RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 18 de julio de 2014

VIERNES 18: POR LAS MAÑANAS TAMBIÉN SE PUEDE

Sólo quedaba rematar la semana, la dura semana, y aunque tenía planificado el entreno para el jueves, finalmente cambié de planes y decidí descansar ese día y correr el viernes por la mañana. Madrugué amaneciendo totalmente dormido, con un ojo abierto y otro negándose a abrirse. Pero tras un café vi las cosas de otro color a los pocos minutos de entrar la cafeína en mis venas. Así que salí de casa sin pasar una pizca de frío porque a las 06:45 ya harían tranquilamente 23 grados. Me fui hacia la zona del Cerro del Ángel, para luego volver por la vía de servicio hacia el Parque Cervantes buscando realizar un calentamiento largo. Llegué a este recinto cuando llevaba 28 minutos corriendo y entonces comenzó la calidad: 5 vueltas de un kilómetro de largo con 700 metros fuertes y 300 suaves. La mejor fue sin duda la tercera y la peor la primera, aunque he de decir que no me costó mucho realizar el entreno. Satisfecho, regresé a casa suavito para completar unos 11.500 metros con los que se terminaban la tercera semana del plan para la Madrid-Segovia.

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