RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 9 de julio de 2016

VIERNES 8: TERMINANDO LA SEMANA CON BASTANTE KILÓMETROS Y BASTANTE CALOR

Estaba contento porque iba a poder cuajar una semana bastante digna en acumulado, teniendo en cuenta que estamos en julio, también mi situación de estrés y además cerrándola sin molestias, que eso es tema principal. Llegué a casa del trabajo cuando el termómetro marcaba los 36 grados, pero no quería dejarlo para más tarde, así que salí a eso de las 19:20 horas con la intención de subir al Ángel campo a través y luego hacer mi circuito de los cerros de la Aguzadera. Eso hice, pero costó más de lo previsto, sobre todo en los primeros 20 minutos. El calor se hacía notar y subir por el camino de fuerte pendiente fue una buena prueba. Bajando me recuperé un poco pero iba empapado en sudor y totalmente acalorado. Ya haciendo el circuito, pesé a ir pasándolo mal con las altas temperaturas, cogí ritmo y no me sentí mal del todo. Bajé sin forzar demasiado por el Camino de Membrilla y pude finiquitar la semana con una sonrisa en forma de 87 kilómetros, cifra que hacía tiempo que no alcanzaba.


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