RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 30 de enero de 2014

MIÉRCOLES 29: CUESTAS

No quiero descuidar la fuerza y por ello una vez a la semana incluyo cuestas en uno de mis rodajes. Así que tras unos 7 kilómetros suaves me puse hacer subidas de pendiente media en el Cerro del Ángel. Las bajadas no las hice por la carretera, sino campo a través. Muy buenas sensaciones, sobre todo a la vuelta a casa donde pude sentir una sensación que cuando la experimento me hace sentir muy bien: ligereza y facilidad para moverme, sin apenas sentir los impactos, sin apenas sentir nada físico.

JUEVES 30: RODANDO CON MERCEDES

Hoy el día fue más duro de lo habitual, tanto que estaba bastante cansado y desmotivado para cumplir el plan. Pero estoy enchufado, estoy en la onda y eso me da fuerzas. Además, ya son muchos días sin molestias, a pesar de que la carga de kilómetros es más grande que nunca. Mi cuerpo una vez que se pone en acción reconoce la secuencia y pronto comienzo a sentirme bien, costándome poco moverme. 

Mercedes se animó y nos fuimos de noche por los caminos de Dios. Se quejó un poco cuando la superficie se puso más irregular. En cualquier caso está hecho una campeona y cada es corre mejor y a mayor ritmo. Lástima que no pueda salir a correr más. Hicimos poco más de una hora y unos 10300 metros.

De esta forma acumulo ya unos 90 kilómetros y aún queda la sesión de mañana que probablemente sea doble. Espero llegar a los 104-105.

miércoles, 29 de enero de 2014

SEVILLA TIENE UN COLOR ESPECIAL: EL VERDE DE LA ESPERANZA

¡Hace demasiados meses que no compito sintiéndome bien!. La última vez fue en marzo, en la maratón del año pasado, en la mejor carrera que he hecho en mi vida. Dos semanas después bajé mi marca en el 10.000 en Minaya, pero no la disfruté por el viento y por la exigencia. Después hice una muy buena media maratón en Almagro, pero la hice tocado en los isquios, y tampoco la disfruté. Y desde ahí nada ha vuelto a ser el igual. Necesito que Sevilla traiga algo de lo de antes, porque ha sido un año duro de entrenos y he tenido demasiadas amarguras, aunque también buenos momentos. Por eso Sevilla debe tener un color especial: el verde de la esperanza.


MARTES 28: DOBLAJE, EL RECURSO DE LOS QUE NO TENEMOS TIEMPO; UN DÍA DE PERROS

 

¡Qué duro se me hizo ayer!. Hacía un día de perros, y mi jornada laboral era de esas de recordar. En el descanso me costó horrores cambiarme de ropa porque hacía un viento y un frío que quitaba la idea de ponerse a correr. Pero lo hice, dejé de pensarlo y lo hice. Una vez puestos en faena descubrí que no era para tanto. Así que a ritmillo me fui al parque donde me dediqué a realizar una especie de fartlek completando cinco vueltas al recinto, que es bastante grande, por cierto. Después de esto regresé al trabajo a ritmo más alegre y ya con el viento de culo. Cuajé 53 minutos y unos 9 kilómetros. Pero no había terminado la cosa aún. Al regresar a casa tuve que echar el resto y volver a ponerme la ropa de correr para hacer unas series suaves de 400 metros. Lo hice cerca de casa, en una calle urbanizada donde se corre tranquilo. Completé 6 series volviendo a trote; las series en pendiente, y en mitad de la sesión se puso a llover, pero yo ya tenía el callo hecho. Sin molestias, salvo las piernas un poco cargadas, pero contento. Me salieron otros 7 kilómetros que con los de la mañana sumaron unos muy buenos 16 kilómetros.


LUNES 27: LAS NB890v4 A PRUEBA

 

El lunes tocaba hacer una hora pero a un ritmo alegre, ¡que de tanto rodar suave me voy a dormir en la maratón!. Me calcé las NB890v4, que como os he dicho en otras ocasiones son el modelo que tan bien me ha ido tiempo atrás, pero que desde que NB cambió de la v2 a la v3 no acabo de encontrarme satisfecho. De hecho está casi demostrado que la v3 me causaba molestias importantes, además de no encontrar las mismas sensaciones en carrera que con las v2. El caso es que si puedo correr Sevilla será gracias a la promoción NB, ya que me había quedado sin dorsales; el nuevo modelo v4 es mucho más ligero, deja buenas sensaciones y por ahora no me causa molestias (he hecho con ellas unos 50 kilómetros). Sin embargo, las noto un poco blandas para mi gusto y esa sensación no me acaba de cuadrar aunque quizá me tenga que acostumbrar. El caso es que las probé por los caminos, donde se comportan bastante peor que en asfalto, y es que son claramente unas zapas urbanas; en terreno inestable no te sientes muy seguro, sobre todo si vas dándoles caña, y eso hice, darles cera. Me encontraba bien y si no hubiese sido por la oscuridad (iba con el frontal) y por el citado problema de la inestabilidad, habría volado. Ya a la vuelta, donde el camino era más llano, comencé a estirar zancada y me puse en 4´pelados y fue ahí donde me sentí muy identificado con mi nuevo calzado. Luego tocó asfalto, donde como decía antes, van mucho mejor. Al final hice 55´ y cuajé 12 kilómetros, a una media de 5´el kilómetro, pero hay que tener en cuenta que algunos tramos los hice en 4´e incluso por debajo de 4´. Contento y creo que les puedo poner un notable a las NB, aunque sigo echando de menos las antiguas NB890v2.




