RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 26 de mayo de 2014

DOMINGO 25: ENTRENO INTENSO EN LINARES

El domingo, tras el aperitivo del día anterior, estaba dispuesto a currarme una tirada larga más intensa, así que me fui por la vía verde dispuesto a dar dos vueltas a un circuito que transcurría por la vía verde y regresaba por un camino de fuerte pendiente, unos 11 kilómetros. La primera vuelta la hice a ritmo tranquilo para un tiempo  de unos 58 minutos, pero la segunda, a pesar de que apretaba bastante el calor, cogí velocidad de crucero y forcé la máquina, yendo en algún momento por debajo de 4 minutos el kilómetro, hasta que llegué al camino de regreso, donde apreté los dientes para subir lo mejor posible a pesar de que las piernas iban cargadas. Al final hice una segunda vuelta en 50 minutos para un tiempo final de 1 hora y 48 minutos, 22 kilómetros.

 

De esta forma he conseguido realizar 38 kilómetros en este fin de semana, dejando estos días bastante despejados ya que me quedarán 32 para completar los 70 programados hasta el viernes. El jueves ha de ser muy muy suave y el viernes y sábado descansaré.

 

SÁBADO 24: CORRIENDO EN LINARES OTRA VEZ CON MERCHE

El sábado fuimos al mediodía a Linares, a pasar el fin de semana. Ya por la tarde, nos pusimos la ropa de correr y nos dispusimos a realizar una tiradilla. Cogimos una camino que no sabía bien dónde nos llevaría, aunque se denominaba Camino de Vilches, por lo que deduje que se dirigiría a esta localidad bastante alejada del pueblo de mi mujer, pero fui pendiente de encontrar un camino que me bajase a la zona de la vía verde, como así acabó ocurriendo. Cogimos la mencionada vía, a un ritmo tranquilo y soportando el calor, que a esas horas se dejaba sentir y avanzamos hasta llegar a la Estación Linares-Baeza, pequeño barrio de Linares, cuando ya llevábamos unos 9 kilómetros. Nos acercamos a la estación para refrescarnos y beber algo de agua y tras esto cogimos la nacional que nos regresaba a casa, y que tiene una pendiente tremenda. Merche respondió bien en principio, pero ya en lo alto cuando desviábamos hacia el núcleo urbano se sintió mal, sin duda por el esfuerzo y le costó seguir subiendo. Una vez llegado a la entrada de la localidad comenzamos a llanear y en seguida se recuperó. Lo peor vino ya terminando, cuando en una cuesta abajo la rodilla se le quejó y nos dejó algo preocupados. Parece ser que no es nada importante en cualquier caso.

Finalmente unos duros 16 kilómetros que sirvieron a Mercedes de última tirada larga antes de lo que le espera el domingo que viene. 

 

sábado, 24 de mayo de 2014

MI GRAMOLA: QUE A MI TAMBIÉN ME GUSTA LA MÚSICA EN CASTELLANO

Bueno, ahí va un popurrí un tanto desordenado de música en castellano. Lo tenéis en "mi gramola". Espero que os guste.


DÉCIMA Y PENÚLTIMA SEMANA DEL PLAN PARA LA YESTE-RÍOPAR

Buena semana sin lugar a dudas. Junto a la semana quinta en la cual llegué a los 106 kilómetros también, ha sido la mejor de este plan. Llegó a la QTC de la Quixote Legend con alguna que otra incertidumbre debida sobre todo a que me toca enfrentarme a un prueba en la cual no tengo bagaje, y es que la montaña es una gran desconocida para mi todavía. Me siento fuerte, me siento diésel y creo que he ganado una buena capacidad de recuperación muscular y también en resistencia. En esta ocasión me parece que no he descuidado mucho los ritmos y no se puede decir que me halle lento, pero en cualquier caso lo que ocurrirá el domingo que viene es toda una incógnita para mi.

