RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 30 de agosto de 2013

VIERNES 30: DE NUEVO BUSCO EL MOMENTO

¡Se terminó esta difícil semana!. En lo personal están sucediendo cosas que hacen que no tenga tiempo suficiente. Por ello esta mañana madrugué pero no para ir a correr, sino para trabajar. Tras una mañana ajetreada, acabé consiguiendo librar entre las 15:30 y las 17:30, momento que aproveché para ir a correr. Al principio me encontré cansado, pero el entreno no iba ser exigente, por lo que lo llevé bien. Hice un circuito cercano a casa, por caminos, y me salieron unos 8 kilómetros en 53 minutos. Con esta sesión he finalizado otra semana con unos 98 kilómetros acumulados: el pico de todo el plan de fuerza. Mañana toca tirada larga, la última antes de la Madrid-Segovia. Será muy suavito, en plan tranquilo, y tengo pensado andar. 

Ya os contaré.

JUEVES 29: SACANDO UN HUECO PARA SALIR A CORRER



Madrugué el jueves y me tuve que volver a acostar:¡estaba lloviendo un montón!. Así que me dí cuenta de que si no podía salir por la mañana bien temprano no tendría oportunidad de correr debido a lo apretado de mi agenda. El día fue verdaderamente duro, apenas si tuve 20 minutos para comer, ya que en la empresa en la que estoy me quedan horas y tengo que resolver algunos asuntos antes de marcharme. Por la tarde fui a Ciudad Real a impartir mi curso, y tuve oportunidad de charlar a través del móvil con un seguidor de mi blog, y a la vez yo soy seguidor del suyo, Emilio. Me dio probablemente la única buena noticia del día: viene a correr la I Maratón en Pista Memorial Leo Condés, y podremos compartir la carrera y algún rato más. A buen seguro que Kino, otro seguidor del blog (y yo también del suyo), estará contento con haber captado dos runners para su tan esperado evento (él es uno de os organizadores). Ya al regresar a Ciudad Real, a eso de las 09:45, me cambié y decidí irme a correr sin haber cenado, y prácticamente sin haber comido apenas. Me hice un circuito urbano para no tener que ponerme el frontal, y no me encontré mal. A los 20´de carrera me puse a realizar cambios de ritmo a razón de 1´30´´ fuertes y 3´30´´ suaves, y me salieron 10.200 metros en 51´.

jueves, 29 de agosto de 2013

MIÉRCOLES 28: UN POCO DE CUESTAS VIENEN BIEN




A 24 días de mi gran cita con el saco de kilómetros de la Madrid-Segovia, creo que estoy preparado para afrontar el reto. No quiero forzar mucho a nivel de trabajo de fuerza, pero aún así, no he dejado de realizar cuestas. Esta mañana salí medio de noche al Cerro del Ángel y allí subí por la carretera una primera vez a un ritmo suave. Me encontraba mejor que el martes, pero no quise forzar. Bajé suave y volví a subir, esta vez de forma más alegre. Mi respondieron las piernas y las pulsaciones y me sentí satisfecho. Bajé también suave y regresé a casa sin hacer florituras. Me salieron unos 55´para 9000 metros.


MARTES 27: HAGO CALIDAD EN EL PARQUE



Madrugar, madrugar, eso toca durante muchos días seguidos. Ahora los días son más cortos, y amaneces más tarde. Pronto me veré saliendo con el frontal. Me fui al parque despacito y bastante cansado; nada de ir flotando como el domingo. Se ve que el descanso no me sentó muy bien, por lo que parece. Una vez allí me dediqué a dar aburridas vueltas y no iba cómodo a pesar del fresquito de la mañana. Me comencé a entonar a partir del minuto 30, pero cuando hube hecho 48´, me fuí a la zona de gradas e hice tres series de multisaltos. Tras esto, a casa suave. Me salieron 10.300 metros

LUNES 26: DESCANSO




Me apetecía darme un respiro después de 6 sesiones seguida sin parar. No en vano había hecho 60 kilómetros en apenas 37 horas, y aunque hubiera podido salir, no era cuestión de abusar. El cuerpo necesita sus descansos, y la mente aún más.


