RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 3 de noviembre de 2014

SÁBADO 1: CORRIENDO POR DESPEÑAPERROS CON NUESTROS COMPAÑEROS DEL EXTENUACIÓN

Finalmente y contra todo rponóstico convencí a Mercedes para que se viniera a correr a Despeñaperros en una sesión de entreno que organizaban algunos miembros del Extenuación Valdepeñas. El viernes por la mañana lo habíamos pasado en el Hospital de Ciudad Real donde Merche había estado haciéndose pruebas de alergia y asma, y por la tarde nos fuimos los cuatro a Linares, aprovechando el día de vacaciones que nos habíamos cogido los dos (los niños tenían festivo). Nos levantamos a eso de las 7 de la mañana, desayunamos y dejando a los niños durmiendo, nos fuimos al Viso del Marqués donde partiría el entreno. Llegamos justo a tiempo de colgarnos la mochila y salir pitando. Por delante nuestra dos circuitos: Viso del Marqués-Miranda del Rey ruta larga con algo más de 34 kilómetros, y el más corto Viso del Marqués-Miranda algo más duro pero más corto, 24,5 kilómetros. La noche anterior había cargado el track del corto en mi Garmin (la primera vez que iba a utilizar este aparato como GPS guiador), así que cargado con mochila, barritas, frutos secos, algún gel y muy ilusionado por compartir la aventura con Merche, salimos todos desde el bonito palacio de esta localidad.

Comenzamos a ritmo suave todo el mundo, pero pronto nos fuimos quedando Mercedes, Juan de Dios y yo. Juande tenía previsto ir a un ritmo similar al nuestro por lo que haríamos buena simbiosis. La mañana era muy agradable y el paisaje bonito, y cada vez se fue poniendo más interesante conforme fuimos aproximándonos a Despeñaperros. Fui dando isotónica, nueces, barritas a mi mujer y sus piernas fueron respondiendo perfectamente, de forma que el disfrute fue total cuando entramos en plena sierra, entre lagunas, rios, árboles y estupendas pistas forestales. El Garmin nos iba indicando con la flecha el camino a seguir y sin embargo nos despitamos desviándonos de la ruta, pero pronto me avisó y regresamos sobre nuestros pasos. Llegó lo duro: unos cuatro kilómetros en los que tocaba subir un porrón de metros y Merche y Juande lo hicieron corriendo a veces, andando otras, y yo procuré no andar. Llegamos a lo alto con unos 16,5 kilómetros recorridos, con un tiempo magnifíco y tras una brevísima parada iniciamos la bajada, ya a un ritmo más alto. La bajada técnica provocó molestias en la rodilla maltrecha de Merche, pero apretó los dientes y cuando el terreno se puso menos irregular el dolor le remitió. El ritmo comenzó a ir por debajo de 5´20´´ y más cuando los dos o tres extenuados que estaban haciendo la ruta larga nos adelantaron. Merche de picó un poco y fruto de ese piqué sufrió un pequeño accidente: dio con sus huesos en el suelo por un tropezón, pero se levantó inmediatamente y como si nada hubiera ocurrido siguió al mismo ritmo. Finalmente, tras 3 horas y 4 minutos de aventura, alcanzamos Miranda del Rey donde ya había gente esperando. Un par de minutos después llegó Juan de Dios y también fue llegando el resto de compañeros que venían de la ruta larga.

Mercedes se estuvo limpiando las heridas, pero lo mejor del todo es que se encontraba con fuerzas para haber seguido. Eso sí, unas horas más tarde estaba totalmente molida.

Buen entreno, quizá no por la intensidad, pero sí por la experiencia y por el paisaje. Estupendo poder haber compartido esta sesión con Merche. Finalmente unos 26 kilómetros, récord absoluto de distancia para ella.






2 comentarios :

  1. Muy buena y placentera sesión Javier, veo que Merche sigue a topoe, dale recuerdos.

    Saludos, Emilio Díaz.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Emilio. Supuso correr por unos parajes muy bonitos

      Eliminar