Yéndome al resumen de lo que ha sido la décima semana: el sábado inicié este nuevo ciclo con una buena tirada de 30.300 en las que me sentí muy cómodo, eso sí, corriendo sin peso extra, sin beber ni comer nada durante el entreno. No hacía mucho calor y por ello pude hacerlo, pero en cualquier caso me demostré que mis piernas funcionan bien, no se agotan fácilmente si el ritmo propuesto es el adecuado. Subí a los molinos eólicos y me metí por terreno algo técnico y aún así me salió una media de algo más de 5´30´´. El domingo Merche competía su segunda media maratón, y yo le acompañaba, en esta ocasión en Almagro, y todo salió redondo para ella, bajando de las 2 horas; a mi me salió un buen entreno que apenas costó, con un ritmo medio de 5´40´´. Me quedé tan entero que decidí salir por la tarde de nuevo, para hacer algo menos de 8 kilómetros a ritmo alegre con subida al Cerro del Ángel incluida. El lunes tocó descansar, por pereza más que por otra cosa, pero el martes tocaba salir de nuevo y propuse un doblaje de forma que al mediodía corrí en Manzanares 9500 metros alegres que me sentaron muy bien, y por la tarde Merche y yo fuimos a la pista de atletismo e hicimos 35 minutos haciendo constantemente subida de gradas y escaleras. El miércoles salió una buena sesión con 12 kilómetros a buen ritmo y el jueves de nuevo salí con Merche para hacer poco más de una hora a ritmo suave, y rematé finalmente la semana con algo más de 10 kilómetros a ritmo medio.

Un total de 106,4 kilómetros, creo que es la quinta vez que corro más de 105 kilómetros en una semana, y ya preparado para la última semana en la cual propondré una bajada considerable de kilómetros para preparar mi cuerpo al esfuerzo del domingo día 1 de junio.

La tabla:




VIERNES 23: REMATANDO LA SEMANA

En una de esas semanas en las que uno siente que ha hecho convenientemente sus deberes en lo que al entreno se refiere, cuando llega el último día, el viernes, siente ansiedad por rematar la faena y poder dejar plasmado en el papel lo realizado. Eso sentía ayer tarde, ansiedad por terminar. Se daban las condiciones idóneas para salir a correr: fresquito y sin aire, unos 20 grados y realmente no me costó mucho esfuerzo "ponerme". Me fui por el carreterín asfaltado que lleva desde el polígono industrial a la Carretera de Daimiel, y justo antes de llegar cogí un camino que atraviesa las lomas de la Aguzadera en la margen izquierda de la Autovía AIV sentido Madrid. Regresé por la vía de servicio y una vez que llegué a la Avenida de las Tinajas tiré hacia el Cerro del Ángel, el cual subí primero por el carreterín y luego los 200 metros de senda superempinada, para bajar unos metros de nuevo por el carreterín y tirarme al abismo por la senda sur y de ahí hasta casa. 57 minutos en los que los últimos 2 los hice a buen ritmo, y donde las piernas, aún yendo cansadas, respondieron bien. Una distancia de 10.400 metros que me permiten sumar un poco más hasta acumular 106.400 metros que me "he comido" entre el sábado pasado y ayer viernes.


