RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 17 de noviembre de 2014

LUNES 10: LA ÚLTIMA SEMANA ANTES DE LA MARATÓN DE VALENCIA. COMIENZO CON UN DOBLAJE

Afrontaba la recta final antes de la temida Maratón de Valencia con poca expectación y en definitiva poca esperanza. No me refiero a esperanza de hacer una buena marca, sino a esperanza en general, a eso que podríamos denominar la "fe del runner". Aún así, tras haberme tomado el sábado y el domingo de descanso y tras el considerado mal entreno del viernes, necesitaba hacer un último intento justificativo para no llegar totalmente negativo a la capital del Turia. Por ello decidí doblar, eso sí, un doblaje suavón. Salí a correr en el descanso de la comida en el trabajo, en Manzanares, y tras unos 18 minutos de calentamiento hice 18 sucedanios de series de unos 125 metros, sin recuperación prácticamente. Luego hubo que hacer el camino de regreso y tras unos 50 minutos totales de sesión me dí por satisfecho en esta primera parte del doblaje. Por la noche costó más ponerse la ropa de correr, pero lo hice y tras acercarme al parque tuve la suerte de encontrarme allí a Juan Crespo, que estaba haciendo una sesión de trote a ritmo medio. Las piernas estaban enchufadas así que me uní a él y mira usted por donde que con la charleta se me yendo el santo al cielo y un poco más y hago una hora a un ritmo cercano a los 5´el kilómetro, por debajo en muchas fases, diría yo. Al final me salió una segunda fase magnifica en todos los sentidos y había acumulado en un día 21 kilómetros muy majos que me hicieron sentir mejor.

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