lunes, 27 de enero de 2014

DOMINGO 25: LOS DOMINGOS CUESTA PERO MENOS

Agenda apretada la que teníamos el domingo. Jorge se había ido con las Escuelas de Atletismo a correr el Cross del Chorizo, yo estuve trabajando en la buhardilla hasta que me dí cuenta que tenía que irme a correr si quería llegar a tiempo a la Asamblea de Socios del Extenuación Valdepeñas, así que me fui tranquilito hacia el Norte y cuajé unos 14 kilómetros en progresión con sensaciones relativamente buenas, sin molestias, como últimamente y menos pesado y cansado que el día anterior. Después tocó ir a la asamblea mencionada y tras ésta hubo comida del club donde estuvimos charlando con un montón de amigos; en mitad de la comida tuve que ir a recoger a Jorge que volvía de su cross, y esta vez no se quedó el último, sino que dice que tras él pasaron al menos 20 chavales, ¡va mejorando!.

Me han convecido para intentar realizar la tercera jornada de la Quijote Legend, prueba que consta de tres jornadas muy duras en la Sierra de Alcaraz, con un total de 160 kilómetros de auténtica montaña. La tercera es de unos 52 kilómetros y 3000 metros de desnivel y será a finales de mayo. Ya me han liado otra vez.

SÁBADO 25: DURO DOBLAJE

El sábado amanecí cansado. Por ello decidí no realizar una tirada tan larga y sí doblar, así que al mediodía me fui a realizar una tirada de casi 16 kilómetros que pronto se me atragantó porque las piernas estaban cansadas. Así que no forcé mucho el ritmo y simplemente me dejé llevar de forma que cuando estuve más caliente fue algo más fácil realizar la sesión. Por la tarde seguía cansado pero había que rematar la faena, así que fui al parque a realizar fartlek con subida de bancos, gradas y cambios de ritmo y me marqué 10 kilómetros en los cuales me sentí mucho mejor que por la mañana, sobre todo conforme fue avanzando el entrenamiento. Finalmente quedé satisfecho con los 25700 metros realizados.


sábado, 25 de enero de 2014

QUINTA SEMANA DEL PLAN ESPECÍFICO PARA LA MARATÓN DE SEVILLA

¡Una semana sin incidencias!. Una semana exigente, dura, pero sin problemas. ¡Ya tocaba!. Además he conseguido hacer 114 kilómetros, mi récord de acumulado. Hago un pequeño resumen:

  1. Sábado 18: hice una tirada de más de 25 kilómetros bastante equilibrada, a un ritmo medio, sin forzar y las piernas respondieron bien.
  2. Domingo 19: hice un doblaje con una sesión suavita de 14 kilómetros de descarga y por la tarde probé mis nuevas zapatillas NB 890v4 haciendo, tras el debido calentamiento unas series suaves de 300 metros con Mercedes.
  3. Lunes 20: tocó una sesión de una hora a un ritmo más rápido cercano a 5´el kilómetro.
  4. Martes 21: fue el día de la tiradilla en la que terminé haciendo cuestas exigentes.
  5. Miércoles 22: hice una hora suave de descarga.
  6. Jueves 23: el día más intenso, hice 20 kilómetros a 4´45´´.
  7. Viernes 24: casi 13 kilómetros de descarga.
Os pego la tabla:


VIERNES 24: TERMINANDO LA SEMANA CON 114 KMS

Había que rematar la faena, en la que por fin ha sido "mi semana", en la cual he recuperado sensaciones de hace ya bastantes meses, y siendo consciente de los riesgos, he aumentado mucho el kilometraje para llegar a los 114 kilómetros en 7 sesiones seguidas que suponen un récord personal de acumulado de distancia. La intuición me guía hacia eso: carga de kilómetros, mucho cuidado con la intensidad y algunos rodajes de ritmo "cansino" a prácticamente 6´el kilómetro. Esa fue la fórmula que me llevó a coger un estado de forma que esta por ver si voy a recuperar en esta o en futuras planificaciones. El caso es que las piernas responden, y responden como deben hacerlo, estando cansadas pero pidiendo "guerra", con cosquilleos constantes. El organismo también responde: en unos días he perdido un kilo y pico de peso, pero en pos de líquidos, ya que me siento más fibrado, más duro. Ahora estoy en 59 kilos largos, con mi 173 centímetros (digamos que estoy en la frontera donde bajar más sería contraproducente por la relación ideal de músculo sobre masa corporal. 

Ya va estando hecho lo más difícil, y a un mes de la maratón, se puede decir que me queda otra semana como esta, quizá con una pizca menos de carga kilométrica, otra semana fuerte, pero menos, y de ahí bajo de kilómetros para que las dos últimas semanas, y sobre todo, en los últimos cuatro días, mi cuerpo pueda descansar. Podéis pensar que es una brutalidad no descansar, pero yo realmente sí lo hago, ya que intercalo sesiones suaves con más intensas. Otros runners se van a nadar, hacen bici, andan o simplemente descansan, yo corro muy suave y eso mi cuerpo me lo agradece.