CRÓNICA DE LA CARRERA DE LAS ANTORCHAS DE VILLANUEVA DE LOS INFANTES

El sábado por la tarde nos desplazamos toda la familia, incluidos mis suegros a la localidad vecina de Villanueva de los Infantes, para que los niños, mamá y papá pudieran competir en este evento. Por la mañana había hecho casi 34 kilómetros y todo esto me lo estaba tomando como un entreno más para la Madrid-Segovia del 21 de septiembre. Me eché Radiosalil en los tobillos y en las rodillas y nos fuimos despacito para allá.

Había buen ambiente, y en gran medida ayudaba que nuestros vecinos estuvieran en fiestas. Dejamos el coche cerca del Pabellón Cubierto y recogimos los dorsales de los niños.

Primero corrieron los chupetines, nacidos en 2008, luego mi niña, la cual se cayó al salir, pero se levantó y terminó la carrera medio llorando, más que nada por terminar última, pero ¡la terminó!. Una media hora corrió Jorge, que hizo 1200 metros y los aguantó bien, quedando en medio de la clasificación. Al terminar juró y perjuró que no volvería a correr nunca jamás.

Ahí tenéis una foto de mi hijo a unos pocos metros de la meta:


Finalmente, a eso de las 21:00 horas nos tocaba a nosotros. Pero antes tocaba charlas con los conocidos, echarnos unos fotos y disfrutar del momento:



Y se dio la salida. Aunque parecía que íbamos despacio, pronto comprobé que no era así, al menos para lo previsto según los planes de Mercedes. Pasamos el primer kilómetro en 5´25´´ y el segundo en un registro similar. Desde el comienzo me desfasaron las marcas kilométricas con mi aparato, dándome unos 200 metros de más. En esta foto salgo con cara de tonto



A partir del kilómetro 2,5 comenzaron los repechos, y en particular una cuesta que era casi un muro. Allí Mercedes se resintió considerablemente. La media iba subiendo y aunque yo iba refrescándola todo el rato, pronto me dí cuenta de que la cosa no estaba funcionando del todo bien. Mientras tanto, los buenos a lo suyo...


También había muchos conocidos y amigos corriendo. Entre ellos saco a Patricia (que hizo muy buen tiempo y se quedó la tercera de las mujeres a unos metros de la segunda), y a Agustín Quintana, que se tomo la prueba como un entreno para sus duatlones veraniegos



La cosa no mejoró para Mercedes, más bien al contrario, y desde el 4 hasta el final se convirtió en un pequeño calvario con pocos respiros. Pasamos la segunda vuelta, cuando aún quedaba más o menos 4 kilómetros y medio en 32 minutos y por más que la animé no hubo forma de revertir la situación. En la foto de abajo no me dí cuenta y me distancié un poco...


Y en esta ya estábamos a unos metros de la meta, pero no había forma de que Mercedes pudiera mover las piernas como ella hubiera querido.


Finalmente hizo 59 minutos largos, aunque es cierto que salieron 10.250 metros. Acabó mareada y muy cansado (de hecho aún le duran los efectos). Parece ser que hay que entrenar un poco más constante.

Por otra parte, no faltó la parte lúdica. Hubo quién se lo pasó mejor que Mercedes.


En cuanto a la actuación de los valdepeñeros que nos acercamos por allí, destacó Rafael Doña séptimo que 38´36´´ y la mencionada Patricia Sáez, la 25 de la general y tercera de la categoría senior de mujeres. Los primeros en llegar eran atletas de nivel, entre ellos DABAB, ANOUAR que hizo 32´32´´ y MHAMDI, HAFID 32´37´´. El tercer clasificado fue el atleta del Inmobiliaria Teo Valdepeñas, Juan José Gualo Salido con  34´04´´

En cuanto a la carrera, fue bastante dura, pero bonita por eso de discurrir por las bonitas calles de Infantes, de noche y con las antorchas alumbrando en la oscuridad.