viernes, 23 de mayo de 2014

REFLEXIONES DE UNA MENTE EN UN CUERPO QUE DEJO DE ESTAR TRASPLANTADO

Desde que me meto caña en esto del running no ha sido muy habitual superar los 100 kilómetros en una semana, de hecho quizá lo haya conseguido en no más de una docena de ocasiones. Esta tarde volveré a pasar dicha cifra si nada o nadie lo remedia, ya que llevo 96 kilómetros acumulados desde el sábado de la semana pasada hasta ayer. Sé que es el único medio para meter a mi cuerpo "en cintura", de eso estoy casi seguro;con pocos kilómetros no obtengo mejoras, no me siento bien, y sólo cuando enlazo semanas que se acercan y/o superan los 100 comienzo a disfrutar y a crecer. En cuanto a superar los 110 tan sólo lo conseguí en dos ocasiones: el otoño de 2012 cuando preparaba la Maratón de Valencia, y en enero cuando preparaba la Maratón de Sevilla, dos maratones que me traen infaustos recuerdos. Me costará regresar a esas ciudades incluso cuando mi vuelta no se deba a temas de running. Me da por pensar en los sitios donde he corrido maratones y extraer una valoración de mi motivación hacia ellas:
  1. Estocolmo: sólo tengo buenos recuerdos  y eso a pesar de que el día de la maratón fue un infierno climatológicamente hablando. Regresaría una y mil veces a una ciudad tan bonita, aunque sea para seguir haciendo turismo y poder compartir espacio con gente tan cívica.
  2. Valencia: siento pánico sólo con oir el nombre. Mercedes está empeñada en que tengo que regresar pero es como cuando te sacan sangre y la aguja se atasca, el enfermero la mete, la retuerce, la saca, mientras tú te retuerces de dolor. En el siguiente reconocimiento médico te piensas muy mucho volver a esa clínica e incluso te planteas si hacerte otro reconocimiento. El fatídico kilómetro 39 quedará en mi retina como el lugar donde sufrí los dolores más fuertes en toda mi puñetera vida.
  3. Castellón: regresaría una y mil veces. Castellón = Segunda oportunidad y sólo tengo buen regusto en mis recuerdos. Esa maratón fue especial: viaje relámpago, sin nada que perder y todo para lavar el mal recuerdo de Valencia. También fue la maratón donde pude bajar de 3 horas y no lo hice por no saberla correr, pero volvería a hacer allí una maratón cada diciembre.
  4. Roma: sin lugar a dudas no quiero volver jamás a Roma, ni tan siquiera para hacer turismo. Mis recuerdos son tan perfectos que no quiero mezclarlos con más experiencias en la Ciudad Eterna. Lo siento por mi mujer que seguro que algún día quiere repetir aunque sea para ir de visiteo nada más.
  5. Málaga: esta ciudad evoca a nostalgia y renacimiento. Fue allí donde me hice de otra pasta, con la pierna arrastra y mis 4 horas y 12 minutos. Aprendí lo qué es correr y a dejar mi ego en su sitio. Regresaría a esta ciudad una y mil veces para correr en 3 o en 4 horas o en lo que se tercie.
  6. Sevilla: es igual a fracaso y a dolor. No me apetece volver jamás. Supongo que algún día terminaré haciendo nuevamente la maratón allí pero será cuando me haya curado de tan mala experiencia. Si algún día repito allá lo haré con el cuchillo entre los dientes y con sabor a venganza, aunque prometo reservarme para terminar los últimos 14 kilómetros a todo lo que den mis piernas (lo importante no será el tiempo total si no lo que tarde en realizar esos últimos 14 kilómetros).
 
Dicho esto, tengo que pensar qué maratón correré este otoño. Sé que será aquí en España y por tanto las candidatas son: Barcelona, San Sebastian, Castellón, Valencia o Málaga. Si eligiera finalmente Valencia sería para complacer a Merche y para que finalmente me pudieran ver llegar y echarme una foto, y no para que me vean en una cama en el hospital, como la última vez.

Pero mientras llega otoño tengo entretenta: ya está aquí la Quijote Legend, y no tengo puesta prácticamente ninguna expectativa de rendimiento en dicha prueba. Hace ya demasiados meses que no me siento especial, y cuando digo especial me refiero a que no me siento "trasplantado". Esa fue la sensación que tuve en la primavera de 2013 cuando mis piernas no eran mías, eran de otro que corría más que yo. Ahora, por desgracia, reconozco mi cuerpo, pero por suerte también disfruto con él. No soy tan rápido ni me siento tan fuerte pero soy yo y aquí sigo. En las sierras entre Yeste y Riópar espero sentirme vivo, espero disfrutar y lo demás debería dar un poco igual....no me voy a aburrir, 50 kilómetros de montaña dan para mucho.