El único riesgo que siento que corro al hacer esto es el de lesionarme, pero no me ocurrió entonces. Intuyo que el 2013 ha sido un año con demasiadas incidencias en forma de molestias e incluso de lesiones, y justo ahora que estoy entrenando más que nunca es cuando me siento mejor y con menos molestias. Probablemente se haya tratado de las zapatillas; y es que dar con el calzado adecuado cuando la carga de trabajo es considerable puede ser la clave para seguir adelante o, por el contrario, caer lesionado.

Ayer viernes costó, pero fue más bien una barrera psicológica. Los viernes son así, el último día de mi semana planificada, los sábados toca tirada larga, por lo que siempre andas con reservas a la hora de forzar, y para colmo, esta semana era la de rematar con un montón de kilómetros. Me calcé las Adidas Kanadia con las que tengo una relación de amor-odio, porque con ellas no me lesiono pero no me gustan las sensaciones que me dejan al correr, y además son muy lentas (son de trail). Fui al parque, allí dí tres vueltas y desde ahí me fui por la Carretera de Daimiel a un ritmo de 6´que aburría a cualquiera. Regresé por el carreterín que lleva al Polígono Industrial y al llegar me sentí feliz de poder haber completado mi pequeño reto: 114 kilómetros (la anterior marca era de 110 allá por octubre de 2012). Estiré y comprobé una vez más que no tenía molestias de ningún tipo. 

Ahora viene algo que siempre me resulta difícil, volver a comenzar otra semana con la tirada larga. Lo que ocurre es que en esta ocasión estoy meditando si hacerla en doble sesión, haciendo menos kilómetros esta mañana y saliendo un ratín por la tarde para soltar.


jueves, 23 de enero de 2014

JUEVES 23: UNA MEDIA NOCTURNA

Había que ponerse a rematar la semana con el entreno más intenso de toda la semana: casi 21 kilómetros, a partir del 9 incluyendo cambios de ritmo a razón de 2' 30" fuertes y 2' 30" suaves. La idea era que el ritmo fuese en todo momento alto y que los periodos de recuperación no fueran lentos, para forzar así la recuperación. Además puse a prueba las zapatillas nuevas, las NB 890v4, y se portaron muy bien, incluso en los caminos; muy cómodas y ligeras. Las piernas bastante sueltas y bien de pulsaciones; quizá todavía con dificultad para coger ritmo. En cualquier caso lo mejor fue que no sentí apenas agotamiento muscular a pesar de la exigencia. Puede completar el recorrido en 1 hora 37 minutos, que teniendo en cuenta las cuestas sufridas y la cantidad de caminos, está muy bien.

Ya queda poco para comenzar a suavizar los entrenos.

MIÉRCOLES 22: LA LLUVIA, MANZANARES Y YO

El miércoles tenía pensado un plato fuerte: doblar realizando unos 11 kilómetros suave al mediodía en Manzanares, y luego realizar un interval en pista con 3*800. Al mediodía estaba lloviznando, pero me cambié y me puse "al lío". Finalmente cogí un circuito más largo, porque iba cómodo, pero cuando llevaba unos 20 minutos comenzó a llover y se hizo desgradable y frio. Lo peor estaba por llegar, ya que a 3 kilómetros de terminar la sesión comenzó a diluviar y me puse igual que una sopa. Pero como iba caliente no fue demasiado traumático. Me volví a encontrar bien y me salieron 11 kilómetros que hice en una pizca menos de 1 hora. Sin embargo, un imprevisto laboral me impidió regresar a casa a una hora que me permitiera salir a correr (llegué a casa a casi las 22 horas), por lo que dí por finalizada la sesión del día.

El camino que me lleva a completar los 115 kilómetros que busco en esta semana se ha complica bastante. He tenido que cambiar la planificación para hoy jueves de forma que meteré más kilómetros de interval hoy, quiero hacer 20.

 

MARTES 21: CUESTIÓN DE CUESTAS

El martes las piernas estaban algo cargadas pero con la sensación que tengo interiorizada y que me dice que "quieren guerra". La experiencia que tengo, sin ser extensa, me dice que cuando siento algo así hay que dejarse llevar. Eso es mejor que no saltarse un entreno intenso cuando uno no le apetece correr rápido. Fui por detrás de los Cerros de la Aguzadera, llegué al pie del Cerro del Angel y allí estuve realizando subidas alternando largas de menos pendiente, con cortas del 18%. Cuando hube terminado regresé a buen ritmo a casa y tuve la sensación de fortaleza que tanto me gusta cuando he realizado un buen entreno de cuestas.

Volví a cuajar otros 12 kilómetros.

