recupere, y a la mente a asimilar lo conseguido y a tomarse un descanso, el lunes hubo que salir a rodar de nuevo, eso sí, suavito. No puedo olvidar que estoy en una semana crucial dentro del plan, justamente en el tope de carga y previa al tapering, y por ello tocaba apretar los dientes y pensar en el esfuerzo que había que hacer estos días. Tras la media que hice a tope el domingo, tenía las piernas algo cargadas, pero sin molestias articulares. La sesión consistía en rodaje suave para descargar durante 75', así que fui al parque y allí me uñí a un par de runners, el jaro y José María, y con la cháchara todo se hizo más ameno. Conforme las piernas entraron en calor se fueron engranando los mecanismos y comencé a sentirme cómodo tomando lecturas positivas que me indican mi buen estado de forma. Así un poco más y no me doy cuenta del reloj y hago una hora y media de trote. Al final me salieron 80' y casi 14500 metros.

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