JUEVES 22: LOS JUEVES SIEMPRE CON MERCEDES INCORPORADO

 

Se está convirtiendo en una buena costumbre, ¡y que dure!. Los martes y los jueves suelo salir con "Merche", y he de decir que en la medida que ella se encuentra mejor físicamente los entrenos en común se hacen más completos para mi. En esta ocasión nos fuimos dando rodeos al Cerro del Angel, el cual subimos campo a través por la cara sur, donde le costó a Mercedes subir y donde procuré que no lo hiciera andando. Ya bajando se encontró mejor, ¡normal!. La vuelta la hicimos a buen ritmo y completamos unos dignos 10 kilómetros en una hora y 2 minutos.

MIÉRCOLES 21: POR FIN LLUEVE Y YO A BUEN RITMO


 

El miércoles fue bastante desapacible en lo que a lo meteorológico se trata, sin embargo, cuando me dispuse a correr el viento dio una tregua, no así la lluvia, que a los pocos minutos de salir, comenzó a empaparme. A mi ni me importó mucho y me dirigí al Peral a buen ritmo, tratando de meter un poco de calidad. La vuelta la hice sin lluvia y mantuve las buenas sensaciones hasta el final, para realizar unos 12 kilómetros en 58 minutos.




MARTES 20: DOBLAJE OBLIGADO

 

El lunes un poco obligado por una serie de cuestiones de trabajo y otro poco motivado por la necesidad de descanso, me tomé el día libre en cuanto a entreno se refiere. Por ello el martes me procuré una sesión doble, eso sí, bastante descafeinada, por el hecho de no querer forzar demasiado la máquina. Al mediodía salí a correr en Manzanares por la zona de caminos que mejor conozco, todo para realizar unos 9500 metros caracterizados por el viento y también por mis buenas sensaciones. Fue un entreno hecho en progresión en el que acabé disfrutando para realizar 50 minutos exactos.

Por la tarde me esperaba el entreno con Mercedes. Como ella estaba cargada del esfuerzo del domingo, decidimos ir a la pista, lo cual me aburre bastante, pero sé que a ella le gusta de vez en cuando ir al "viejo polideportivo". Allí hicimos algo que en principio era un poco contraproducente para el estado físico de mi mujer: un circuito con gradas. Estuvimos casi media hora dando vueltas al mismo y nos sentó bastante bien (bueno, a mi mejor que a ella). 

Con este doblaje conseguí unos 14500 que compensaron el descanso del día anterior y sobre todo que me permitieron seguír con el buen ritmo de entrenos de los últimos días.






lunes, 19 de mayo de 2014

DOMINGO 18: 60 KMS EN 36 HORAS RÉCORD DE KILÓMETROS EN ENTRENOS

Ayer domingo conseguí unos números nunca antes alcanzados en entrenos: 60 kilómetros en 36 horas. Tras el buen entrenamiento del sábado, cuando hice 30,3 kilómetros, y después de la Media Maratón de Almagro, que aunque fue hecha de forma suave, salió a una media de 5´40´´, decidí salir por la tarde a realizar algo de calidad, así que rodeando por algún que otro camino, subí el Cerro del Ángel campo a través por su cara sur, la que hacía tiempo que no pisaba, y una vez arriba bajé por el carreterín y de ahí a casa. La vuelta fue rápida, a 4´20´´ y no llegué cargado.

Con esto se puede decir que es la segunda carga mayor que meto a mi organismo en tan poco tiempo, tras los 67 kilómetros de la Madrid-Segovia de septiembre del año pasado.

Lo bueno es que, si no pasa nada extraño, esta semana podré hacer una buena cantidad de kilómetros como base para la Quijote Legend.


domingo, 18 de mayo de 2014

LA CRÓNICA DE LA MEDIA MARATÓN DE ALMAGRO: MERCEDES AVANZA

Se trata de retos, no hablamos de retos magníficos o increíbles. Es en nuestra reducida esfera de actuación, en aquello que está en nuestras manos, allá es donde podemos trabajarlo, y eso ha hecho hoy Merche, trabajar por conseguir su pequeño e insignificante sueño. He entrado en la web de Marca y no he visto un titular que mencione lo que esta mañana ha conseguido, tampoco se hablará de ella en los foros deportivos (ni en los de alto nivel ni en los de ámbito popular), no la van a entrevistar en la revista Runners, ni tan siquiera se está comentando su mini hazaña en Valdepeñas o entre los compañeros de nuestro club el Pozo Norte, pero yo sé bien lo que hoy ha conseguido...., no en vano soy su marido.

