RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 28 de febrero de 2015

EL PLAN COMPLETADO EN ESTOS DOS MESES Y MEDIO

Cuando el 13 de diciembre comenzaba este plan tenía claro dos cosas: iba a llevarlo a cabo de forma paralela con los entrenos de Mercedes. Por otra lado la incertidumbre mayor y el problema a resolver era mi debilidad muscular en los isquiotibiales de mi pierna derecha.

He jugado con barajas nuevas, he tratado de incluir cambios y creo que en gran medida he conseguido buenos resultados. Por ejemplo:

  1. He cambiado sustancialmente mi forma de correr consiguiendo algo impensable haya por diciembre, una recuperación completa de la zona afectada que ya no me da problemas. Incluso cuando mis isquios estaban relativamente bien sentía molestias y tensiones en la parte posterior de mis piernas y con el cambio mencionado he conseguido que estas desaparezcan. La carga de trabajo se reparte ahora mejor en mi grupo de músculos y sí es cierto que he sufrido ligeras molestias en el tendón de aquiles derecho y pequeñas cargas en los gemelos, pero nada más. 
  2. He hecho muchos kilómetros con unas zapatillas rápidas que tenía desahuciadas lo que haciendo la lectura correcta del hecho me invita a pensar que esta circunstancia me ha ayudado muy mucho en mi recuperación. Las Mizuno siguen sin entusiasmarme pero ahora morirán dignamente bien hechas polvo y me han dado entrenos que pasarán a la historia de mis recuerdos.
  3. Entrenos intensos como no tenía constancia: en enero y en febrero, coincidiendo con los cambios mencionados he conseguido entrenar rápido, pero rápido como no recordaba. Han habido algunas sesiones en las que he obtenido medias muy buenas para mi desempeño, y casi todas hechas por caminos y de noche. El método ha seguido siendo el del interval o el fartlek, porque el formato de series no me seduce.
  4. No he trabajado la fuerza todo lo que tenía previsto, pero como muscularmente me encuentro bien no me preocupa mucho este aspecto. En cambio he trabajado el ritmo de maratón más de lo previsto. Sí que echo en falta tiradas más largas, pero esas están por llegar.
  5. La variable fundamental ha sido la constancia: 965 kilómetros en 77 días a una media diaria de más de 12,5 kilómetros y semanal de casi 88 kilómetros. De esos 77 días tan sólo he disfrutado de tres descansos, dos de los cuales en la primera semana, es decir, 1 descanso en 70 días, incluyendo un total de 3 doblajes, lo que hace un total real de 80 sesiones. La tirada más larga de 22,50 kilómetros, pero muchos kilómetros hechos por debajo de 5´ de media, con calentamiento más agresivos y ritmos en ocasiones por debajo de 4´
  6. Consolidación de los ejercicios de estiramientos. Por fin me he marcado la rutina de estirar bien tras cada entrenamiento. Esto ha favorecido el que haya ganado mucho en flexibilidad lo que he notado en mi carrera.
Esto en cuanto a mi. En cuanto a Mercedes, su plan ha sido más informal, con muchos menos kilómetros, consiguiendo en alguna semana acercarse a los 50, pero rondando una media de 40-42. Sin embargo, ha conseguido grandes mejoras de rendimiento de forma que en la actualidad ya corre la media maratón en 1 hora 53 minutos, cuando en diciembre rondaba las dos horas. Ha rodado a muy buenos ritmos aunque ha arrastrado molestias en muchas fases, lo que quizá sea una consecuencia del aumento de intensidad de sus entrenos. Me preocupan dichas molestias y su falta de fortaleza muscular, asignaturas pendientes que habrá que aprobar en la revalida de primavera, porque agosto se nos va a echar encima.








VIERNES 27: FIN DE ESTE MESOCICLO Y SACO CONCLUSIONES

Ayer corrí a eso de las 14 horas en Manzanares; fue una salida corta, lo justo para terminar la semana, casi el mes y el plan de 11 semanas que inicié el 13 de diciembre. La despedida a esta planificación estuvo marcada por el viento que me hizo bien la puñeta en algunas partes del recorrido a dos vueltas que me puse. En las zonas donde no me soplaba de cara cogía buen ritmo, pero me tocaba sufrir en otras zonas, como en otras ocasiones en este invierno. Hice algo más de 9 kilómetros, pero no medí crono, por no apetecerme y tras la ducha me sentí muy bien, porque tras 41 días seguidos no he dejado de correr, la mayoría de las veces de noche, y en este día iba a poder salir a tomar unas cervezas con mi familia sin tener que pensar en entrenamientos durante unas horas.

Lo dicho, se ha terminado. Ahora comienza otra fase, y he de decir que estoy un poco perdido en relación a la misma porque no sé muy bien hacia dónde tirar, tanto en lo que respecta a mi como en lo referente a Mercedes.


JUEVES 26: UN DÍA MALO DE MERCEDES

Sé que mi mujer goza de un buen estado de forma, seguramente el mejor de toda su vida, lo cual tampoco es un gran logro puesto que no había practicado deporte antes y ahora los progresos le van llegando relativamente rápido. Pero junto con esa progresión también muestra una irregularidad preocupante en forma de molestias y problemas que a mi particularmente me hacen dudar. El jueves quería hacer con ella una sesión de cuestas por las sendas del Cerro del Ángel, así que de noche, como siempre, nos fuimos camino a nuestro querido montículo. Se había calzado las Adidas Kanadia para la ocasión, esas que tampoco le gustan últimamente ya que le cuesta moverlas y le causa molestias en los gemelos, pero es que por sendas con cuestas no van bien sus NB´s. Además estaba en esos días del mes que también les están causando problemas en los últimos tiempos, con bajadas de hierro demasiado altas. El caso es que subió por el camino empinado sin que se le subieran mucho las pulsaciones pero bastante floja e incluso mareada. Descendimos por el carreterín y subimos por el otro camino (el orientado hacia el norte), algo menos empinado que el primero y no necesitó más de 40 segundos para decirme que se mareaba, pero se mareaba como para caerse. Finalmente consiguió subir y ya en la bajada de nuevo por el carreterín se recuperó bastante, sin embargo fuimos despacio y no se encontró bien. Cuando llegó a casa tuvo que tumbarse en el sofá porque la cabeza le daba vueltas. Así que un entreno bastante accidentado que no sirvió para mucho, unos 8 kilómetros y medio que particularmente sólo me sirvieron para sumar y no descansar y a ella si cabe para aprender un poco más a sufrir.


jueves, 26 de febrero de 2015

MIÉRCOLES 25: LA NOCHE ME ABSORBE EN OTRO INTERVAL QUE HACE PALPITAR LAS PIERNAS

Otra noche más, pero siento que la primavera viene a salvarme para así escapar de la tentación de caer en la desidia. El invierno está siendo largo y el cuerpo pide a gritos que llegue la tan deseada estación de las flores, con sus tardes más largas y las temperaturas más suaves. Luego ocurrirá que la primavera se pasará en un visto y no visto y llegará el verano que pronto nos hará echar de menos el fresquito. En esta ocasión tenía pocas ganas de medirme en un entreno exigente por lo que no encendí el crono y salí hacia la Vega del Peral a buen ritmo pero sin presión alguna. Cuando hube llegado a un árbol en la margen derecha del camino, punto que tenía preestablecido, comencé con los cambios de ritmo poniendo en reloj en marcha.Tocaba 3´fuertes y 2´suaves y no necesité más que el primer cambio para sentir como las piernas notaban el esfuerzo. Aún así tenía ganas de machacarme, así que fui avanzando a buen ritmo de forma que incluso los cambios lentos se hacían bastante alegres. En nada me puse en el Peral y cuando menos me esperé ya estaba en el carril bici paralelo a la Carretera de La Solana. Eso sí, las piernas iban un poco cargadas. Llegué a casa con la sensación de haber hecho de nuevo un buen entreno, de los que se asimilan bien, y mejor feeling tuve cuando ví que los 8,8 kilómetros que había durado el interval los había recorrido en 37´18´´, a una media de 4´14´´, lo que prácticamente supone el ritmo objetivo para Helsinki. Por tanto13200 metros que se acumulan en la sesión número 39 sin que haya mediado descanso. El domingo tengo pensado parar ya que el sábado termino el mesociclo de fuerza.