 


LUNES 20: UNA HORA RODADA A BUEN RITMO

El pasado lunes tocaba comenzar otra semana más, pero tenía en mi haber los buenos entrenos del sábado y el domingo y también que me encontraba con ganas y sin molestias. Tuve que salir por la noche, pero no hacía mucho frío. En el planning tenía por delante una hora suave, pero pensé que podría darle un poco de intensidad y rodarla en progresión; eso hice. Las sensaciones fueron buenas desde el comienzo, por el Camino del Peral, aunque el ritmo no era aún el deseado. Las Adidas Kanadia no invitan a correr rápido, pero hoy por hoy son las que he dejado para los entrenos porque le van bien a mis piernas y minimizo el riesgo de lesión. Cogí un camino hacia el Noreste y ahí el ritmo era ya otro, por debajo de 4´40´´, y las piernas iban respondiendo muy bien. El regreso a casa fue por el Camino de Membrilla y estuvo lleno de buenas sensaciones, después rodeé para regresar por la Avenida de las Tinajas. Salieron unos 12 kilómetros y acabé bastante contento.


domingo, 19 de enero de 2014

DOMINGO 19: AHORA DOBLO

Parece ser que no he tenido bastante con la sesión de descarga hecha por la mañana, así que esta tarde he salido a correr al parque con mi mujer, y he aprovechado para probarme las nuevas NB 890v4 que son las que en teoría he de usar en la Maratón de Sevilla. En la tesitura en la que encuentro es como si el cuerpo me pidiera correr constantemente, y si no hubiera sido por el resfriado de hace unos días y las molestias en el tibial, habría hecho muchos más kilómetros. Ahora no tengo molestias y tengo que aprovechar ese hambre por correr que tengo, pero hacerlo con cabeza, sin pasarme de intensidad. A 34 días para el día D, no podré bajar el pistón (el tapering) tres semanas antes de la cita como suelo acostumbrar, y lo tendré que hacer más cortito, justo en el periodo de tiempo teórico que tarda el organismo en asimilar totalmente cada estímulo, 10 días. Por ello la idea es mantener la carga de kilómetros y de intensidad hasta el 7 de febrero, y a partir de ese día comenzar a bajar la distancia, para hacer 72 en la última semana, que aunque me parece demasiados, los haré bastante suaves y dejaré que los últimos cuatro días sean muy "lights"

Por tanto ahora mismo me estoy adentrando en el "ojo del huracán" de forma que estos 18 días se me antojan muy muy importantes, y en los que he de acumular un montón de kilómetros metiendo ritmo e intensidad. Se tratará de 24 días en los que debería realizar 360 kilómetros, a una media diaria de 15 kilómetros, o lo que es lo mismo, a una media semanal de 105 kilómetros. Estoy absolutamente convencido de que si lo consigo podré llegar en unas condiciones aceptables al día de la maratón.

En cuanto al entreno de la tarde ha sido francamente positivo, porque las sensaciones con las nuevas zapatillas han sido muy positivas. Nada que ver con la versión 3, que no me ha dejado buen sabor de boca, pero tampoco mucho que ver con la versión 2 que tan bien me ha ido. Es una zapatilla muy ligera, que se ajusta muy bien a los pies, bastante flexible, pero que da además una sensación de amortiguación bastante grande, sin descuidar la percepción de querer ir rápido con ellas. Se sienten más blandas que las v2 y mejor acopladas al pie que las v3. En cualquier caso ha sido sólo una primera prueba en la que los trescientos suavitos que he hecho han estado llenos de buenas vibraciones y en el que el cuerpo me pedía estirar zancada y darle caña. Finalmente hemos hecho unos 6,3 kilómetros que sumados a los hechos esta mañana suponen unos nada desdeñables 20,3 kilómetros, que sumados a los 25,2 de ayer, suponen haber recorrido unos muy buenos 45,5 kilómetros sin molestias y bien asimilados.




DOMINGO 19: BUEN ENTRENO DE DESCARGA Y CON COMPAÑÍA

Hacia una mañana fresquita, a punto de llover pero son hacerlo, y sin viento. Para son condiciones ideales para salir a correr por los caminos, y eso hice. La idea era la de todos los domingo: descargar muscularmente todo el esfuerzo del día anterior. Justo al salir de casa me encontré con mi amigo Juanjo Almarza, que casualmente también había salido a correr, así que se apuntó al entreno y pudimos disfrutar de 14 kilómetros rodados de forma muy suave (a 6´el kilómetro), en la que no dejamos de charlar, y prácticamente ni me enteré del recorrido, pasándome el entreno por delante de mis narices y sin enterarme. No tuve molestias de ningún tipo y eso es una gran noticia. Además el cuerpo me pedía guerra, pero no se la dí.

SÁBADO 18: COMENZANDO BIEN LA SEMANA CON 25200 METROS

Las aguas volvieron rápidamente a su cauce y ayer sábado pude disfrutar de un buen entreno y sin sobresaltos ni problemas. Me fabriqué un circuito en la que gran parte del mismo era totalmente desconocido para mi, y resulto ser algo durillo pero también bastante bonito. 25,2 kilómetros yendo de partida por el Camino del Pozo de la Serna, para coger luego hacia el Norte otro camino y regresa al oeste derivando en la Carretera de San Carlos del Valle cerca del Paraje de las Aguas, y de ahí hacia casa. Una vez desechadas las NB 890v3, para evitar más problemas en el tibial, me calcé las Adidas Kanadia, que son zapatillas de trail y lentas donde las haya, pero que a mis piernas les van genial. Salí a eso de las 11:15, a un ritmo no muy alegre, pero al menos sí lo suficientemente vivo como para, de ser mantenido, resultar un buen entreno. Calculo que iría a 5´10´´ 5´20´´, y pronto pude comprobar como había bastantes repechillos a la ida. El tibial no me molestaba y mucho menos lo hacían los isquios, que si Dios quiere espero que esta sea una de las últimas veces que los nombre en mi blog. También había soltura en mi correr, lo cual me alegró un montón. Cuando llevaba unos 11 kilómetros comencé a notar cosas raras en el tibial, pero pronto esas minimolestias desaparecieron y seguí corriendo con buenas sensaciones, devorando kilómetros como hacia tiempo que no recordaba. Pasé por las Aguas con 19 kilómetros en la buchaca y fue allí donde sentí algo que no esperaba: un malestar digestivo en forma de nauseas que invitaban a vomitar. Desde ahí hasta el final tuve que convivir con este inconveniente que desde luego me amargó bastante el final del entreno, hasta tal punto que me rompió el ritmo. Ya llegando a casa las ganas de vomitar eran irrefrenables, de forma que en frente de mi puerta no pude aguantar más y allí mismo lo hice, aunque como no había desayunado mucho, se trató de jugos gástricos más que otra cosa.