Como decía en el párrafo anterior se trata de retos, a veces pequeños desafíos, con los que tratamos de superarnos, de sentirnos importantes ante nosotros mismos y de alguna forma contrarrestar el peaje que pagamos por existir. Mercedes lleva ella sola la casa, saca adelante a dos niños y lo compagina con un trabajo exigente a jornada completa. Pero parece que no tenía sificiente y desde que se ha enganchado a esto del running, también saca arrestos y tiempo para hacerse sus casi 40 kilómetros semanales saliendo a correr tras la dura jornada diaria. Diréis, "nada nuevo, eso ya lo he oido o incluso lo he vivido", sí lo sé, nada nuevo, pero se trata de mi mujer y estoy muy orgulloso de ellamporque esto que está ocurriendo hubiera sido impensable tan sólo hace un año, cuando apenas entendía el sentido de por qué hacemos deporte. Merche es diferente, o al menos así la veo desde los ojos del enamorado: su pundonor, la pasión que pone en cada carrera..., como si no tuviera otra cosa que hacer en su ya de por sí complicada vida, que enrevesarlo todo un poco más con tensiones, nervios, superación de cronos, etc. Es la naturaleza humana, no podemos cambiarlo...

Amanecía con la certeza de que hoy volvíamos a ser examinados. Bonita mañana, pero no muy fresquita; dejamos a lo niños aquí en Valdepeñas y fuimos todo ilusionados a Almagro, y al llegar lo de siempre, a charlar con los amigos.  Mercedes no podía ocultar su preocupación ante el obstáculo que suponía tener que volver a repetir la distancia más larga de su vida, sin saber como respondería su rodilla y con las incertidumbres generadas por el muy sufrido 10.000 de Manzanares de la semana anterior. Pero yo sabía que esta carrera no iba a tener nada que ver con la de hace 8 días, la cual se disputó en unas condiciones casi inhumanas. 


  

...Sonó el pistoletazo, bueno, en esta ocasión el silbato y comenzó de nuevo otra aventura, a ritmo vigilado, muy estudiado y fuimos avanzando sin preocuparnos por quién nos pasase  a quién pasásemos.




 

 
 La idea era ir a 5´40´´, pero se hacía difícil controlar esto cuando el Garmin desfasa tanto últimamente; el aparato me iba dando 5´29´´ de media cuando en realidad rodábamos más lento debido al descuadre de distancia. Mi mujer llevaba buen semblante y la muy buena logística de la carrera, con cachos de naranja, esponjas, ducha y agua en cada avituallamiento ayudó a ir refrigerando a mi señora esposa. Completamos la primera vuelta, la corta, e iniciamos la primera de las dos vueltas largas, de forma que Mercedes fue abriéndose paso casi siempre la misma frecuencia de zancada, sin bajones ni subidones, cayendo uno tras otro los kilómetros que el reto nos iba proponiendo. 





Pasamos por meta cuando quedaba poco más de 9 kilómetros para el final, y sabía a ciencia cierta que superaría el registro hecho en Madrid de 2 horas y 3 minutos porque se le veía bien, concentrada, y mejor le vi cuando se tomó su gel, eso que a mi tan mal me sienta pero que a ella, efecto placebo o efecto real, ¿quien sabe?, le hace crecerse y ¡de qué manera!. Y progresó, dejamos atrás el 14, 15, 16 cazando y cazando a más gente, sin abandonar el ritmo programado. Tan sólo sufrió un pequeño bajón por la impaciencia de terminar allá por el 17, pero le tuve que hacer ver que tenía en su mano bajar de 2 horas, y que no debía pensar en lo que quedaba, sino que estábamos haciendo un entrenamiento de ritmo en el que lo más importante era concentrarse en eso, en el ritmo. Salimos por segunda vez al camino asfaltado y allí dio un salto de calidad , cayó el 18, cayó el 19, sufrió un poco hasta el 20 y remató la faena en el último kilómetro con subidón incluido cuando comprobó como dejaba el crono en 1 hora 59 minutos  y 17 segundos tiempo real.