miércoles, 25 de febrero de 2015

MARTES 24: ESPERO AL OPTIMISMO EN LA ESTACIÓN TRAS 38 SESIONES SIN DESCANSO

...Y la cosa mejoró, casi no cabía que ocurriese otra cosa; de esta forma el martes ya veía todo con algo menos de negatividad, con una mayor dosis de realismo, qsue siempre viene bien. Pensándolo bien diciembre fue un mes malo, con mis molestias en los isquios que me preocupaban y mucho,  y justo ahora puedo decir que estoy mejor que entonces en casi todos los sentidos; pero nadie escapa a los efectos de un mal día.

Recogí a Mercedes en el trabajo y nos abrigamos bien, aunque luego se demostró que no hacía apenas frío y que casi sobraban fundas. La sesión no pintaba muy exigente, algo menos de 10 kilómetros en los que se trataba de que Mercedes regenerase del esfuerzo del domingo. Sin embargo poco a poco nos fuimos animando y finalmente terminamos volviendo a casa a muy buen ritmo. Mercedes no tuvo problemas con la rodilla que le había molestado el domingo por la tarde y yo no me encontré mal.

Al final 9.750 metros en algo más de 55 minutos.


martes, 24 de febrero de 2015

LUNES 23: SINTIÉNDOME EN UN POZO. Y NO ERA EL POZO NORTE

Ayer no fue un gran día. Fue uno de esos lunes en los que no tienes delante una cuesta, sino una muralla. Mi carácter más natural y estable se agrió por completo y por momentos sentí que la alegría se había marchado lejos de mi. Además, me encontraba físicamente cansado, sin motivación alguna y teniendo más preguntas que respuestas. Supongo que es algo que nos pasa a tod@s pero como no estoy más que en mi propia alma no puedo saberlo con certeza. El caso es que este estado de ánimo repercutió en la forma en la que me veo como corredor, de forma que me estuve planteando que lo de ir a muerte a Helsinki, entrenar duro a diario y esforzarme por las noches carecía de sentido, creyendo que eran acciones inútiles de un tonto. Afortunadamente hoy lo veo todo de un color más agradable, y entiendo que estos retos que nos planteamos y por los cuales luchamos son los que nos dan la vida, aunque no sean importantes para nadie salvo para nosotros y como mucho nuestros más allegados. Así que como del pozo sólo cabe mejorar, hoy estoy haciendo grandes progresos ascendiendo no sin esfuerzo por la cuerda hacia la luz.

Ni que decir tiene que lo más difícil fue cambiarse de ropa y ponerse las zapatillas. Me sorprendí sentado en la escalera de mi casa tras llevar varios minutos poniéndome y atándome las Mizuno. Se ve que pensaba que si lo hacía despacio habría algo o alguién que me eximiría de salir a correr. Podréis pensar que para entrenar con esta desgana lo mejor es no hacerlo, pero es que no estoy pasando por mis mejores momentos y por ello me está contando sacar adelante esta planificación. Al final salí corriendo y aunque sin desconectar los malos pensamientos del todo al menos me sentí mejor, porque corriendo siempre curo muchos de mis males y mato muchos de mis problemas. Los Cerros de la Aguzadera me vieron pasar no a un gran ritmo, pero tampoco iba suave del todo. Sin apenas molestias del día anterior se podría decir que el único músculo que no iba funcionando del todo bien era el que se aloja en mi cabeza. Subí la cuesta hacia el Cerro del Ángel y llegado a su falda subí por el carreterín absorto en mis pensamientos. Bajé por el camino pedregoso y volví a subir por el carreterín para volver a bajar nuevamente por el camino poniendo en peligro mi espalda y mis tobillos, pero no pasó nada raro. Regresé por la vía de servicio y alargué la sesión yéndome al Parque Cervantes. Sin duda estos fueron los mejores momentos porque por unos instantes conseguí desconectar y olvidarme de lo que soy y no pensar en lo que hago en este mundo. Pasé a buen ritmo por dicho recinto y llegué sin más historia a casa. No me preguntéis el crono porque no lo conecté; no me interesaba medir el tiempo, en realidad no me interesaba medir nada.

Sé que salieron unos 12 kilómetros que me llevan a un buen inicio de semana, un buen consuelo para mi maltrecha autoestima. En tres días me he colocado en casi 50 kilómetros y esto me hace pensar que no tendré que realizar grandes esfuerzos para conseguir nuevamente otros 90 kilómetros de aquí al viernes.


lunes, 23 de febrero de 2015

LA CRÓNICA DE LA MEDIA MARATÓN DE VALDEPEÑAS 2015: MERCHE CONSIGUIÓ UN INSOSPECHADO PODIUM

Tras un sábado por la tarde en el que tanto Jorge como Inés corrieron en las carreras minis que organizaba el Ayuntamiento de Valdepeñas, y lo hicieron sin destacar pero disfrutando, llegaba nuestro turno el domingo por la mañana con nuestra participación en la Media Maratón de Valdepeñas. Era una cita claramente marcada en el calendario de mi querídisima esposa, ya que se trataba de su sexta media en 9 meses (antes jamás había corrido ese tipo de carreras), y su primera en Valdepeñas, el pueblo donde residimos. Y eso de correr en casa es lo que tiene, que tensiona más y hace que uno sienta el peso de la responsabilidad. No era mi caso ya que iba a acompañar a Mercedes y para mi, en cuanto a la exigencia física, no iba a ser más que un entreno largo y a ritmo medio. Hacia frío y nos costó quedarnos en ropa ligera, de hecho yo no me quité la camiseta interior. Tampoco calentamos gran cosa, el caso es que la hora de salida nos sorprendió no haciéndose mucho esperar. Sonó el pistoletazo y desfasamos más o menos medio minuto; ¡ya estábamos en otra media!. Los primeros 300 metros fueron un caos con gente que iba extremadamente lenta por delante, y es que creo que salimos demasiado retrasados. Tuvieron que pasar al menos 4 minutos para poder comenzar a correr con algo más de espacio y menos molestias. Aún así el primer kilómetro salió rápido, a 5´10´´ y como veía bien a Mercedes, le hice que se pegase a mi y le propuse un ritmo más vivo del inicialmente previsto. Pasamos la Calle Seis de Junio sin mayores problemas, bajamos bastante rápido por la Avenida de las Tinajas, regresamos por la misma, acometimos la cuesticilla de la Calle Amapola y bajamos bien rápido por la Plaza de España 