lunes, 26 de agosto de 2013

DOMINGO 25: FLOTANDO EN UNA NUBE. 60 KILÓMETROS EN 37 HORAS


Flotando en una nube, así me he encontrado el domingo por la tarde. Tras los 46 kilómetros no podía esperar encontrarme bien al día siguiente, sin embargo, por una idea personal consistente en salir el día siguiente después de un duro entreno, decidí no darme descanso. En principio iba a ser algo suave y corto; ni siquiera me iba a a poner la mochila de hidratación. Hacía algo de calor, pero no lo suficiente como para asustar, así que a las 19:35 salí de casa sin tener muy claro en qué iba a consistir el entrenamiento. Cogí el Camino de Membrilla y no lo dejé hasta pasados 5 kilómetros. Las sensaciones fueron mejorando muy rápido. Al principio algo agarrotado, pero me bastaron un par de minutos para comenzar a sentir buenos estímulos. El caso es que a los 10 minutos de entreno iba muy plácido y cómodo, como si fuera una máquina recién engrasada que no siente fricción alguna. No me costaba en absoluto levantar zancada y casi sentía la necesidad de aumentar el ritmo; pero no lo hice, me mantuve en 5´40´´-5´50´´, sin forzar, porque no se trataba de eso. Lejos de empeorar, cuando cogí el camino hacia el Oeste, la cosa mejoró, sintiendo una sensación que rara vez experimento corriendo, la de flotar, la de no costarme nada en absoluto moverme. Alcancé otro camino que me regresa a casa hacia el Sur y justo cuando llevaba unos 50` decidí no ir a casa, y coger el camino que me permite rodear los Cerros de la Aguzadera para luego volver por la vía de servicio de la AIV. Las sensaciones positivas se mantuvieron, y en la cuesta de los mencionados cerros no noté pendiente alguna. Llegué a la falda del Cerro del Ángel con unos ligeros pinchazos en un tobillo, fruto del tute de estos días, pero en un minutillo ya habían desaparecido. De ahí hasta casa todo igual, muy bien y muy suelto. Finalmente me salieron 14 kilómetros justos en 1 hora y 22 minutos; como se puede comprobar fui suave, pero lo mejor es cómo me encontré.

En cualquier caso, hoy lunes me voy a dar un descanso, que no es bueno abusar del cuerpo. La última vez que me tomé un "break" fue el martes pasado, y se puede decir que ya tocaba. Han sido 60 kilómetros exactos en el intervalo de tiempo transcurrido entre las 08:00 horas del sábado a las 21:00 horas del domingo, es decir, en 37 horas


domingo, 25 de agosto de 2013

AYER SÁBADO 24 RÉCORD DE KILÓMETROS: 46


Por la tarde tocaba ir a correr a Villanueva de los Infantes, la Carrera de las Antorchas. Nada muy exigente puesto que iba a acompañar a Mercedes en su aventura. Me sentía un poco cansado muscularmente por los casi 34 kilómetros de la mañana, pero cuando me puse a calentar enseguida me sentí suelto. Entre calentamiento y carrera he acumulado 12.300 metros más, que sumados a los de la mañana hacen un total de 46 kilómetros, y hecho a buen ritmo. En cuanto pueda pongo la crónica de la carrera, con fotos incluídas.


sábado, 24 de agosto de 2013

MI GRAMOLA: QUEEN Y EL ESPÍRITU DE FREDDIE MERCURY

Hoy toca recordar a Queen y por extensión a Freddie, que en realidad no se fue, sigue aquí con nosotros. no voy a gastar ni una sola línea más escribiendo sobre este grupo del que ya se ha dicho todo. Lo tenéis en "mi gramola". No he puesto algunas que son muy conocidas, pero sí he puesto las que tenía ganas de escuchar.

LA GRAN RUEDA MISTERIOSA





Allá por donde piso oigo a la tierra decir que estoy llegando, y en mi avance, zancada tras zancada, hago temblar el subsuelo alarmando a los pequeños habitantes de sus cavernas. El agua que salpico moja el aire que se siente intimidado por mi osadía  y no hallo piedra ni rincón en mi tránsito que no murmulle al verme aparecer  o que no curioseé por el motivo de mi visita. Cada gramo de hierba que aplasto, cada hormiga que desoriento se involucran en mi empresa y hasta las liebres me imitan con sus saltos huyendo despavoridas ante tan hostil intromisión. Veo levantar el vuelo de toda clase de pájaros que ajenos a mi presencia descansaban en las ramas, obligados a dejar sus hogares transitorios. Incluso el sol echa horas extras sobre mi piel cuando la expongo como ofrenda  por aquellos que vinimos para quedarnos eternamente,  hasta que un día aprendimos lo importante: que solo somos invitados durante un suspiro.