Tras estirar pude comprobar que no estaba apenas cargado lo cual indica una mejora respecto a la semana anterior.


sábado, 18 de enero de 2014

CUARTA SEMANA DEL PLAN ESPECÍFICO PARA LA MARATÓN DE SEVILLA

Hasta el rabo todo es toro, y lo que se prometía una estupenda semana llena de buenos entrenos y de bastantes kilómetros, ha acabado siendo un pequeño desastre con los problemas que he tenido en el tibial que me han impedido entrenar bien el jueves y, directamente, entrenar el viernes. El sábado salió una buena tirada de casi 22 kilómetros, con subida a los molinos eólicos de la Sierra del Peral incluida, de la cual no terminé muy mal parado, el domingo fue un muy buen entreno de descarga de 14 kilómetros, con sesión de gradas y que me dejó lleno de optimismo; el lunes salió un entreno corto y rápido de 40 minutos que me hizo pensar que puedo volver nuevamente a correr una maratón en menos de 3 horas (pero eso es fácil pensarlo y difícil repetirlo); el martes no puede realizar un doblaje porque me resfrié y tan sólo hice unos 11 kilómetros, que no estuvieron del todo mal, y el miércoles fue, sin duda, el mejor día, con una tirada más o menos larga e intensa en cuanto a ritmo, con subidas exigentes al Cerro del Ángel; pero el jueves el tibial me fastidió totalmente y dio al traste con el entreno y el viernes descansé.

Total: 80 kilómetros de 102 planificados. Lo mejor es que ya estoy en otra semana y las sensaciones son nuevamente buenas.


DIARIO DE UN CORREDOR CUALQUIERA















Lucha para que el dolor no le intimide, se vuelve a calzar una y otra vez las zapatillas llenas de barro, intercambia ropa limpia que a diario acaba sudada en la lavadora, el viento y la lluvia han acabado siendo sus compañeros, que no sus aliados, y no ceja en echar números y números para llegar en perfectas condiciones al día D. Si no fuese porque la vida es algo más que correr lo dejaría todo y dedicaría el 100% de sus sentidos y su fuerzas a esta obsesión que le mantiene tan despierto. Él sabe que los años van pasando y que toda cosa en este mundo evoluciona para bien y muchas veces para mal, hasta que acaba terminando, pero en este caso se mantiene firme en la convicción de que se llevará a la tumba sus viejas zapatillas gastadas y que no le importará morir corriendo, a pesar de dejarles un marrón a los organizadores de la maratón de turno. Esa es la rueda en la que está inmerso, que gira y gira y  de la cual no puede ni quiere salir, porque la alternativa sería regresar a sus viejos hábitos que echando la vista atrás bien sabe que "no son vida". Las endorfinas le persiguen por su casa cuando regresa de cada entreno y cuesta que el gel luche contra el sudor de sus músculos más fibrados que nunca, que conviven con los huesos donde antaño casi sólo hubo carne y grasa, aún así el exceso de piel por falta de relleno le delata dejando claro que ya no es un niño. En algunos momentos se siente muy bien pero tan mal en otros que casi no hay alternativa para el término medio por lo que es en los extremos donde se mueven sus emociones y por ello se ha acostumbrado la intensidad de sus sentimientos. Cuando llegada alguna noche no siente ganas de correr se enfada, está contrariado, porque siente como si ponerse el crono fuese un castigo, aunque cuando ya está en ruta deja de sentirse mal y poco a poco va llenándose de un sentimiento de orgullo, satisfacción por los deberes hechos y sobre todo libertad, mucha libertad. Pero es en la competición donde todo cobra más sentido, allá cuando da todo lo que tiene rodeado de otro montón de gente que hace lo propio. Es en ese momento cuando se considera un loco entre un montón de locos, y que todos tienen la llave que da un poco de sentido a la incoherencia que flota en el ambiente en estos tiempos que nos tocan vivir.

JUEVES 16: YA ESTAMOS OTRA VEZ FASTIDIADOS


Estoy casi seguro de lo que podéis estar pensando en estos momentos. "Ya está otra Javier con sus melodramas, a los cuales nos tiene últimamente tan acostumbrados". He de deciros que si creéis eso estáis acertando, pero sólo en mi descargo y para mi defensa puedo aseguraros que no lo hago con el ánimo de ser sensacionalista en este que es mi blog, vuestra casa. Desde que tengo uso de razón me ha gustado comunicar mis sentimientos, sean los que fuesen, y últimamente, como parece que "vienen dobladas" pues toca sesión continua de negatividad.