La media de ritmo iba saliendo muy bien: 5´18´´ y así pudimos pasar la primera vuelta, justo en el kilómetro 10 en un tiempo que se acercaba a la mejor marca de mi mujer en esa distancia: 53´06´´. Como no iba sufriendo pensé que iba a bajar con holgura su mejor marca, recién hecha en enero en la Media Maratón de Santa Pola, con 1 hora 56 minutos 32 segundos. En la cuesta inicial de la Avenida del Sur se agobió un poco porque tenía que tomarse el gel y para colmo nos adelantó el globo de la hora y 55, pero visto el ritmo sabía que iban más rápido de lo que marcaba la banderita y le dije a Mercedes que no se agobiara, algo que no pude evitar. La cuesta de Seis de Junio fue dura pero la llevó bien y se fue animando adelantando a gente, mucha de la cual se había pasado claramente de ritmo. Lo peor sin duda fue la vuelta que dimos por la calle Bodegas Morenito, porque psicológicamente agobia un poco salirse del recorrido de esa forma, pero aunque la media ya se situaba en 5´23´´, mi mujer conservaba buen ritmo y bastante regularidad a pesar de la dificultad de la altimetría. Pasó el mal trago de la Calle Amapola, donde se tomó una cápsula de glucosa y disfrutó en la zona de bajada hasta el canal, y fue allí donde le ví con los deberes hechos porque su cara no mostraba sufrimiento, y salvo cierto agarrotamiento de su rodilla mala, iba bastante entera. El último kilómetro, bastante duro en cuanto a pendiente, lo hizo muy bien, apretando, y pudo dejar el crono en unos magnificos 01:53:45, bajando en casi 3 minutos su anterior mejor registro






Pero cual fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que había quedado tercera de su categoría como local, así que por suerte tuvimos que esperar a que subiera al podium, y aunque la espera fue larga mereció la pena. Sin embargo, lo más importante fue su mejora de rendimiento, sobre todo de cara a su cita en agosto con la Maratón de Helsinki.

Ya por la tarde, antes de anochecer nos fuimos los dos al Parque Cervantes a descalentar, y al poco de ponernos comenzó a tener fuertes pinchazos en su rodilla, claramente síntoma de cintilla, algo que no nos preocupó mucho. Ya en casa tuvimos una larga sesión de estiramientos y hoy me dice que "está molida". No me extraña.



SÁBADO 21: NO HAY DESCANSO PARA LOS TONTOS QUE CORREN

Los tontos que corren.... No todos los que corremos somos tontos, sólo un porcentaje que tiende a ser pequeño. Es obvio que no todos los tontos existentes corren, de nuevo son éstos un pequeño porcentaje de esa población especial. He descubierto que pertenezco a ese segmento, por desgracia para mi. Las razones de mi descubrimiento no vienen a cuento y por ello no las voy a dar a conocer aquí, porque uno es tonto, pero no quiere serlo mucho, tan sólo hasta donde su naturaleza muestra a los demás.

Lo que si puedo decir es que el sábado por la mañana tenía ese sentimiento acomplejante quizá motivado por el hecho de no poder escapar de mi autoobligación y mentalmente necesitaba más que nunca un descanso; pero el récord estaba ahí, a la vuelta de la esquina, y ya que no subo a podiums ni tengo ni tendré el reconocimiento de nadie, cosa que por otro lado tampoco busco, sólo me quedaban estas pequeñas metas y herramientas motivaciones que hacen que no me relaje. En este caso es la barrera de las 35 sesiones seguidas unida a lo marcado como kilometraje semanal para este mesociclo. Además, al día siguiente tocaba correr con Merche la Media Maratón de Valdepeñas y por tanto esa mañana del día previo a la cita no podía escapar a mis demonios. Fue a eso de las 13 horas cuando finalmente salía por la puerta de casa ataviado para la ocasión; finalmente para hacer unos 13.100 metros por la Carretera de San Carlos del Valle para subir luego al Peral y vuelta a casa. No me sorprendió comprobar que desde el principio me estaba exigiendo bastante, y eso que notaba los efectos nocivos de la sesión de hacía menos de 16 horas. Pasé el kilómetro 5 en unos 24 minutos pelados y desde ahí el terreno se me ponía favorable, así que pude meter una marcha más. Volví por el Camino de Membrilla a ritmo bastante alegre, tanto que sentía como por momentos mis piernas se quejaban, y llegué a casa en 58 minutos y medio, habiendo hecho los últimos 8 kilómetros en 34 minutos, es decir, una buena media teniendo en cuenta las circunstancias.

Salvé la situación y al final he salvado con dignidad el fin de semana.



VIERNES 20: AUTONOMINARSE PARA UN PREMIO QUE NO VAS A RECIBIR JAMÁS

Dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa, ¡no sé yo!. Medirnos y compararnos con otros, dos acciones a las que estamos acostumbrandos los corredores, y creo que de forma casi inevitable, y entre medias el esfuerzo como vía para que nuestras mediciones nos den datos que supongan buenas noticias y también para que nuestras comparaciones, odiosas o no, nos pongan en mejor lugar. Quiero pensar que me mido pero que no me comparo y tiendo a pensasr que me esfuerzo tan sólo por mejorar, y no por ganar a nadie, porque al fin y al cabo somos populares y nada más.

Hechos estos incisos el viernes se volvió a hacer muy duro para mi cumplir mi plan y alcanzar los 90 kilómetros semanales. Para llegar a esta cifra tuve que salir de noche, casi sin ganas, a realizar un circuito por la zona noroeste del pueblo. Ese cuadrante no lo suelo transitar mucho y menos de noche y un viernes, pero es que estaba cansado de los caminos del norte y del noreste, y el sur no lo pateo mucho, la verdad. Así que tras marcarme un circuito de unos 13,7 kilómetros hice de tripas corazón y me fui tratando de no darle muchas vueltas a la cabeza; al fin y al cabo no hacía mala noche y no era desagradable correr. Pronto comencé a progresar en mi ritmo y sin mucha chispa y motivación me ví jadeando en medio de la oscuridad hospiciada por la luz del frontal. Como ya me olía que iba a acabar metiendo caña me había dejado el crono en casa y corría sin referencias....

Todo terminó como casi siempre, con bastante satisfacción por haber cumplido mis deberes, y es el momento de enlazar con las reflexiones iniciales de esta entrada: dudo bastante de que estos esfuerzos, esta dedicación por cumplir se traduzca con certeza en los progresos que espero y deseo, pero sé al 100% que no hay otra forma de llegar a donde quiero que pasando por aquí.

Así que terminó otra semana más, con algo más de 90 kilómetros, y si hubiera un premio a la regularidad me gustaría que alguien me hubiese nominado a él, pero estoy solo en esto y no queda bien eso de autonominarse.


viernes, 20 de febrero de 2015

JUEVES 19: PROBANDO EL CIRCUITO DE LA MEDIA MARATÓN DE VALDEPEÑAS

Ayer tocaba correr con Mercedes y como ella estaba tan nerviosa con el cambio en el recorrido de la Media Maratón de Valdepeñas decidí que vendría bien realizar juntos la vuelta larga, segunda vuelta de nuestra media maratón la cual cumple su XX edición, parece mentira.

