RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 3 de julio de 2016

LUNES 27: CORRIENDO AL BORDE DE LA DESHIDRATACIÓN: ERROR DE CÁLCULO

El domingo me había tomado un descanso que me dejó muchos remordimientos de conciencia, pero a cambio fuimos al cine, que todo hay que decirlo, y la verdad es que tras un duro día dominical, me vino bien salir y relajarme un poco. El lunes no hubo perdón ni exención y con bastante calor se me ocurrió salir a hacer un circuito de casi 10 kilómetros sin botellitas de agua. Pronto me dí cuenta de mi error pero ya era demasiado tarde. Sentía que me ardían las sienes, sudoba sin parar y el calor era insoportable, sin embargo las piernas me iban así que metí ritmo para poder terminar aquel suplicio cuanto antes. Cogí buena cadencia y me sorprendió lo suelto que estaba; eso sí, llegué a la bodega como si fuera una cafetera con café recién hecho.


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