RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 25 de agosto de 2014

MIÉRCOLES 20: RODANDO A RITMO TRAS LA CENA

Se ha convertido en una costumbre eso de correr tras la cena, aunque con la llegada del otoño estoy seguro que dejaré de hacerlo. Me puse el frontal y salí por la Carretera de San Carlos para luego ir al Paraje del Peral  a ritmo suave a la espera de calentar. Mejores sensaciones que en los dos días anteriores, así que comencé a echarle leña a la máquina de vapor y el fresquito hizo el resto pudiendo completar un buen entreno de 12,5 kilómetros en 57 minutos. Sin duda vendrían muy bien en el acumulativo de esa semana.


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