Tan sólo me quedaba rematar la semana, y eran pocos los kilómetros que tenía encima de la mesa, así que no me costó decir que sí cuando Mercedes me dijo que saliésemos juntos a eso de las 21:00 horas. Ella está regular de sus rodillas, pero no quiere perder el ritmo, así que comenzamos suave, pero pronto fuimos apretando, exigiéndole a ritmos que por momentos bajaban de 6´. La vuelta por el Camino del Peral se hizo más rápida aún, aprovechando que tan sólo sentía molestias y pudimos realizar un buen entreno, sobre todo para ella, y una sesión que a mi me permitió cerrar los 101 kilómetros programados. Al final algo más de 9 kilómetros.
Para terminar la semana un premio, poder descansar el viernes...
No hay comentarios :
Publicar un comentario