RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 21 de junio de 2016

SÁBADO 18: LA CRÓNICA DEL 10.000 DE PIEDRABUENA:MERCEDES DA EL DO DE PECHO

Merche me había pedido que nos inscribiésemos al 10.000 nocturno de Piedrabuena, en lo que sería su tercera participación en esa carrera, en mi caso la cuarta. Tan sólo habíamos faltado a la cita el año pasado cuando estábamos plenamente enfrascados en la preparación de la Maratón de Helsinki. Quizá el por qué de su interés en correr en esta prueba viniese de que le tiene cogido cierto cariño, no en vano es una carrera en la que la gente del pueblo se vuelca, no tienes tregua: constantes subidas y bajadas con el aliciente de ser nocturna. Además, en sus dos anteriores participaciones había logrado bajar su MMP (al igual que me pasó a mi en 2012, el único año que he corrido la misma en solitario). El caso es que en torno a las 19:30 partíamos Merche, Inés y yo hacia esta población situada a algo menos de 30 kilómetros de la capital pero dirección a Badajoz. Cuando llegamos a la zona de aparcamiento pudimos comprobar el buen ambiente que ya había. Saludamos a conocidos y compañeros del club y recogimos la bolsa de corredor (llena de productos alimenticios de la zona) y tras dejar a Inés con Marcos, del Pozo Norte, nos pusimos a calentar...

A las 22 horas en punto, ya haciéndose de noche, se daba la salida. Las inseguridades de mi mujer se quedaron en la alfombra que hay bajo el arco y tocaba darlo todo. Tras un kilómetros de subida bastante duro se llaneaba un poco y tras un par de repechos te encontrabas entrando en la plaza de toros, donde amenizaban con música. Tras esto una muy pronunciada bajada, algo de llaneo, más bajada y a partir de ahí un tobogán constante con repechos y bajaditas para completar la primera vuelta de un total de dos. Merche bien en todo momento, dándome la sensación de que se iba reservando. En esta ocasión no llevábamos garmin para no obsesionarnos, pero el crono me daba un poco la referencia, comprobando lo irregular de los pasos (algunos por debajo de 5´y otros a 5´30´´). Fuimos haciendo la goma con un grupo de gente, entre ellos una pareja en la misma tesitura que nosotros (él acompañando a ella) y casi sin darnos cuenta, en esa fabulosa noche, sin calor, con mucha animación y donde no cabía nada mejor que hacer que correr por las calles de esta magnifica localidad, fuimos viendo como se terminaba otra aventura. A Merche tan sólo le pesó el último kilómetro, pero sin duda que sufrió menos que en otros diez miles. Lástima que paró el crono en 51´29´´ a escasos 3 segundos de su mejor marca hecha en la Carrera del Porvenir en Alcázar de San Juan en 2015, pero teniendo en cuenta la dureza de la prueba, podíamos decir que fue su mejor rendimiento en un 10.000. No en vano se quedó la número 10 de 44 en su categoría, Veterana B. 

Después vino lo mejor, ya que la organización nos agasajó con comida y buena cerveza, que en el fondo es a lo que habíamos ido a Piedrabuena, jejeje.

He aquí algunas fotos:

 

 
 



No hay comentarios :

Publicar un comentario