Salimos de casa y fuimos hacia "el obelisco" que hay en la Avenida de las Tinajas, a 500 metros de nuestro hogar, y desde allí subimos por la Calle Amapola, justo en sentido contrario respecto al recorrido antiguo. Para empezar no esta mal, esta calle se sube con ligera pendiente hasta que se llega a la Calle Mediodía y luego la Calle Salida del Peral en las que se llanea más que otra cosa. Pronto esta última vía se convierte en la Calle Real y a la altura del colegio que me vio crecer, C.P. Jesús Baeza, comienza a notarse la pendiente negativa. Ni que decir que llevaba a Mercedes "algo apretada" con la idea de que "sintiese bien" el recorrido. Pasamos por la Veracruz a buen ritmo y mejor fue la cadencia a nuestro paso por la Plaza de España, bajamos rápido hasta el Bulevar Primero de Julio justo cuando tocó girar y seguir por el mismo hasta el Parque del Este. Esta parte es nueva en el recorrido, ya que antes no se cogía este desvío. Esta zona es durilla con constantes toboganes provocados por los pasos del canal, además pica un poquito hacia arriba. Al terminar la avenida giramos en sentido contrario y continuamos por la misma hasta llegar de nuevo al corte de la misma con la Calle de la Virgen (resulta que en el recorrido oficial no hay que hacer esto sino girar antes a la izquierda y entrar por el Paseo de Luis Palacios). Merche iba bien de sensaciones aunque se me quejaba un poco del ritmo alto que le estaba imponiendo. La subida por C/Virgen no es muy dura y pronto se llanea e incluso se baja un poquito algo después, pero enseguida se llega a la gasolinera Repsol enfrente del Colegio Virgen de la Cabeza y justo ahí tocan unos 250 metros con bastante cuesta. En la rotonda se coge a la izquierda hasta la puerta de entrada del recinto deportivo, pero ayer estaba cerrado y no pudimos pasar por la generosa cuesta abajo donde se situará el domingo el arco de meta. Por ello rodeamos por las instalaciones de césped artificial llegando a la Estación de Bomberos y cogimos la Avenida Sur para continuar nuestro entreno simulativo. En la Calle Seis de Junio se descansa un poco de tanto sube y baja y se tienen unos 500 metros de bajada tendida donde uno se puede recuperar del esfuerzo, algo que hizo Merche, pero el problema llega justo al pasar por la Puerta del Vino, cruzando la Avda. Primero de Julio, ya que desde ahí hasta San Marcos toca subir, en torno a unos 500 metros que se dejan sentir en las piernas. Mi mujer notó el esfuerzo en esta zona pero tampoco fue muy exagerado el efecto y pronto nos vimos en la Avenida Gregorio Prieto, continuación de Seis de Junio. En la zona del trabajo de mi mujer el terreno se pone favorable, un nuevo generoso descanso para las piernas que dura al menos otros 500 metros, bien pasado el Molino de Gregorio Prieto y ya entrados en la Avenida de las Tinajas. Desde ahí el objetivo es alcanzar "el mamotreto" como yo le llamo, o mejor dicho, y más formal, el momumento conmemorativo de los 200 años del famoso asedio de los franceses a la ciudad, allá por 1808. Justo en este punto hay que girar 180 grados y regresar sobre tus pasos yendo por la avenida hasta la C/Amapola, bueno para ser precisos este recorrido es el de la primera vuelta porque en la segunda vuelta pronto se coge la Calle Bodegas Morenito, en la zona del Simply y se continua por la misma para dar una vuelta a tres manzanas con unos 1500 metros de distancia que te lleva a regresar a nuestras quedísimas tinajas o como diría un buen valdepeñero a nuestras queridísimas "tenajas". Nosotros optamos por hacer la vuelta larga, pero parece ser que no la realizamos fiel al recorrido porque giramos antes de tiempo, eso sí sin querer. Ya en la avenida de nuevo, Merche iba bastante tocada de cierto problema intestinal que le había sobrevenido unas horas antes y le costó un poco el final. Entramos por el parque de al lado de casa y llegamos a nuestro hogar en 1 hora y 7 minutos para 12.100 metros a una media de 5´32´´. No habíamos llevado a cabo la segunda vuelta de la MM Valdepeñas porque habíamos añadido el camino de ida y vuelta a nuestro adosado, nos habíamos equivocado en la Avenida Primero de Julio al no coger el Paseo de Luis Palacios, no habíamos pasado por la zona del arco de meta, sino que habíamos salido un poco más lejos y tampoco habíamos hecho el recorrido completo de la zona del Simply, pero nos sirvió para conocer de primera mano la dureza que tendrá la prueba del domingo y también para constatar el buen estado de forma de mi Mercedes, que muy mal se le tiene que dar para no bajar claramente de las 2 horas, pero sin por "h" o por "b" no pudiese lograrlo no pasaría nada.

En cuanto a mi, me hallé bastante suelto, sin molestias y estoy seguro de que este entreno más suave me vino muy bien para descargar un poco las piernas, que últimamente están un poco castigadas.






jueves, 19 de febrero de 2015

MIÉRCOLES 18: DONDE LA NOCHE ME LLEVE ALLÍ SEGUIRÉ YENDO

Treinta y dos sesiones sin parar y cuando veo que se acerca mi récord de días seguidos siento que estoy más cansado, como cuando ves la meta cerca y te comienzas a agobiar, sobre todo si no vas bien del todo. Esto que lo diga la keniata Hyvon Ngetich que en la Maratón de Austín de hace unos días iba primera cuando le entró una pájara tremenda a 600 metros de meta y se vio imposibilitada para continuar de pie, teniendo que cruzar la meta a gatas. Dirán que tras quedar tercera con un tiempo de 03:04 lo hizo por el premio, pero yo casi diría que más de uno habríamos cruzado aunque hubiese sido arrastrando el culo con o sin premio. ¿Por qué alguién haría una cosa así?, para entenderlo tendrían que meterse en el alma de muchos corredores y he de partir del hecho de que ni yo mismo me comprendo cuando repaso las cosas que desde que corro he hecho, aún jugándome hasta la salud, así que mejor no tratar de buscar razonar cuando se trata de algo tan visceral como el espíritu de superación y de lucha de un corredor.



 

...Como venía diciendo, ayer por la noche no fui a gatas por los caminos y los sanitarios no tuveron que estar pendientes de mi, no llegué ni de lejos a ese extremo; el problema no lo tuve para llegar a meta, sino para tomar la salida: "tengo que salir a correr y no tengo ganas, pero por otra parte he de continuar, la rueda no puede pararse ahora". 

...Y sin embargo siempre me pilla desprevenido y me veo sorprendido cuando me llega ese sentimiento positivo que me asalta a los pocos minutos de haberme sentido tan forzado a hacer algo que no me apetecía hacer. Enseguida me ví en el camino hacia la Vega del Peral  cogiendo ritmo y yendo más rapido de lo que tenía previsto, y en un pis pas comprendía un día más que no había en este mundo nada mejor que hacer que justamente lo que estaba haciendo en ese instante. Sé que pronto va a llegar la primavera y será más fácil ponerse las zaoas, y mientras tanto espero que esto sirva para endurecernos y que forme parte del entrenamiento mental necesario para cuando llegue el día D. 

El viento me fue molestando hasta que llegado a la vega pude girar e ir más cómodo. Crucé el Peral metiendo una marcha más y apreté los dientes en las cuestas; de nuevo una sesión más en el que tiendo a terminar rápido. El viento a la espalda y la pendiente más favorable me permitieron coger buena marcha y pude llegar a casa en 1 hora y 3 minutos para 13700 metros, sacando una media que está siendo habitual hasta en los entrenos que no pretenden ser de calidad: 4´37´´, bastante más rápida la segunda parte, a 4´15´´ los últimos 4 kilómetros.