 





¡¡¡Reto conseguido!!!

sábado, 17 de mayo de 2014

SÁBADO 17: 30.300 Y MUY BIEN DE PIERNAS

Había programado una tirada larga similar a la del domingo pasado, sobre todo en distancia, pero con un cambio significativo, decidí ir sin camelbak, con las NB y sin agua. El recorrido era de algo más de 26 kilómetros, y el ritmo propuesto ligeramente por debajo de 5´30´´, y eso hice. Desde el comienzo fui disfrutando, sin hacérseme pesado. Así, recorriendo casi todos los kilómetros que llevan al norte, alcancé el camino que sube a los molinos eólicos de la Sierra del Peral, con casi 13 kilómetros recorridos en 73´. Tocó subir la dura cuesta de casi 3 kilómetros y que se pone en algún momento por encima del 20% y las piernas siguieron respondiendo perfectamente. El calor ya hacía acto de presencia, pero no estaba sintiendo sed. la bajada la hice sin forzar y tiré por una senda hasta llegar a una trailera pedregosa que derivó finalmente en el camino que me dejó al lado del Peral en la Carretera de La Solana. De ahí a casa cogí un ritmo suave pero constante de aproximadamente 5´05´´, y las piernas iban prácticamente solas. Alcancé mi casa con tan buenas sensaciones que decidí continuar hacia el Parque Cervantes, donde dí una vuelta y después volví a mi hogar dando un rodeo por el tanatorio nuevo. Al final unos 30,4 kilómetros en 2 horas 51 minutos, sin beber agua y  a un ritmo aproximado medio de 5´35´´ y la sensación que podría haber hecho otros 40 kilómetros, aunque quizá sólo sea una sensación


SEMANA NOVENA DEL PLAN PARA LA QUIJOTE LEGEND

En este plan un tanto "raro" que estoy siguiendo, creo que al menos estoy cumpliendo un objetivo fundamental: no relajarme de cara al periodo estival teniendo en cuenta los retos que tengo al comienzo del mismo (los 49 kilómetros de la QTC de la Quijote Legend) y al final del mismo (los 102 kilómetros de la Madrid-Segovia. Quizá no esté saliendo tal y como planeé, de forma que ni los kilómetros acumulados ni los entrenos exigentes están haciéndose realidad tal y como se veían sobre el papel, pero no me puedo exigir más. He de decir que mi estado de forma no es malo y que me encuentro con fuerzas para afrontar el reto del 1 de junio.

La novena semana hemos salvado la media, con 88 kilómetros bien repartidos, que han adolecido del porcentaje necesario de calidad, aunque sumando los entrenos del sábado y del viernes se puede decir que no estuvo mal. El sábado por la tarde tocó competir con Merche, en el 10.000 de Manzanares: el calor fue la tónica dominante y un poco más y mi mujer sufre un "jamacuco". El domingo me puse, tras un año en el armario, la camelbak y me calcé las Salomon; la idea era hacer 32,5 kilómetros suaves, y ni hice esa distancia ni lo que hice lo hice suave, al menos al principio, resultaron unos 23,5 kilómetros bastante buenos a 5´18´´ de media, rápidos teniendo en cuenta toda la logística que portaba sobre mis espaldas, pero a partir de ahí me sentí terriblemente mal, indispuesto digestivamente, de forma que tuve que cambiar el recorrido y alternar carrera suave con marcha andando, y ni aún así me sentí mejor. Sólo cuando vomité llegando a casa comencé a mejorar. Al final 30,5 kilómetros que terminaron de forma caótica, y que se completaron con un descalentamiento de 2 kilómetros adicionales hecho con Merche por la tarde. El lunes estaba totalmente recuperado del problema del domingo e hice un entreno corto de trail que me sentó muy bien, y en la parte final apreté para meter un poco de calidad. El martes hicimos 12,5 kilómetros suaves a 6´, de cara a la Media Maratón de Almagro, próximo reto de Mercedes, y algo parecido hicimos el jueves, tras el descanso que me procuré el miércoles. El viernes tocó calidad con un interval de periodos largos en los cambios exigentes que comenzó mal pero que terminó con muy buenas sensaciones.

