RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 28 de febrero de 2013

MIÉRCOLES 27: EL CAMINO Y EL VIENTO FRIO EN LA CARA

Duro entreno el de este martes. Salí sin ganas porque el viento soplaba con fuerza y la sensación térmica era de mucho más frío del que marcaban los termómetros, que tampoco es que el mercurio indicase una noche calurosa, 2 grados. La idea era hacer 75 minutos por los caminos y con el foquillo, y eso hice: tiré por el camino del Peral, y en los primeros 20 minutos lo pasé francamente mal, porque el viento frío soplaba con fuerza de cara. Desvié hacia el oeste y el viento me dejó tranquilo un poco, aunque daba de costado. Luego cogí otro camino hacia el sureste y en ese tramo la cosa fue mejor. El ritmo que buscaba era el de los 5´ el kilómetro, y me aproximaba al mismo. Después rodeé los cerros de la Aguzadera y regresé por la vía de servicio de la AIV y en ese momento el viento volvió a fastidiarme, y eso unido a la cuesta hizo que pasase unos minutillos bastante desagradables. Las manos las llevaba totalmente heladas y ya no entré en calor en todo el resto del camino. Finalmente 74 minutos y 14.600 metros.

Un entreno menos

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