Hoy jueves vuelvo a especular con mi voluntad, de forma que ésta se rebela ante mi supuesta obligación: me he traido la mochila con la ropa de correr al trabajo dispuesto a salir a la hora de comer a correr un rato y doblar esta tarde; sin embargo mi pereza ha vencido en esta ocasión y he decidido dejarlo en una única sesión que se antoja exigente para tratar de conseguir la media que he me he marcado como necesaria de 90 kilómetros semanales. Por lo pronto llevo unos 64 y me quedan 26 en dos días.

En cuanto al tema muscular, lo del tendón de aquiles y el gemelo ya pasó afortunadamente a la historia pero ayer sentí algunas molestias en la zona alta de mi gemelo derecho, fruto, sin duda, del exceso de trabajo de intensidad, aunque creo que no es nada importante.








miércoles, 18 de febrero de 2015

MARTES 17: HACIENDO UN 10000 EN RUTA

Ayer martes no tenía ganas de correr y se me planteaba un dilema: descansar después de 30 sesiones seguidas sin parar, teniendo en cuenta el corto kilometraje hecho este fin de semana, o hacer de tripas corazón y volver a salir para conseguir completar otra buena semana en cuanto a kilómetros. La segunda alternativa se impuso finalmente y tras cambiarme me vi correteando por la zona del parque, el polígono y alrededores de casa. Me había dejado el frontal cargándose en el trabajo por lo que no podía ir por zonas sin visibilidad y la idea del circuito urbano me vino bien para dejar por un día los caminos y/o el parque. Así que planteé un ritmo de 5´10´´ para que me sirviera de regeneración pero a su vez con cierto nivel de exigencia, y finalmente como viene siendo habitual rodé más fuerte de lo planificado. He de decir que no fui cómodo durante ninguna fase de la sesión ya que me encontraba cansado y sin chispa y aún así los primeros 5 kilómetros los hice en 25 minutos pelados, justo cuando pasaba por delante de la puerta de mi casa. En la segunda vuelta apreté un poco aunque no porque me viniese la motivación y las mejores sensaciones y pude terminarla en 22´30´´ a 4´30´´, lo que dejó la media en 4´45´´ (47´30´´ en total para 10.000 metros).

Tras esto hice unos cuantos ejercicios de gomas y una buena sesión de estiramientos. Ahora estoy cerca de mi récord de sesiones seguidas ya que acumulo 31 cuando mi tope está en 35. Me he propuesto terminar octubre sin descansar y justo así terminar este mesociclo dándome un par de días de descanso para comenzar el siguiente. Por lo pronto este fin de semana se presenta con bastantes kilómetros ya que haré una tirada larga el sábado y correré la Media Maratón de Valdepeñas el domingo llevando a Mercedes.


LUNES 16: 13 AÑOS DESPUÉS DE CASARME ASÍ ES MI VIDA COMO CORREDOR

Tal día como este lunes pero de hace trece años me casaba en Linares un sábado soleado y lleno de brillo. Fue uno de los días más felices de mi vida y eso que por aquel entonces no corría y apenas hacía deporte. Recuerdo que adelgace unos kiletes hasta quedarme en 70, muchos más que los 60 de ahora, pero con menos arrugas aunque afortunadamente con el mismo pelo. Dos niños y muchas vicisitudes después aquí nos hayamos, con la novedad de que ahora corremos los dos, algo que hubiera sonado a chiste hace tan sólo unos años. Así que el lunes, tras salir del trabajo, me fui a celebrarlo yendo al Cerro del Ángel, lo subí dos veces a buen ritmo y después cogí el circuito de los Cerros de la Aguzadera para regresar a casa tratando de no descuidar mi cadencia. Afortunadamente las molestias del viernes, que habían ido a menos el sábado y que casi habían desaparecido el domingo, ya formaban parte del pasado y pude entrenar como lo hago últimamente, suelto y sin problemas. Terminé bastante contento con mis 12,5 kilómetros hechos en 56 minutos, continuando con la racha de buen ritmo que en muchas de las sesiones estoy teniendo.

Tras esto me estiré bien, me duche y aprovechando que los niños están en Linares nos fuimos los dos a tomarnos unos vinos para celebrar día tan señalado y recordar cuánto han cambiado algunas cosas, que no todas, porque en lo esencial nada ha cambiado.

lunes, 16 de febrero de 2015

DOMINGO 15: ENTRENO DE CALIDAD POR CAMBIO DE PLANES. ASIMILO RITMO DE COMPETICIÓN

Tras nuestro regreso de Córdoba todavía tocaba salir a correr. Merche salió a eso de las 18 horas e hizo trote suave de casi una hora y yo salí más tarde, ya pasadas las 20:00 horas con la idea de meter calidad debido a que no había hecho una tirada muy larga el sábado y no tenía tiempo para hacerla el domingo. Fui al parque a buen ritmo y desde la entrada en el recinto comencé a realizar cambios de ritmo de 500 metros bastante fuertes con otros 500 más suaves, hasta completar un total de 7 repeticiones. Me encontré bien aunque el tendón de aquilés se hizo notar en algún momento. Conforme avanzó la sesión la cosa fue a mejor y tras terminar fui a muy buen ritmo a casa rodeando por vía de servicio de la AIV. Al final unos 12,2 kilómetros en menos de 53 minutos, que supone un muy buen ritmo.


SABADO 14: MINERVA, LA SUBBETICA, TIRADA LARGA Y ANIVERSARIO

Día de San Valentín, y a dos días de nuestro aniversario de casados, incluso a tres de nuestro aniversario del día que nos conocimos (13 y 14 años respectivamente), ¡hay que celebrarno, ¿no?, pues nada, dejamos a los críos con sus abuelos en Linares y nos vamos como toda una pareja de recién enamorados a pasar el día a la Hacienda Minerva, en Zuheros, en el Parque Natural de la Subbética, Córdoba. Tras una fabulosa pero también copiosa comida en Baena, llegamos al bonito hotel rural donde nos hospedaremos y sin darnos mucho relax nos ponemos a celebrarlo, ¿qué cómo?, pues como podéis adivinar, no hay que echar mucho alarde imaginativo.....: ¡nos calzamos las zapas y a correr!. 

