RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 16 de junio de 2015

JUEVES 11: DOMANDO LAS PLANTILLAS PARA QUE MERCEDES SUBA EL ÁNIMO

"La vida es un bucle en el que caemos irremisiblemente. Nuestra misión es salir constantemente del mismo para liberarnos."

El jueves nos hizo un día fresquito, impropio de junio. Había que hacer un entreno de distancia media y elegí el circuito que nos llevaría a las Aguas por la Carretera de San Carlos del Valle para volver luego por el camino paralelo desviando posteriormente al Camino del Peral y de ahí a casa. Mercedes estaba cansada y yo, a decir verdad, también, pero los deberes son los deberes, y en esta ocasión este entreno debía servir para que ella acumulase casi 60 kilómetros en una semana, una cota muy alta para lo que ella está acostumbrada, y a mi para llegar a las 85. Fuimos a un ritmo moderado hasta las Aguas y una vez allí acometimos la cuesta pronunciada que nos llevaba al camino de vuelta. Merche a esas alturas ya se sentía mejor, y lo que es importante, sin dolor de cadera ni de soleo, lo cual significaba que las plantillas estaban corrigiendo su lesión de cadera y que el último ajuste en las mismas también había funcionado y ya no se le tensionaba la pierna derecha. Eso sí, a la vuelta sintió alguna molestia en la rodilla, algo que no padecía desde hacía muchos meses. Luego nos ha dicho la podóloga que también es un efecto de las plantillas, ya que su musculatura tendrá que volverse a adaptar a la nueva situación. Hicimos 1 hora y 9 minutos y 12 kilómetros justos, con lo que se puede decir que cumplimos, sobre todo ella.

Yo había decidido descansar al día siguiente con lo que podía decir que ya había concluido mi primera semana del plan específico para la Maratón de Helsinki.



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