RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 20 de abril de 2015

LA CRÓNICA DEL 10.000 DEL PORVENIR (ALCÁZAR DE SAN JUAN)

Nos habíamos inscrito Merche y yo a esta prueba del circuito, más que nada por petición suya, ya que yo no voy adecuado que corriera más 10.000´s en plena preparación para su maratón. En cualquier caso parece que tiene la intención de correr todas las pruebas del circuito y yo no quiero ser quien le quite la idea.

Por ello la consigna era ir a "correrla suave", "rodarla" (nada más lejos de la realidad como luego se pudo comprobar). Dejamos a los niños en Valdepeñas y nos fuimos los dos solos para tener una logística más sencilla. Fue llegar a Alcázar de San Juan y comprobar que no íbamos a tener un día lleno de comodidades: aparcamos el coche en una zona bastante alejada del área de salida, llegamos a la misma con dos mochilas y al ir a recoger la bolsa del corredor (a media hora del comienzo de la carrera) comprobamos como había una cola del demonio para la recogida; la gente estaba nervioso porque veía que no le iba dar tiempo ni a calentar. Vamos a guardarropia a dejar las mochilas pero entonces se me ocurre que lo mejor es no dejarlas allí y regresar al coche; en cuanto a la bolsa del corredor..., o bien que nos las den después de correr, o que se la quede la organización. Afortunadamente al pasarnos nuevamente por la larga cola comprobamos como están tomando números de dorsal fuera del bullicio y repartiendo bolsas para agilizar, y en esta guisa recibimos Merche y yo lo nuestro... Así que nos vamos calentando de nuevo hacia el coche, dejamos las mochilas y las bolsas de corredor, nos quitamos los chandals y ponemos los dorsales y regresamos a la zona de salida de nuevo correteando, justo para ponernos en línea de meta, que toca correr. En esta ocasión ni foto de club ni nada..., otra vez será.

Dan el pistoletazo de salida, que en esta ocasión fue un silbitazo, o como se diga.., y nos ponemos manos a la obra. Le digo a Merche, "vamos suave, sin sobresaltos", pero entre pitos y flautas el primer kilómetro lo pasamos en 5´17´´.



Pronto tenemos un pedazo de cuesta por un puente bien grande, así que la masa de corredores (más de 1000), pisoteamos el asfalto haciendo probar la infraestructura ferroviaria. Merche gestiona bien la cuesta y hace mejor, como es lógico, la bajada. Llegamos a la tierra y lo agradecemos, pero pasado el kilómetro dos nos topamos con otro "repechazo" y queda claro que esta carrera no es para hacer marca en la distancia. En la subida nos adelantan un grupeto de unos 10 corredores, porque Merche nota el esfuerzo a juzgar por como se le suben las pulsaciones, pero ya arriba vuelve a coger ritmo y comenzamos a cazar gente nuevamente. El ritmo es bueno, y caen el 3 y el 4, ..., regresamos a la población y toca asfalto, y a Mercedes se la ve "divina" sin oírsele la respiración a 5´minutos pelados cada kilómetro.





Cogemos una larga avenida, pasamos el 6 y el 7 y Merce me dice que la ingle le está fastidiando (una pena porque se le ve muy bien). Sin embargo giramos a la izquierda y cogemos un camino urbanizado paralelo a un rio y la cosa se hace más entretenida. El único inconveniente es que la vía es estrecha, no más de 2 metros de ancho, y cuesta adelantar cuando los corredores se ponen en paralelo.En el 8,5 o así Mercedes mete una marcha más y comenzamos a adelantar mucha más gente; pronto vemos los cipreses del cementerio, en la zona donde está aparcado el coche y alcanzamos el kilómetro 9; Mercedes se pone como una moto y más cuando giramos por la rotonda y se ve el arco de meta a no más de 300 metros, se olvida de su ingle y comienza a correr casi como una keniata posesa. Estupendo final en el que adelanta a otro 6 o 7 corredores, y consigue pulverizar su marca: 51:26, más de un minuto por debajo de su anterior MMP.





¡Bravo Merche!.

Los efectos colaterales son en forma de dolor en la zona afectada, así que se pasó toda la tarde estirando tratando de ayudar a su recuperación.

En cuanto a mi, como 11 kilómetros (entre el 10.000 y el calentamiento) no habían sido suficientes, por la tarde decidí salir a correr, pero eso ya lo contaré en otra entrada.

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