RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 31 de julio de 2013

MARTES 30: RODANDO SUAVE PERO CANSADO


El martes por la mañana, bien temprano, me levanté bastante hecho polvo, dispuesto a iniciar otra maratoniana jornada que comenzase con mi entreno diario. Tras vestirme para la ocasión me fui a hacer un circuito de poco más de 10 kilómetros por los caminos del norte de Valdepeñas, y la verdad es que sin tener molestias de ningún tipo se me hizo un poco cuesta arriba. Lo único que me pasaba es que estaba cansado físicamente, me costaba tirar de mi alma. Sólo cuando pude entrar en materia, tras, al menos, media hora de sesión, mejoraron un poco las sensaciones.

Está claro que no le puedo pedir más a mi cuerpo, y en cualquier caso he de decir que estoy contento. En cuanto al ritmo, al final terminé un poco más fuerte, pero al comienzo iba verdaderamente lento. Hice unos 58 minutos y unos 10.400 metros aproximadamente.

Cuando llegué a mi primer trabajo también se hizo duro, y se podría decir que me encontraba como el que podéis apreciar en la foto.


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