...Ya tenía medido el circuito y cargado en el Garmin: dos vueltas de unos 7 kilómetros saliendo de la Hacienda Minerva, yendo a la localidad de Doña Mencía para luego ir hacia Zuheros y regresar por la preciosa vía verde, pasando de nuevo por el hotel y cubrir una segunda vuelta. La primera vuelta algo distinta de la segunda ya que de partida se bajaba por un camino que pronto se empinaba y que llevaba a aquel pueblo antes mencionado, famoso por sus vinos. La segunda más suave ya que entre Zuheros y Doña Mencía se iba siempre por la vía verde sin grandes desniveles. El caso es que al salir de la la habitación lo primero que notamos es que hace bastante viento, aunque una temperatura agradable. Cogemos el caminillo que aparecía en el recorrido pero a unos metros del inicio el camino se difumina y el Garmin comienza a decirme que nos salimos del recorrido. Así estamos unos 10 minutos buscando la forma de iniciar bien el recorrido, pero no hay forma, por lo que subimos por el carreterín que nos lleva desde la Hacienda Minerva hasta la vía verde y cogemos ésta dirección a Doña Mencía. Decido así dar dos vueltas exactamente iguales vamos por la vía verde y a menos de dos kilómetros llegamos a Doña Mencía, encontrando con facilidad la rotonda donde teníamos que buscar el camino que nos llevase hacia el Este, de vuelta hacia Zuheros, pero no hay forma de encontrarlo, ni por activa ni por pasiva. Veo que estoy fuera del recorrido y no sé por donde ir, así que Merche y yo nos cogemos una serie de sendas, por llamarles algo, entre olivos, y vamos subiendo y subiendo hacia unos repetidores; la pobre de mi mujer se deja el alma en este trail inusitado y le cuesta no pararse. Cuando por fin dejamos de subir y bordeamos la sierra, el terreno no nos permite correr bien porque no hay ni tan siquiera senda, aunque la zona permite avanzar sin problemas entre olivas y olivas. Totalmente perdido decido bajar hacia la carretera y es así como descubro por donde va la pista que deberíamos haber cogido. Alcanzamos esta y desde ese momento todo se hace más fácil y el Garmin me marca que vamos ya, por fin, realizando el recorrido. Atravesamos la carretera y cogemos un carreterín asfaltado con una bajada pronunciada y de repente nos vemos ante un pedazo cuesta que nos ha de llevar a Zuheros, que se ve allí en las nubes. Reto a Merche a ver si es capaz de hacer la cuesta sin parar y ella lo acepta de forma que comienza la ascensión como una hormiguita, guardando guardando, y aunque se hace unos 700 metros verdaderamente duros en los que subimos casi 110 metros, llega viva a lo alto, donde está la vía verde que nos pasará por delante de Zuheros, donde atravesarmeos un antiguo puente de ferrocarril



La vista del castillo desde la vía verde es espectacular y por un momento echamos en falta la cámara de fotos, ya que las que pego aquí son de la hemeroteca de Google.

Resultado de imagen de castillo de Zuheros desde el puente


El viento nos da de frente y siento como el estómago me da vueltas y vueltas; me está pasando factura la comida de Baena (el flamenquín cordobés y las croquetas caseras se están rebelando, no digamos el ajo del salmorejo). Merche no va mucho mejor, me dice que le duele la rodilla y el pie y que no puedo con el viento, que va justa; ¡pues vaya aniversario!. Aunque cuesta, el siguiente kilómetros y medio se hace duro y justo pasamos por delante de la Hacienda Minerva:

Resultado de imagen de HACIENDA MINERVA

Hemos completado la primera vuelta, pero Mercedes me dice que no hará la segunda completa sino que llegará hasta la rotonda de Doña Mencía y allí dará media vuelta. Sin embargo ni eso, cuando llevamos un kilómetro recorrido de la segunda decide volver sobre sus pasos. A mi me apetece hacer lo propio pero tengo que completar mi entreno, así que sigo y sigo. Cuando llego a la rotonda vuelvo a buscar la pista que no había encontrado cuarenta minutos antes y de nuevo no hay forma. Sin embargo en esta ocasión avanzo entre los olivos paralelo a la carretera y pronto descubro el camino a unos metros (me he evitado hacer nuevamente el trail de "los repetidores". En el camino meto una marcha más y el estómago también da un aviso más serio, pero no lo hago caso. Atravieso la carretera y bajo rápido por el camino asfaltado y es en la cuesta hacia Zuheros donde lo paso verdaderamente mal con lo que descubro que es un claro corte de digestión. Alcanzo la vía verde con más ganas de vomitar que otra cosa, y  sólo me faltaba el viento en contra para acabar de rematarme. Pienso que los entrenos duros son los que te hacen más fuerte y que luego te permiten disfrutar en las carreras, así que aprieto los dientes y avanzo hasta que por fín llego a mi destino. En la habitación del hotel no tengo ni ganas de estirar, pero aún así lo hago. No han sido muchos kilómetros, entre pitos y flautas, incluyendo los metros iniciales donde estuvimos perdidos Merche y yo salieron unos 16















Casi 400 metros de desnivel postivo, el viento, mi estómago, muchos impedimientos para hacer de este entreno un disfrute, pero aún así mereció la pena. Para Mercedes salieron algo menos de 10,5 y creo que también fueron bien empleados.







Ni que decir que la tarde noche transcurrió con mejores sensaciones: baños árabes, masaje incluido, una buena cena, y demás...

PD: 110% recomendable la Hacienda Minerva. Quien pruebe no se arrepentirá con casi toda seguridad. Más información en: www.haciendaminerva.com/

 





sábado, 14 de febrero de 2015

VIERNES 13: ESTO NO ES UNA PELI DE TERROR, ES UN ENTRENO MÁS PERO QUE ME ASUSTÓ

No sé si los viernes 13 son aterradores o si tienen gafe como dicen que ocurre con los martes y trece. En cualquier caso, y pese a lo que diga el imaginario popular, yo tenía que cerrar otra semana más de mi plan hacia Helsinki, y sabía que lo iba a hacer cumpliendo de nuevo y bastante bien con el plan. Pude salir recién llegada la noche y con una buena temperatura que no me obligaba a ir demasiado abrigado, y aunque la idea era la de realizar un entreno suave y algo de gomas, al final no cumplí ni con lo uno ni con lo otro, porque ni fue suave del todo ni al final hice ejercicios de gomas. Salí por el camino paralelo al de Membrilla y seguí a 5 minutos el kilómetro hasta que desvié justo cuando llevaba 5 kilómetros. Fui por caminos más irregulares hasta alcanzar el Camino de Membrilla el cual cogí ya hacia el pueblo. Justo en mitad de la sesión noté como se me cargaba la zona alta del Tendón de Aquiles de mi pierna derecha, aunque no era muy molesto sí que comenzó a preocuparme. Por momentos molestaba más y por momentos desaparecía, pero eso no me impidió meter una marcha mal y coger muy buen ritmo incluso a pesar de la pendiente positiva. Ya bajando a casa y en el asfalto noté más la molestia y aflojé un poco. Llegué a casa en 52 minutos y una distancia de 11,2 kilometros, a una media de aproximadamente 4´38´´, que está bastante bien.

Estiré todo lo bien que pude y noté molestias en forma de carga cuando me ponía de puntillas. Hoy cuando me he levantado las molestias han remitido bastante pero algo de miedo si que me ha traído este viernes 13. 

De esta forma cierro la semana novena con algo más de 92 kilómetros, manteniendo la regularidad de kilometraje que está siendo la tónica en esta fase del plan.

Ahora toca hacer las malestas ya que nos vamos a un pueblo de Córdoba, Zuheros, a celebrar San Valentín y nuestro aniversario de bodas, por supuesto sin los críos. Allí tocará probar los caminos empinados de la Subbética.