No encuentro forma más perfecta de fundirme con el resto. No obtengo una manera más natural de expresar que estoy vivo. Y si algún día no tuve nada que decir fue porque me creí inmortal y mi soberbia me dijo que en lo inerte de los inventos que hemos creado  estaba la llave de mi destino. Ya lo he aprendido hasta grabarse en mi esencia: no soy nada, sólo una parte infinitesimal de un gran todo; mi misión es el movimiento hasta que no pueda cumplir mi cometido. Llegado ese momento, me tendré que conformar con sentir a través de mis sueños, dando carreras allá por donde mi imaginación me lleve, no parando de comunicar que sigo aquí girando dentro de esta infinita y misteriosa rueda que es el universo.



SÁBADO 24: 33.700 METROS CASI PERFECTOS

Hoy va a ser una jornada maratoniana, nunca mejor dicho, porque por la mañana tocaba tirada larga y por la tarde, casi a la noche, tocará correr un 10.000 con Mercedes en Villanueva de los Infantes. Si sumo distancias espero realizar unos 45 kilómetros. Como todos los días previos a estos largos entrenos, estuve preparando todo para la ocasión. Recé para que el parche aguantara y no se volviera a salir el agua, recé para que mi rodilla no me molestara y por lo demás, eché lo de siempre: barritas, cereales, un botecito con isotónica, móvil, Iphone, gafas, chuleta (con recorrido) y gorra.

A eso de las 08:00 horas salía a la calle a iniciar otra nueva aventura. Esta foto muestra el momento:


Mis nuevas Adidas TR5 Kanadia iban a ser también estrenadas en una distancia larga:


Así que salí todo entusiasta a hacer el mismo circuito realizado hacía justo tres semanas, pero esta vez en sentido contrario para que no fuera tan monótono:


Bastante menos duro, porque donde había una cuesta considerable de más de 2 kilómetros ahora me encontraba con esa misma distancia bajando.

Comencé a correr sin incidencias, pasé por el Parque Amapola, al lado de casa, y de ahí fui hasta el túnel que pasa por debajo de la vía y me lleva a la rotonda de la Carretera que se dirige a Ciudad Real. Pasé por el Tanatorio de los Llanos y pensé: "me pueden esperar aún sentados, tengo mucha guerra que dar":


Llegué al túnel antes mencionado:


Y a la primera rotonda:


El ritmo comenzó a ser muy bueno, después de un primer kilómetro un tanto de toma de contacto. Marqué el segundo kilómetro en 5´40´´ y me sentía suelto, aunque la mochila pesaba, toda llena de agua. Pasé por la rotonda del Polígono Entrecaminos y cogí la vía principal del mencionado polígono que me llevaba a la vía de servicio de la AIV sentido Andalucía. Cada vez mejor, el tercer kilómetro lo hice en 5´25´´, y decidí conservar este ritmo pensando que no tendría problemas de ningún tipo a lo largo del entreno:


Estas fotos son de la zona de la vía de servicio:



Un poco antes del kilómetro 5, me salí de la vía para coger el camino que me llevaría hacia al Oeste hasta el kilómetro 10. 


El nombre del camino mencionado lo tenéis en el cartel de la siguiente foto (Camino de la Fuente del Indio); desconozco el motivo de ese título:


Me sentía tan cómodo que fui marcando algún kilómetro por debajo de 5´20´´ y la media fue bajando rápidamente. Además, la vía estaba lisa y no había pendientes reseñables.




En el kilómetro 8 comí cereales, de forma rápida, y enseguida sentí el efecto positivo (placebo por supuesto). En el 10, la media ya estaba por debajo de 5´30´´, lo cual suponía un buen ritmo. Llegado a este punto cogí el largo carreterín asfaltado que tendría que recorrer durante más de 7 kilómetros dirección Norte-Noroeste...


Aún así no se hizo muy aburrido. En el 12 aproximadamente me topé con un rebaño de ovejas que descansaba en la margen izquierda. Ahí las tenéis, no son piedras aunque lo parezcan:


El carreterín no esta mal, pero yo prefería buscar el margen y pisar zona blanda.