Así, tras un magnifico entreno el del miércoles, me levanté el jueves con unas "más que molestias" en el tibial derecho, que se hacían notar incluso al andar. Para ese día tenía planificada, con mucha ilusión, doble sesión, la primera en el descanso de la comida bastante suavita, y por la noche en el parque, series a ritmo moderado de 300. El caso es que cuando me dispuse a correr en Manzanares pronto sentí un dolor en el tibial que en minutos pasó de ser molestia a punzada incapacitante. A duras penas, y parándome para andar hasta en tres ocasiones, pude hacer los 8 kilómetros del circuito planificado. Volví a llorar, y no sé cuantas veces van ya en los últimos meses, y como nadie me oía grité y maldije. Me pregunté ¿por qué a mi?. Luego por la noche, obviamente, no podía dar paso y no pude realizar la segunda sesión. El entreno del viernes iba a ser de transición, y aunque amanecí mejor, pero con la zona hinchada, por cuestiones laborales no pude salir a correr, ya que llegué a casa a las tantas. Pero no me estresé ya que me venía bien parar y tomarme unas horas de descanso.

Lo peor es que de mis 102 kilómetros planificados para esta semana me he quedado en unos poco dignos 80, y que cuando logro salir de una me viene inmediatamente otra. Lo mejor: bueno lo mejor son varias cosas, la primera es que hoy me he pegado un buen entreno de casi 26 kilómetros y que casi no me he tenido molestias, y que estoy casi seguro que el problema lo tengo con las zapatillas. Está visto que últimamente mi cuerpo anda bastante "delicadito" con el calzado (o eso o es que me estoy volviendo paranoico). El caso es que con las Adidas Kanadia no me lesiono, a pesar de que las sensaciones para preparar una maratón con ellas sean casi horribles, porque se tratan de unas zapatillas de trail de gama media, no unas mixtas para correr por el asfalto. ¡Decidido!, voy a tirar las NB 890v3 a la basura (que en cualquier caso ya tendrán unos 800 kilómetros), y a rezar para que las NB 890v4 que tengo reservadas para la maratón vayan mejor a mi fisionomía. La lástima es que de la v2 ya apenas hay, porque está claro que eran mis zapas ideales.

He puesto a la entrada "Ya estamos otra vez fastidiados" pero para ser honestos, hoy sábado ya estoy viendo las cosas de un color más optimista


miércoles, 15 de enero de 2014

MIÉRCOLES 15: BUEN ENTRENO

Afortunadamente hoy me he levantado bastante mejor de mi resfriado, y tenía que recuperar parte de los kilómetros que me faltaron ayer. Así qué por la noche me he puesto ropa de abrigo y he comenzado mi entreno: unos 16,5 kilómetros que incluían cuestas con bastante pendiente. El comienzo estuvo pleno de sensaciones casi olvidadas: me sentía ligero, como una máquina entrañada, y no me costaba correr. Fueron pasando los kilómetros y a bastante buen ritmo mientras iba disfrutando. Llegué al Hotel Hidalgo  con nueve kilómetros en mis piernas y no sentía cansancio ni molestias. Regresé por la vía de servicio bajo la misma tónica y llegué al pie del Cerro del Ángel bastante entero. Allí dedique 15 minutos a realizar tres subidas por el camino de mayor pendiente, t tras esto me fui a casa pero ya descalentando. Una vez terminada la sesión he sentido,ligeras molestias en el tibial derecho, donde arrastró una, no alarmante, tendinitis. De los isquios ni hablo porque ya no tengo nada que decir, y mejor así. 

MARTES 14: CONSTIPADO Y ENTRENO OBLIGADO


El lunes por la noche me indispuse, con dolor de garganta y lo peor es que me desvelé y no dormí nada más que 4 horas, por lo que a las 4 de la mañana subí al despacho a trabajar y de ahí enlacé con mi trabajo en Manzanares. Tenía pensado hacer doble sesión de entreno, entre la del descanso en Manzanares y la segunda sesión por la noche en Valdepeñas. Cuando tuve que salir a correr al mediodía lo hice encontrándome mal y para colmo hacía mucho viento y frío, así que el entreno no fue muy placentero que digamos. Aún así logré realizar una hora y unos 10.500 metros. Pero por la tarde comencé a sentirme peor y ya en casa no estaba el tema como para ir al parque a realizar series de 300, así que me acosté tras cenar, que fue lo mejor que pude hacer, porque esta mañana me he levantado mucho mejor y dispuesto a "comerme nuevamente el día".


LUNES 13: ENTRENO INTENSO Y CORTO EN MANZANARES

El lunes me tocaba hacer una hora, pero por exigencias del guión me quedé sin tiempo para correr tanto en el descanso del trabajo, por lo que decidí hacer unos 40 minutos pero a ritmo rápido. No llevaba reloj pero calculo que fui en torno a 4´30´´ en la mayor parte del entreno y lo mejor fue las sensaciones de soltura, que ya tenía casi olvidadas. A la vuelta del circuitín tuve que sufrir un poco el viento en contra, pero esos elementos también sirven como acicate. Calculo que hice 8.500 metros en 41 minutos.




domingo, 12 de enero de 2014

DOMINGO 12: EL SOL SIEMPRE ACABA SALIENDO


Me asomo y allá aparece, como si nada hubiera pasado: sale el Sol y todo lo inunda con su calidez y su luz. Las heridas se cierran de forma que poco a poco te sientes mejor. El Astro Rey siempre sale por más que desesperemos mientras sufrimos la oscuridad.