JUEVES 12: SEÑOR JUEZ, ESA QUE SALIÓ A CORRER NO ERA YO

Quien siembra recoge, al menos si no surge ningún imprevisto. Viene siendo más complicado lo de obtener frutos sin haberlos merecido. Además, ese tipo de bendiciones tienen el inconveniente de no saber muy bien como valorar eso que casi te ha caído del cielo y por lo que apenas has peleado. A colación de esfuerzos y contraprestaciones: Mercedes ha entrado en ese bucle propio de los corredores obstinados por el que te centras en medirte continuamente para sentir tu progreso, aunque éste llegue lentamente y no exento de sufrimientos. Ayer jueves teníamos encima de la mesa una propuesta en forma de cambios de ritmo, pero con un calentamiento previo más bien largo. Así que nos fuimos por donde acostumbramos: a nuestro queridísimo Cerro del Ángel, al menos hasta su falda, y desde allí bajamos hacia el Parque Cervantes. Mercedes subió mejor que nunca, casi sin costarle y la bajada, por tanto, la hizo bastante rápida. Me sorprendió como al entrar al recinto del parque llevábamos apenas 27 minutos cuando justo llegábamos al kilómetro 5. Una vez dentro fueron 3 cambios de ritmo de unos 650 metros fuertes y 350 metros más suaves, de los cuales sólo el primero puso en aprietos a mi mujer, quizá porque la pasé un poco de rosca. El segundo y el tercero fueron más controlados y mejor llevados. Tras esto dimos una vuelta más a ritmo moderado, que no lento, y regresamos a casa sin descuidar la cadencia. De hecho hicimos menos de 57 minutos para 10.400 metros. No me cuadraban las cuentas pero tras medirlo dos veces con la wikiloc he comprobado que el dato era cierto. Eso significa que Mercedes ha dado un pequeño salto de calidad y que ya se acerca a los 50 pelados en 10.000 y probablemente esté para bajar de 1 hora 55 minutos en la Media de Valdepeñas.

Esta semana la cierra con casi 48 kilómetros que está en la onda de lo que tenía previsto. Tan sólo echo en falta más trabajo de fuerza. Quizá estemos trabajando demasiado el ritmo en un mesociclo en el que todavía no toca, pero ya veremos los resultados.




jueves, 12 de febrero de 2015

MIÉRCOLES 11: MIEDO A TODO, MIEDO A SER LIBRE

El hombre siempre ha tenido temores, y eso es así desde que la raza humana aterrizó en este mundo. Hay miedos que son reductos del hombre prehistórico, como por ejemplo el miedo a la oscuridad, sentimiento que se grabó a fuego en nuestros genes cuando generación tras generación las tribus se refugiaban en las cavernas huyendo del frío y de los depredadores. Sin embargo hay otros miedos más sofisticados y propios del hombre de hoy, como por ejemplo el miedo a quedarse sin trabajo, o el miedo que sobreviene cuando toca un entreno intenso y eres un runners abnegado. Lo dicho, no podemos evitarlo aunque sepamos que el hecho de temer nos impida ser libres..., quizá sea que el principal hecho aterrorizante sea el de poder ser libres sin obligaciones, porque quizá entonces dejaríamos de ser tal y como somos. Hoy no dejo de pensar en todo aquello en lo que temo, y lo hago sabiendo que seguiré temiéndolo aunque me impida sentirme mejor. Quizá sea porque tengamos un espíritu cargado de contradicciones en las que sólo caba sufrir para valorar lo bueno....

El caso es que tengo delante mía el camino y sé que su recorrido estará cargado de malos momentos; también sé que podría decidir no transitarlo, pero entonces perdería algo importante dentro de mí: la ilusión. Así que llegó el miércoles sabiendo que tocaba intensidad en la sesión, pero se había despejado una de esas variables que sólo aportaba problemas a la ecuación: el frío, "ya había algo menos que temer". Si te pones rápido la ropa y no piensas, de forma que te sorprendes saliendo por la puerta dispuesto a realizar lo planificado todo es más fácil, y eso es porque nuestro principal enemigo muchas veces es nuestra propia mente. Poco pensé cuando me ví dando mis primeras zancadas; la idea era dar un rodeo de unos 7 kilómetros para luego subir campo a través el Cerro del Ángel por su parte más difícil. Las sensaciones en el calentamiento no fueron malas, como viene siendo constante últimamente, aunque me noté un pelín más cansado, sin duda debido a las secuelas del buen entreno del lunes. En cualquier caso acometí las subidas con ganas y en la primera, con una ganancia de 50 metros en algo menos de 500 metros, 10% de desnivel positivo, acusé el hecho de subir demasiado rápido y llegué bastante justo a lo alto. Bajé despacito para no dejarme un tobillo y 250 metros después dí media vuelta para ascender por segunda vez; en esta ocasión fue menos complicado porque las piernas ya habían entrado en faena y porque  la hice algo más suave; volví a bajar y la tercera se hizo más o menos como la segunda: llevadera pero bien empleada. Tras esto y sin parar descendí por el carreterín asfaltado tratando de soltar al máximo las piernas y pronto noté que lo conseguía. El camino a casa se hizo rápido y lleno de buenas sensaciones y pude completar los 11600 metros de la sesión en 1 hora justa, lo cual está muy bien ya que al menos 1600 metros del recorrido estaban dedicados a las duras subidas y las difíciles bajadas.













El miércoles no temí mucho ese entreno y sin llegar a ser libre del todo, al menos pude sentirme tan bien como últimamente me siento cuando termino este tipo de sesiones.



miércoles, 11 de febrero de 2015

MARTES 10: Y OTRA SALIDA MÁS CON MERCEDES ESTA VEZ A BUEN RITMO. YA VE LA MEDIA DE VALDEPEÑAS

Mercedes ya ve cerca la Media Maratón de Valdepeñas, que para ella será un evento muy importante: su primera media maratón en casa, la sexta de su vida desde que corrió la primera en mayo del año pasado en Madrid. Allí espera dar lo mejor de sí, como casi siempre y yo espero que no le cueste mucho estar cerca de su mejor marca porque la veo bien, cada vez mejor. Ayer era una de esas salidas por caminos y de noche, de unos 10 kilómetros, y desde el principio le fue "dando cera". Subió a la falda del Cerro del Ángel en muy buen crono y la bajada por la vía de servicio la hizo muy rápida. Ya en el camino que nos llevaba al de Membrilla la cosa fue algo más torpe debido a las irregularidades del terreno aunque tampoco perdió mucho ritmo. Tras cruzar el Camino de Membrilla bajamos hacia la Salida del Peral y de ahí a casa. Total 9.850 metros en 56 minutos y 10 segundos, a una media de 5´43´´, incluido calentamiento, es decir, un entreno genial. 

En cuanto a mi, me sentí muy suelto y con ganas de correr rápido, pero ya tendré la oportunidad de pegarme un buen tute hoy, que es cuando toca "sesión dura"


martes, 10 de febrero de 2015

LUNES 9: EL CUERPO MARCA LA RESTRICCIÓN Y MI MENTE LA DECISIÓN

La mente debería guiar al cuerpo y el corazón debería tan sólo servir de acicate. Pero ojo, tus pensamientos y deseos deberían llevar a tus músculos justo allá donde quieres ir, y no al revés, por eso no se debería dejar engañar uno por las emociones porque indirectamente tus músculos serían timados y ya no estarían en buena disposición para seguir las órdenes que les enviases. Pues bien, mis piernas se encuentran bien; estoy comprobando como no necesito un trasplante para volver a correr rápido y que estos viejos músculos aún tienen cosas que decir aunque sea en susurros; tan sólo hay que tratarlos con delicadeza e inteligencia. En cuanto a mi corazón, creo que no está muy agitado, he vivido grandes emociones y también grandes decepciones y mi músculo bravo está en stand-by en plan peón perezoso que no quiere salir a trabajar. Esto último me viene bien porque la razón rige mejor en esta guisa de forma que tan sólo basta con tener cuidado de no salirse de la senda marcada para acercarse donde uno quiere ir....