Aquí eché una foto a las bocas de riego. ¿qué hacen regando con este sistema en esta zona?


El ritmo era muy bueno y llegué a bajar la media a 5´27´´. Además, llegaron los dos kilómetros de bajada, como se puede apreciar en la foto: 


Por esta zona había gente cazando y les eché una foto pero no ha salido. La que sí salió es una en forma de autoretrato, que no está mal del todo...

 

Así llegué a la Finca Las Agrupadas, kilómetro 15, cuando llevaba 1 hora 21 minutos de entreno. A lo lejos se veía Sierra Prieta




Y fue entonces cuando al llegar al puente del Río Jabalón me entraron ganas de hacer pis, así que paré unos segundo y procedí. El problema fue que al reanudar me encontré con una muy desagradable sorpresa: ¡la rodilla y sus pinchazos!. El kilómetro 16 al 17 lo hice en 5´50´´ y pasados unos minutos se me fue, como ya había ocurrido la semana pasada, y recuperé el ritmo. En el 17 y medio salí del carreterín para coger un camino hacia el Oeste...de nuevo la sombra se quedaba atrás y dejaba una curiosa estampa.


El episodio de la rodilla había sido finiquitado, aunque no por ello olvidado, y en los siguientes kilómetros fui bastante pendiente de su evolución, aunque de vez en cuando echase fotos. Ya por aquel entonces había vuelto a comer más cereales y una barrita, y de fuerzas y piernas iba genial. Mi sombra así lo atestigua...


En cuanto al ritmo medio seguía por debajo de 5´30´´. Alcancé la Carretera de Ciudad Real cuando llevaba algo más de 20 kilómetros y enseguida cogí el camino que me llevaría hacia el Noreste durante unos 4 kilómetros. Mantenía el ritmo y todo marchaba: llevaba agua, comida, ...; adelanté a un par de ginetes a caballo y les eché un par de fotos pero lamentablemente no han salido, y cuando menos me esperaba en el 23 comenzó a dolerme de nuevo la rodilla, esta vez un dolor menos punzante, pero más "cansino", y me obligó a parar y estirar durante unos segundos. En los siguientes metros el ritmo decayó, en el 24 y medio cogí el camino que me llevaría al Sureste hasta el pueblo, tan sólo quedaban nueve kilómetros pero la rodilla pintaba mal. El kilómetro 25 lo hice en casi 6´, el 26 en 6´01´´, lo mismo en el 27,  el dolor no se iba. Pero a partir del 28 la cosa cambió y desapareció, pude relajarme y coger un poco de ritmo, aunque ya no por debajo de 5´30´´. Alcancé la Carretera de Daimiel y cogí hacia el pueblo en el 30 cuando llevaba 2 horas y 46 minutos. La cosa ya no empeoró ni hubo más incidencias.



Llegué con agua suficiente para refrescarme, pasé por el Parque Cervante y cogí por el Polígono del Vino donde eché una foto al cartel de Felix Solís:


Y trescientos metros más adelante, eché una foto que pasará a la posteridad: a Mostos Internacionales s.a., empresa en la que he estado casi 3 años y medio, y que el 1 de septiembre nos da el finiquito a todos. Suerte que el día 2 comienzo en otra empresa del sector, pero por desgracia está en Manzanares.


Y llegué a casa  haciendo 33.629 metros en 3 horas 7 minutos a una media de 5´35´´. Al llegar he estirado y ni rastro de la rodilla. Muscularmente me encuentro magníficamente, mejor que otros días tras la tirada larga, y las articulaciones (tobillos y tendones de las rodillas) muy bien, no me molestan nada. Creo que se debe a las nuevas zapatillas. Todo hubiera salido perfecto si no hubiera sido por "mi cintilla del alma".


EL PLAN DE MAÑANA: TIRADA LARGA SESIÓN MATUTINA-CARRERA DE LAS ANTORCHAS SESIÓN VESPERTINA

Mañana pinta un pelín ajetreado. Madrugaré para hacer unos 33 kilómetros. Espero que la cosa se dé bien, y por la tarde-noche iremos toda la family a correr a Villanueva de los Infantes la Carrera de las Antorchas, por correr correrá hasta Inés. Yo acompañaré a Mercedes en el 10.000.

