RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 28 de septiembre de 2014

MIÉRCOLES 24: VUELVO A CORRER Y CON MERCEDES

Tras un merecido descanso el lunes y el martes, sobre todo para comprobar que no me surgían molestias reseñables (tan sólo algo de agujetas en los gemelos), el miércoles por la noche Merche y yo nos fuimos a correr suave por el Parque Cervantes. Allí nos encontramos con Jose María Camacho y estuvimos dando unas vueltas con él. Me encontraba muy bien, cero molestias y pude hacer cinco kilómetros a buen ritmo mientras charlábamos. Pero llegado a este punto decidimos regresar a casa porque el tibial derecho comenzó a quejarse alarmantemente. El kilómetro y medio hasta llegar a nuestro hogar me preocupó un poco porque la molestia se convirtió en dolor y llegué regular. Sin embargo, tras el descanso del jueves, volví a salir el viernes y ya no me ha vuelto a molestar. Creo que se debió a la presión que ejerció la lengueta de mis NB sobre los tendones de la articulación, pero creo que ha quedado en anécdota. Hicimos 8 kilómetros justos.


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