 ...Cuando llega el lunes llega el día de la intensidad y eso me suele atemorizar. Mi cabeza tiende a obcecarse dando vueltas y más vueltas a cuestiones como "vas a sufrir esta noche", "quizá no puedas correr más rápido que la semana pasada...". Entonces creo que es el momento de desconectar, no echar el Garmin, no encender el crono e irse calentando suavemente sin prisa, para permitir que el obrero perezoso que es tu pasíón comience a despertar y así vaya sacando a paseo tus piernas. Eso hice: salir suavemente, pero mira usted por donde no necesité más de 150 metros para darme cuenta de que iba suelto y que me apetecía correr más rápido. Me contuve hasta donde pude y poco a poco fui progresando, frente al viento, y lo que horas antes se temía como un suplicio se fue conviertiendo en un disfrute. Pasé por la zona de pinos por donde había corrido el sábado solo y el domingo con mi mujer y regresé por el mismo sitio por donde unas horas antes Merche volvía con las fuerzas justas. Y fue cuando quedaban 6 kilómetros cuando quité el freno de mano y empecé con los cambios de ritmo a razón de 3´fuertes (pero muy fuertes) y 2´suaves (pero no muy suaves). Había puesto a trabajar mi viejo Casio y era hora de medir tiempos, porque ya estaba mentalmente preparado para ello. El viento no molestaba y las piernas respondían ágiles en mitad de la noche y antes de lo esperado e incluso antes de lo deseado pasé por el tanatorio igual que un poseso que huye de la muerte y en nada me puse en casa cuando habían transcurrido 25 minutos y 10 segundos para recorrer 6.100 metros con sus subidas y sus bajadas, pero sobre todo con un interval en el que aún bajando  el pistón durante 2 minutos había salido con una media de 4´10´´ cada kilómetro.Aunque no medí el calentamiento, viendo la hora de salida y la de llegada cuajé los 13.100 metros en menos de una hora, a 4´35´´ de media, y lo mejor de todo fueron las piernas que llegaron vivas a mi casa. La sesión de estiramientos fue también muy buena y volví a quedar satisfecho otro lunes más.

Mi corazón me dice que me vacíe en la Media Maratón de Valdepeñas, pero mi cabeza me dice que no, que disfrute corriendo con Mercedes. Necesito rejarme y contenerme, no necesito vaciarme para luego sentir la decepción, así que Valdepeñas puede esperar. Ya vendrán las batallas previas a la maratón de agosto.


DOMINGO 8: Y MERCEDES SUFRE CON VISTAS A HELSINKI

¿Me preguntas la razón de por qué nos acaba ocurriendo?, no sé contestarte muy bien, pero sí puedo decir que esta enfermedad una vez contraida presenta unos síntomas claros y generalizados, no tiene fácil cura y casi siempre uno no se equivoca en el diagnóstico: "tienes la enfermedad del running metida en lo más dentro de tu ser", ¿qué te va a ocurrir? pues con casi toda seguridad sufrirás cierta obsesión por el entreno, algo de gustillo masoca, un placer inusitado en muchas ocasiones, por ejemplo tras un entreno sacrificado, grandes emociones que te harán sentir más vivo que nunca, como cuando van a dar la salida en la maratón tan esperada, frustración por doquier cuando no hay forma de salir a correr si esa lesión te impide entrenar y un montón de sueños con los ojos cerrados pero también con los ojos abiertos. ¿Qué puedes hacer para remediarlo?, yo te respondería con una pregunta ¿realmente te quieres curar?.

Eso le debe estar pasando a Mercedes en la que compruebo actitudes y sentimientos que yo ya he tenido y tengo; el caso es que el domingo tenía una de esas tiradillas preparatorias para su camino hacia tierras escandinavas, y es que aunque aún queda, Helsinki está presente en casa: en las cenas, mientras vemos la tele, cuando nos acostamos tras la dura jornada diaria..., ahí está ese "mecomoeltarro" pensando en lo que tengo que hacer y en lo que me espera. Por ello salimos a correr unos minutos pasados el mediodía no excesivamente abrigados porque el tiempo nos había dado por fin una tregua y aunque hacía algo de frío, no tanto como días atrás. El circuito era uno de esos de distancia cabal: ni más ni menos que 15 kilómetros, casi todo por camino, aunque el comienzo era por el Camino de Ruidera que está asfaltado. Ya me olía yo que la ida iba a ser dura para mi mujer, no sólo por la pendiente positiva, sino también por la brisilla que corría y que nos daba de frente. Así que los primeros 7 kilómetros se le hicieron casi eternos, aunque el ritmo propuesto era muy bueno para su adaptación: en torno a 6 minutos kilómetro. Viramos a la izquierda y seguimos subiendo justo por el mismo sitio por donde yo había pasado solo el día anterior (hasta ese momento el recorrido era exactamente igual que el del sábado). Pero cuando alcanzamos el camino que no sé como se llama, pero que yendo a la izquierda termina el Tanatorio y yendo a la derecha nos lleva a San Carlos del Valle, decidimos ir al primer destino mencionado pero no para velar un difunto sino simplemente para regresar a casa. La vuelta se hizo mucho más fácil por la pendiente y por el viento a nuestra espalda, y Mercedes comenzó a mejorar la media rápidamente. Así que de esta forma pudo completar su tirada en mucha mejor disposición y sensaciones que el domingo anterior, haciendo los 15000 metros en 1 hora y 28 minutos y terminando a muy buen ritmo.

A mi me sirvió justo para lo que buscaba con la sesión: regenerarme del esfuerzo del día anterior, y me encontré bastante suelto y cómodo.

 


domingo, 8 de febrero de 2015

SÁBADO 7: CASI UNA MEDIA MARATÓN DISFRUTANDO DEL CAMPO

Acabé cansado de toda la semana y cuando me levanté ayer sábado buscaba la motivación suficiente para realizar mi tirada "exigente". Tenía que lograr hacer más kilómetros que las semanas anteriores y eso a buen ritmo, en torno a 1,15 de coeficiente de mi ritmo objetivo para Helsinki: 4´10´´. Aproveché esperando el mediodía a que el Sol calentara algo más y salí de casa a casi las 12:15 con el tiempo justo para volver a la hora de comer. Ni Garmin ni crono encendido, tan sólo sensaciones en mis piernas. Desde el comienzo noté que no iba a ser mi mejor día y eso era debido a los 12, 5 kilómetros de unas horas antes. Sin ir mal no notaba la soltura suficiente como para disfrutar más. Cogí el Camino de Alhambra, el cual pica durante los primeros kilómetros y eso no ayudó, pero tampoco hay que exagerar, no iba mal. En el 7,2 giré a la izquierda por un camino en clara pendiente positiva y pronto me encontré con el Camino que lleva a San Carlos del Valle, pero no lo cogí, sino que seguí de frente por una senda que seguía subiendo y me llevaría hacia el camino de las canteras. Alcancé el mismo y pronto busqué la zona del Arroyo del Peral, la cual estaba algo embarrada y dificultó la carrera. La vuelta se hizo más rápida, sobre todo porque era con pendiente negativa. Regresé por el Peral a buen ritmo aunque notaba que las piernas no iban del todo redondas. Llegué a casa sin saber muy bien el ritmo medio, algo que pretendía al comienzo del entreno pero que ahora sí quería saber. Calculo que había tardado 1 hora y 38 (mirando la hora de salida y la hora de llegada)  para realizar los 20,6 de recorrido, por lo que me había salido una media de 4´50´´. Pego la ruta:
















Tras estirar bien comprobé de nuevo que tenía cero molestias, más allá de la considerable carga de fuerza y haber llegado bastante cansado. Ahora mismo todavía siento los efectos del entreno y espero que los 15 kilómetros proyectados a realizar con Mercedes me regeneren un poco.