Esta es la carrera:


Ya os contaré mañana qué tal se da todo


OCTAVA SEMANA DEL PLAN DE FUERZA PARA LA MARATÓN DE MÁLAGA

¡Cómo pasan las semanas!. Ya estoy a 28 días para el gran reto de la Madrid-Segovia, y no me puedo creer que estemos finiquitando el verano. Esta semana no ha sido todo lo satisfactoria que hubiera querido, porque han venido a mi viejos fantasmas. Lo peor que nos puede ocurrir es lesionarnos, y cuando llegan las molestias, y más si ocurre cerca de una competición importante, nos ponemos alertas y comprometemos todo el trabajo hecho, yendo sobre el alambre. Aún así, esta semana ha sido la de mayor kilometraje del plan que estoy llevando: 94,5 kilómetros. No he pasado de 100, pero al menos estoy siendo constante, y siendo verano, y caluroso, no me puedo quejar. Por días esto es lo que ha ocurrido:

  1. Sábado 17: vuelta de puentem pero antes del viaje, pude correr en Sevilla 85 minutos a un ritmo más bien lento. Hice algo más de 15 kilómetros. No tuve grandes sensaciones pero es que hacía bastante calor a pesar de ser antes de desayunar.
  2. Domingo 18: no hice descanso previo antes de la tirada larga, debido al trasiego de lo de Sevilla, así que madrugué un montón con la idea de hacer 50 kilómetros. Salió un desastre de entreno por muchas razones. Lo peor fue el dolor de la cintilla, que duró poco pero fue bastante intenso. Como me perdí hice 39 kilómetros.
  3. Lunes 19: la recuperación fue rápida y me fui a hacer una tirada, de nuevo con la mochila de hidratación, recién reparada la bolsa. Las sensaciones eran buenas, e iba contento, pero cuando quedaban 2 kilómetros, la rodilla derecha volvió a quejarse a gritos. Duro unos pocos minutos pero fue horrible, porque pensé que se estaba fastidiando toda la planificación. Me salieron 13 kilómetros.
  4. Martes 20: decidí meterla caña a la rodilla y me fui a hacer cuestas exigentes al Ángel, y no sentí molestia alguna. Fue el mejor entreno de calidad de la semana.
  5. Miércoles 21: rodé suave con Mercedes unos 8 kilómetros. Sin molestias.
  6. Jueves 22,. descanso.
  7. Viernes 23: algo de interval en el parque exigiendo un poco el ritmo. Sin molestia alguna de nuevo, pero algo lento y cansado.
Por tanto, en una semana en la que he estrenado zapatillas, me vinieron molestias serias, y como vinieron se fueron, finalmente saco en conclusión lo bueno: 94,5 kilómetros, habiendo hecho de nuevo una supertirada y habiendo metido algo de calidad. Se terminó lo de entrenar por las tardes, porque ya vuelvo a tener curso en Ciudad Real, y tocará madrugar. Septiembre y octubre se antojan muy muy agobiantes. 

Esta es la tabla:




VIERNES 23: TOCA INTERVAL EN EL PARQUE. ¿DÓNDE ESTÁ LA ESQUINA?


No me gusta madrugar, ya lo sabéis, pero lo hice, más que nada porque no tenía ganas de pasarme el viernes por la noche con el ajetreo del entreno. Me fui al parque a un ritmo lento, y allí dí una vuelta y tras esto comencé a probarme. Actualmente soy un motor diésel, que no hay forma de que tenga reprise, ¡que le voy a hacer!. Me puse a cambiar el ritmo durante unos 750 metros, a eso de un poco más de 4´el kilómetro, y me costaba un poco. De pulsaciones iba bien, no así de soltura. En cualquier caso, la segunda y siguientes series fueron a mejor. Tras cuatro vueltas con dicha frecuencia de cambios dí una vuelta más sin acelerar y luego me fui a casa rodeando para que me salieran los 10 kilómetros que buscaba.

No ha sido un gran entreno de calidad, pero es que mi cuerpo y mi tiempo no dan para más. En cualquier caso, he completado casi 95 kilómetros esta semana, y con la tirada larga del sábado incluida.

Voy a consolarme pensando que todo esfuerzo tiene su recompensa a la vuelta de la esquina. El problema es encontrar dónde está el final de la calle.