RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 14 de octubre de 2014

DOMINGO 12: NO HAY MAL QUE 100 AÑOS DURE NI CUERPO QUE LO RESISTA

Ya lo dice el refranero, y bien sabio qué es. Cuando la cosa se pone fea del todo llega la muerte y se resuelve el 100% del problema, pero cuando sólo son tormentas en el camino uno tiene que esperar a que vuelva a salir el Sol. Eso ocurrió el domingo, cuando Merche y yo salimos por la tarde a realizar una tiradilla que se alargó bastante. Hacía fresquito y pronto puse a mi mujer a realizar continuos cambios de ritmo que nos llevaron a buen ritmo hacia el Peral. Pasamos por dicho paraje y regresamos a casa por un camino ya medio de noche para girar por otro y alcanzar el Camino del Peral, siempre realizando cambios de ritmo aleatorios en un claro juego de fartlek, a veces más intensos, otros más largos, pero siempre aleatorios y casi siempre aprovechando terreno favorable en pendiente para apretar. Mercedes respondió bien y resultó un gran entreno para ella y una correcta sesión para mi de unos 75 minutos y casi 13 kilómetros.

Lo mejor es que sentí que mis piernas fluían y que regresaban mis ganas de correr.




No hay comentarios :

Publicar un comentario