RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 3 de noviembre de 2014

MIÉRCOLES 29: SIN UN RUMBO FIJO Y SIN SABER ADÓNDE

No tenía por qué salir pero lo volví a hacer. Las piernas se habían quedado bien del día anterior y me apetecía correr más pausado. Fui al parque y allí me encontré con Enrique Cidfuentes y sus series (admiro con que naturalidad afronta Enrique un tipo de entreno que a mi me resulta tan desagradable). Dí cuatro vueltas al recinto, la última con él que ya se iba a casa en su fase de descalentamiento, y tras esto salí del parque para dar una vuelta al circuito que rodea Frimancha. De ahí cogí dirección a Felix Solís, después a la vía de servicio hasta la Avenida de las Tinajas y a casa. Las sensaciones no fueron la leche, pero no me preocupaba, tan sólo corría por descargar un poco.

11 kilómetros más en una semana que iba a ser de poco acumulado.

No hay comentarios :

Publicar un comentario