Esta es la tabla:




VIERNES 16: UN POCO DE CALIDAD PARA TERMINAR LA SEMANA

Consciente de que tanto entreno lento me hace perder ritmo de competición, metí el entreno del miércoles, que al final no llevé a cabo, al viernes. Consistía en un interval más largo que en otras ocasiones con 5´fuertes y 3´moderados, así durante unos 40 minutos, a los que tenía que adicionar el tiempo de calentamiento. Fui hacia el norte con malas sensaciones que empeoraron cuando comencé con los cambios. No fue hasta que giré al oeste cuando comencé a encontrarme mejor, quizá debido a que la brisa del norte ya no me daba de cara. De ahí todo fue mejorar, yendo cada vez más redondo, y haciéndose casi más agradables los periodos rápidos que los moderados. Pronto alcancé la zona asfaltada del Camino de Membrilla y sin darme cuenta me vi en casa; por un momento pensé en continuar, pero decidí que había sido bastante con los 11.250 metros que me salieron en los que necesité emplear 53´. Los últimos 6.250 en algo menos de 27´ a una media de 4´20´´ que incluía los periodos lentos.


JUEVES 15: DE NUEVO CON MERCEDES

Tras parar el miércoles, algo que no estaba planificado, el jueves tocaba nuevamente salir con mi mujer. No tenía muchas ganas de exprimirse porque sin duda se está reservando para lo del domingo, pero pensé que le vendría bien una tirada medio larga, para sus necesidades, teniendo en cuenta que tendría viernes y sábado para descansar. Fuimos hacia el noreste por el Paseo del Cementerio, cogiendo la Carretera de San Carlos del Valle para en seguida coger un camino asfaltado, ya más hacia el este. El viento nos daba en contra y no es que fuese muy intenso, pero si desagradable, de forma que entre eso y que Merche se sentía "floja" resultaron unos 6,5 kilómetros bastante duros y desagradables para ella. La cosa cambió cuando alcanzamos la plantación de pinares donde girábamos para volver por el camino que termina en el Tanatorio, ya que desde ese momento el viento nos dio "de culo" y además la pendiente tendía a ser negativa casi siempre. Fue ahí cuando Merche comenzó a coger ritmo y se puso en algún momento en 5´10´´. Aún así no iba redonda del todo, pero uno tiene días y días. Alcanzamos el pueblo y pronto nos vimos en casa en 77´para hacer 12500 metros, con una media que se estropeó bastante en la primera mitad

MARTES 13: NOS VAMOS AL HOTEL MERCHE Y YO

Curioso que repare justo ahora que el martes pasado fue "martes y trece". Realmente me da igual puesto que no soy supersticioso. Lo importante es que tocaba salir a correr nuevamente juntos, y aunque el título de la entrada puede llevar a engaño, lo que hicimos fue correr, no irnos de asueto a un hotel; mejor dicho, corrimos hasta llegar al Hotel El Hidalgo que está a seis kilómetros de Valdepeñas. Lo hicimos por la vía de servicio del margen izquierdo de la AIV, sentido Madrid, sin duda un circuito que se hace de esta forma menos duro, porque la vuelta se hace menos complicada. Lo peor de la ida fue la brisa en contra, aunque para mi no era excesivamente molesta, pero sí para mi mujer. Alcanzamos el puente de la autovía y regresamos por la otra vía de servicio cogiendo cada vez más ritmo, y a pesar de los repechos Merche lo hizo bien, cogiendo confianza para la Media Maratón de Almagro que tenemos mañana, y a su vez quitándose de encima un poco el fantasma del sufrimiento padecido el sábado en el 10.000 de Manzanares. Llegamos a casa con mi mujer fuerte, para un entreno que nos llevó 75´para una distancia de 12,5 kilómetros, a un ritmo medio clavado de 6´el kilómetro.