RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 29 de abril de 2015

LUNES 27: TODO LO QUE TENGO Y LO QUE SOY LO HALLO CUANDO CORRO

Me han preguntado en varias ocasiones si corriendo 102 kilómetros seguidos uno no se aburre. Sorprende cuando contesto que no, "más lejos de la realidad, no te aburres, ni tan siquiera se hace largo". Es realmente una oportunidad de hablar con uno mismo, de reflexionar, de pararse y ver qué tienes, quién eres, a dónde vas. Bueno, doce horas da para eso y mucho más, y lo que al final te queda es un inmenso regocijo, paradójicamente ese regocijo proviene de la realización de un esfuerzo de tu cuerpo muy continuado en el tiempo, y creo que ese castigo unido al orgullo de haber completado el reto, cura tu alma, la deja depurada (aunque luego vuelva a ensuciarse con el día a día).


Resultado de imagen de quién soy y adonde voy

 
Ahora que lo pienso, ¿qué sería de mi si no corriese?, ¿qué ocurriría si no me tomara todo esto en serio?; creo que sería tan sólo 1/4 de la persona que soy, o al menos me sentiría 3/4 menos vivo...

Dicho esto, el lunes tenía un sentimiento agradable: el que subyace de no notar la presión por los entrenos de los días laborables de esta semana. Siento que la semana está más que cumplida con lo del sábado y el domingo pasados y ahora sólo quedan unos pocos entrenos suaves y no largos para que el viernes pueda dar bien el callo en el Mini Trail Sierra de la Mosca, en Cáceres capital. Creo que aunque no quisiera esa carrera me la tomaría en serio, porque le tengo verdaderas ganas a la montaña. Veremos como responden las piernas pero estoy deseando dejarme la piel en los montes cacereños. Me asusta más si cabe lo del día siguiente: el reto de Merche estando como está, lesionada. Pero espero que superemos la prueba, aunque sea con un aprobado ramplón.... Como decía, el lunes me sentía bien, y con media sonrisa me fui al Parque Cervantes para dar unas vueltecillas, incluso meter unos cambios de ritmo. Mentiría si dijese que iba redondo, porque los 52 kilómetros del fin de semana habían pasado su minuta a mis piernas, pero también es cierto que cuando hube calentado e incluso cuando hice los 3*600 fuertes con recuperación de 400 metros más suaves, las sensaciones fueron buenas, vaya, que comencé a disfrutar. Regresé a casa sin forzar y eché cuentas: muy mal se tendrían que dar las cosas para no rozar esta semana los 100 kilómetros y si lo hago bien incluso el jueves podré incluso descansar, todo un lujo para mi.

2 comentarios :

  1. Espero que todo os vaya bien por aquí, Javier, a ver si puedo estar al menos en la salida del mini. Y ya sabes donde estoy si necesitas algo.

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    1. Gracias por todo Miguel. Ha sido estupendo y ha sido todo un detallazo lo de desplazarte a las antenas y echar esas fotos con Merche.

      Un abrazo

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