Hoy domingo había que traer una de esas sesiones de descarga después del esfuerzo de los sábados (ya casi se me habían olvidado). Me levanté con una sonrisa, porque ¡por fin comienzo a verlo!, y aunque mañana se me volviera a nublar la imagen, para mi está siendo una auténtica alegría estos días, son como regalos. Muy despacito, con premeditación y alevosía, sintiendo cada zancada, cada apoyo, haciendo el juego de tobillos: así he hecho hoy la circunvalación de Valdepeñas. Este tipo de entrenos siempre me han ayudado a asimilar mejor el esfuerzo, y me he propuesto repetir esta experiencia cada domingo hasta la Maratón de Sevilla. Me encontraba tan bien que el cuerpo me pedía apretar la marcha, pero creo que la clave ha de ser la CONTENCIÓN, como hacen los buenos actores en algunos de sus papeles, quienes se contienen y dan un aspecto especial a su papel. "Javi, ya habrá tiempo de acelerar, hoy es día para descargar y para sentir". Llegué al parque después de casi 70 minutos de trote, e hice allí 5 series de gradas hechas con el mismo concepto, el de la contención, lentamente, sin grandes y amplios movimientos, sintiendo cada multisaldo y siempre de puntillas. Tras esto, volví suave a casa, haciendo ejercicios de carrera y corriendo hacia atrás (cualquiera que me viese pensaría que estoy loco y con razón). Pero al llegar a mi destino sentía que había hecho las cosas muy bien, y que había comenzado fabulosamente la semana con estos dos entrenos, en los que he acumulado casi 36 kilómetros y que no me han traído ninguna molestias, sino más bien buenas sensaciones.

Gracias a quien sea por poder ir saliendo de este pozo en el que estaba metido.








sábado, 11 de enero de 2014

SÁBADO 11: UNOS DIGNOS 21700 METROS


Tocaba la primera de las 6 tiradas largas en cada uno de los sábados que quedan hasta el fin de semana de la Maratón de Sevilla. Las más largas y exigentes vendrán en las siguientes semanas, pero, insisto, era para mi muy importante tener buenas sensaciones hoy. No madrugué, si no que por el contrario salí a eso de las 12 del mediodía. Tenía que ir hacia el Paraje del Peral y de ahí a la Sierra del mismo nombre para subir hasta los molinos eólicos y luego desde allí regresar por un camino del cual no estaba seguro si estaba vallado o no. Bien desde el principio, con soltura, pero sin querer forzar. Cogiendo ritmo, pero como no llevaba ni tan si quiera crono no podría decir qué ritmo llevaba, pero estimo que 5´30´´. Llegué al Peral bastante cómodo e iba contento. De ahí tocó ir hacia la sierra por zonas que por momentos eran intransitables por pedregosas. Me jugué los tobillos pero se trataba de eso, porque conozco la zona y sabía de la dificultad. Llegué al camino que sube hasta los molinos eólicos y las piernas respondieron en la dura pendiente. Una vez en lo más alto, bajé sin más dilación y traté de meterme por el camino del cual dudaba si sería posible o no, pero pronto comprobé que una valla me impedía continuar, así que dí media vuelta y bajé por donde había subido. Así regresé sobre mis pasos hasta que llegué al Peral, siendo las sensaciones bastante buenas. Me metí en el paraje y de ahí cogí un camino que me llevaba a casa. Fue entonces cuando aumenté el ritmo y las piernas respondieron, y de ahí hasta el final, en lo que fueron 21,7 kilómetros. Al llegar a mi hogar pude comprobar que me encontraba bastante bien muscularmente, estiré y ahora puedo llegar a la conclusión de que la cosa comienza a funcionar.


TRES PRIMERAS SEMANAS DEL PLAN ESPECÍFICO PARA LA MARATÓN DE SEVILLA

Queriendo ser fiel a la vieja costumbre de poner el plan realizado de la semana, voy a comentar qué tal han ido estos primeros días desde que regresé a correr tras 8 días de parón debido a mi microrotura. Estamos a 11 de enero y tras 16 días de entrenos estoy bastante satisfecho, por no decir contento, de la evolución tenida. Estos han sido mis entrenamientos:






El día 26 de diciembre, cinco días antes de lo aconsejado por Pedro, mi fisio, me puse de nuevo en marcha. No las tenía todas conmigo y los comienzos fueron muy vacilantes, pero muy suavito ya que no forcé. Entre el jueves y el viernes hice 2 horas en las que decidí meter algo de retrorunning por eso de que esta práctica fortalece los músculos antagónicos, justo donde tenía la lesión. Aunque no he leído en la red nada explícito sobre los beneficios de "correr para atrás" a la hora de recuperar lesiones de isquios, me dejé guiar por la intuición. Desde luego mal no me hizo, y me causó unos dolorcillos estilo agujetas que me indicaron que incluso corriendo no ejercitamos un montón de músculos que están ahí y que ayudan a equilibrar nuestro cuerpo.

