RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 26 de octubre de 2013

DOMINGO 20: LA CRÓNICA DE LA MARATÓN/MEDIA MARATÓN/CARRERA DE LA MUJER DE CIUDAD REAL

Madrugamos toda la familia. Esta vez no cabía más remedio, porque Mercedes iba a correr la Carrera Solidaria de la Mujer a la vez que yo la media maratón. Había dormido casi de un tirón pero no me bullían las piernas como en las grandes ocasiones. Eso no me ocurre desde hace ya muchos meses, demasiados. Con el tiempo un poco justo llegamos a Ciudad Real, y enseguida sufrí una importante indisposición, tenía unas ganas terribles de ir al baño, y no a hacer pis, así que sin demorarme y pasando de coger la bolsa del corredor, terminé mi labor, y me quedé como nuevo. Después tocó esperar en la cola para la recogida de la bolsa, y es que ibamos a correr unos 1600 atletas, repartidos en 800 maratonianos y de la media y otras tantas mujeres en la carrera solidaria. Me puse a calentar y no experimenté malas sensaciones pero las piernas seguían sin bullirme. Estuve hablando con Patricia Saez y con su marido Deogracias, que volvía a las carreras (¡y cómo volvió!). Ya en la salida estuve hablando con Joaquín Lozano, alías Kino, de Membrilla, que está ultimamente que se sale; le dije que en esta ocasión yo iba a rodar y no saldría con él, ya que está en otra dimensión distinta a la mía. Pude comprobar que había poca gente de Valdepeñas: Marcelo Madrid, los mencionados Patri y Deo, Jose Carlos "el jaro", Antonio, y algún atleta más del Extenuación 




Pronto se dio la salida:



En los primeros metros pensé que esto tendría que ser un entrenamiento y sobre todo una buena experiencia para mi, y aún así, las sensaciones eran que iba compitiendo, que no iba relajado:


El primer kilómetro en 04:05, según mi crono (no me llevé el Garmin), y así fueron discurriendo los kilómetros iniciales, entre 04:05 y 04:10. Se fue yendo Patricia, a la que cada vez veía más lejos en el horizonte. Ni hablar de Kino que desapareció de mi vista desde el inicio. Pude comprobar que iba a ser una carrera casi en solitario, sin muchos adelantamientos. Entre el 4 y 8 la cosa no fue mal, pero dándome la sensación de que iba más rápido de lo que realmente marcaba el crono. Adelanté a un par de corredores, alguno de ellos iba disputando la maratón, y en el 7 o así me alcanzó un corredor que estaba disputando la maratón. Intercambié unas palabras con él: tenía 02:59 hechos en la última mapoma, y quería hacer 02:55 en este evento. Mi ritmo le iba bien, así aunamos esfuerzos. Pronto nos alcanzó un gallego, que también disputaba la maratón y fuimos consumiendo kilómetros. Se me pasaba por la cabeza que ellos iban corriendo la maratón y yo una media, y que iba más cansado que ellos, iba algo forzado, aunque podía llevar el ritmo. El kilómetro 10 lo pasamos en 41´largos con pocas sorpresas. Ya yendo a Miguelturra, alcanzamos a otro par de corredores y cogimos algunos repechos en la zona del polígono (la verdad es que la prueba era de esas en la que cuesta coger ritmo por tener pocos llanos reales). Pasamos por el centro de Miguelturra cuando quedaban unos 6 kilómetros y comencé a sentir que se me iban a hacer largos, y eso me hizo venirme abajo, sobre todo porque veía a mis compañeros como una rosa. Se unieron un par de corredores que disputaban la media maratón y el gallego cambió el ritmo, de forma que fui el único que me quedé, aproximadamente en el kilómetro 17. El regreso a Ciudad Real se hizo muy duro para mi, porque bajé el ritmo, me quedé sin piernas y me comenzaron a adelantar corredores. Por un momento pensé en dejar todo este mundo, pero sólo fue durante unos segundos; lo que pensé después es que esto era un entreno y tenía que terminarlo.

Lentamente pasó el kilómetro 18, el 19 y ya en la zona del Eroski el 20, pero no me animé mucho. Llegué a meta deshecho, sin fuerza, haciendo un crono que me hizo sentir aún peor, 1 hora 29 minutos 30 segundos. El tiempo en sí mismo no era lo importante, lo más doloroso eran las sensaciones:




En esta última foto me podéis ver a 300 metros de la meta y la cara lo dice todo.

Lo mejor de la jornada fue la carrera que hizo Mercedes (ellas salieron media hora después que nosotros).




Inés, la pobre, todavía no vive esto de las carreras..



Ahí veis a Mercedes corriendo sus algo más de 4000 metros:


Aquí aguantando el ritmo de dos chicas del Pozo Norte:



Y finalmente hizo unos muy dignos 22´45´´, a poco más de 5´30´´ el kilómetro.

En cuanto a la maratón, tras llegar a meta, y recuperarme, física y anímicamente, me duché y nos quedamos esperando la llegada de los maratonianos. En todo momento sentí que no podría haber disputado hoy una maratón, porque los veía como héroes. El chaval con el que fui más de 9 kilómetros hizo el tiempo que estaba buscando 2 horas 55 minutos, séptimo en la general y primero de su categoría. Jesús, un amigo de Madrid, que se junta con los atletas del Pozo Norte, no pudo repetir el tiempazo del año pasado, 02:48, porque se vino abajo en la segunda vuelta, pero aguantó y terminó sufriendo en 3 horas y 2 minutos.

En cuanto a los atletas valdepeñeros, a destacar en la Media Maratón a Deogracias con 01 hora 14 minutos, cuarto de la general y primero de su categoría, Patricia Sáez, que hizo 1 hora 26 minutos y se quedó tercera de su categoría, y sobre todo quiero destacar a Marcelo Madrid, que hizo un pedazo tiempo de 03:26 quedando primero en la Categoría E, ¡enhorabuena!





1 comentario :

  1. Por lo que cuentas debió de ser duro en el aspecto anímico, pero es que los buenos corredores como tu tienen este "problema", lo han hecho también que los contratiempos le cuesta mas asimilarlo, por lo demás, buen entrenamiento. Muy bien por Mercedes.

    Saludos, Emilio.

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