Uno pone la tele y ya no se da ni cuenta de cuanta energía negativa sale por la misma, creo que nos hemos acostumbrado a tragar noticias a las cuales nos hemos hecho inmunes. La vida sigue, pero ¿cómo sigue?. Por suerte descubrimos el running y todo lo malo sale en forma de sudor por nuestros poros. Tengo 44 años y quisiera que muchas cosas no fueran como son, y en la medida de mis estrechas posibilidades trataré de aportar mi granito de arena para cambiarlas, pero ¡ahh!, cuando termina la jornada y llega mi horario libre, donde nadie me aliena, me calzo mis zapatillas y me siento libre. Para Mercedes es algo parecido..., somos felices juntos, somos una familia, pero el entorno está ahí y muchas cosas de él no nos gusta, así que salir a correr también es una válvula de escape. El jueves volvió a tocar salir juntos, y que toque un millón de veces más. De nuevo el circuito de los Cerros de la Aguzadera, esta vez en el sentido que supone menos pendiente ganada y Merche se puso pronto como una moto, la llevé verdaderamente "apretada" y nos cuajamos los casi 8,5 kilómetros en 47 minutos pelados, lo que indica que la llevé compitiendo y ella sin darse cuenta; a eso hay que sumarle que más del 40% del recorrido es en tierra, que era de noche y que había cuestas.
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