Desde el día 23 de diciembre estaba de vacaciones, por lo que contaba con tiempo y eso siempre es importante, así que el fin de semana siguiente (28 y 29 de septiembre) decidí meter más kilómetros, aunque suaves y con algo de retrorunning nuevamente; conseguí hacer entre ambos casi 27 kilómetros. La inactividad se notaba y las piernas se quejaron: me comenzó a dolor el tibial de la pierna derecha, también el talón del pie izquierdo, sentía algo raro en los isquios, pero podía correr. Por otra parte, si durante la semana de inactividad, sin hacer nada llegué a perder peso quedándome en 60,5 kilos, fue ponerme a correr de nuevo y sentí que comencé a retener líquidos y a engordar, quizá también fruto de no estar trabajando y siendo fechas en las que los dulces no faltan. Nos fuimos a pasar al Fin de Año a Salamanca y el 30 descansé, pero el 31 me metí un buen tute subiendo un puerto largo y empinado, total casi 15 kilómetros, y ahí sentí que me había venido mal a mi lesión, sin embargo al día siguiente, primer día del año, pude correr casi una hora sin sentir grandes molestias y el día 2 visité al fisio, quien me dio un masaje intenso en los isquios y tras esto me regaló el alta, lo cual me hizo sentir muy feliz. Ese día no entrené tampoco, pero marcó un punto de inflexión, sobre todo a nivel de confianza. Al día siguiente, viernes 3 me marqué casi 20 kilómetros en lo que fue el prime entreno de cierta intensidad, porque los ritmos fueron otros, aunque llegué fatal muscularmente en los últimos 6. Estos eran los entrenos que me tendría que hacer coger la forma. En esa, mi segunda semana, había realizado 70 kilómetros, pero con sólo 5 sesiones.

El sábado 4 y el domingo 5 fueron algo extraños. Comenzaba la tercera semana, y se suponía que debía realizar una tirada larga, pero estaba cansado del día anterior, así que me fui al parque a hacer fartlek con gradas y tuve, como anécdota, el episodio del árbol que un poco más y me liquida. El domingo sí que hice algo más, allí en Linares, casi 15 kilómetros y me encontré bien, mejor muscularmente; el lunes salí con Mercedes para volver a realizar casi 11 kilómetros, el martes por fin realicé un entreno de los de antaño con una sesión doble, suave la del mediodía y más intensa la de la noche, donde hice interval en la pista, realizando 500 metros a ritmo moderado con descanso a trote lento de 300 metros; ese día hice 18 kilómetros y las piernas respondieron. Al día siguiente, miércoles realicé un entreno suave, de transición, pero metí cuestas con pendiente y las piernas volvieron a responder, eso sí, sintiendo el cansancio del día anterior. El jueves fue sin duda el mejor entreno de la semana y de lo que va de año, con un interval por los caminos a razón de 2´fuertes y 3´lentos, haciendo unos 13,5 kilómetros y sintiendo muy buenas sensaciones, y por último, ayer viernes terminé la semana con trote suave durante 67´ para completar unos muy aceptables 88 kilómetros, que me meten en la senda que buscaba.

En estos días he notado como se me adaptaba el cuerpo, me encontrado cansado pero siempre que me he puesto a correr me he sentido mejor, lo que me indica que he ido asimilando bien las sesiones; he regresado a mis 60 kilos largos, cuando el día 6 me había puesto en casi 63 frutos de los excesos navideños. Ahora viene lo peor porque no tengo mucho tiempo, tan sólo 44 días, donde he de incluir el tapering, que menos de 12 días, así que cuento con tan sólo 32 sesiones, es decir, cinco semanas, en los que me deberé encontrar muchos kilómetros y pocos descansos.

Necesito conseguirlo, necesito llegar bien a Sevilla. Muchos pensaréis que me presiono demasiado, pero si bien esto es cierto, lo hago desde una óptica egoísta, ya que necesito volver a tener buenos momentos como los de la primavera pasada. Si aquella vez conseguí encontrarme tan bien fue sólo fruto del esfuerzo, y si quiero repetirlo tendré que volver a pasar por el aro.








VIERNES 10: ENCONTRANDO LA FÓRMULA PARA TERMINAR LA SEMANA


Necesitaba completar una semana de entreno en la que me ciñese fielmente al guión preestablecido. También era muy importante par mi meter algo de intensidad y que no regresaran viejos fantasmas, así como que las piernas respondieran. Creo que en esta ocasión lo he conseguido y he podido realizar un ciclo de siete sesiones seguidas, eso sí, con días muy suaves rodando a 6 minutos. Lo mejor sin duda ha sido volver a correr con seguridad y sin miedos, aunque tengo que cruzar los dedos porque ahora que estoy metiendo más kilómetros es cuando existen riesgos que se asumen y o te sale bien o vuelves a recaer. Mi cuerpo hace tiempo que me dijo que funciona mejor con muchos kilómetros, alternando entrenos de intensidad moderada-alta (los menos), con ejercicios de fortalecimiento, una tirada larga y algunas tiradas lentas. De esta forma llegué tan bien a Roma, y en la teoría de esta forma tendría que volver a ponerme a tono, así que en ello estoy.

Bueno, ayer salí por la noche para hacer algo menos de 11 kilómetros muy suaves, los más suaves de toda la semana. Me encontraba cansado, en una sensación que recuerdo bien de antaño, en lo que califiqué en su día como la "apatía de los viernes". Hoy toca hacer una tirada larga, pero estoy pensando que quizá mejor sea hacer un doblaje con una sesión media ahora por la mañana, en la que meta cuestas y luego por la tarde salgo a guarrear un poco y a ver si consigo hacer los 20 kilómetros planificados.