RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 26 de septiembre de 2016

DOMINGO 25: 43 KILÓMETROS EN DOS SESIONES. ¡EL DOBLAJE QUE NOS DEJÓ "DOBLADOS"!

El domingo era el día en el que íbamos a entrenar dos cuestiones importantes: primero, la voluntad de hacer un buen montón de kilómetros repartidos en dos entrenos en unas pocas horas sabiendo que tras hacer la primera sesión aún quedaría la obligación de hacer una segunda casi tan larga como la primera. Merche iba a batir su récord absoluto de kilómetros en un solo día: 43 kilómetros, pero no había que hacerlos de un tirón, algo que estoy seguro que hubiéramos podido realizar, sino en dos sesiones, una matutina y otra vespertina, de 23 y 20 kilómetros respectivamente. No era el momento de entrenar el comer, ni de entrenar las paradas técnicas, ni tan siquiera el ritmo, tan sólo eso: acometer un día de acumulación de cargas repartida en dos momentos. Ya veniamos preparados con la carga adicional del sábado, así que a resultas el reto era correr casi 56 kilómetros repartidos en 32 horas.

Así que el domingo por la mañana salimos yo con lo justo para correr: camiseta de tirantes, pantaloncillo y zapas, ni tan siquiera garmin o crono y Mercedes algo más provista, con su chaleco Salomon cargado con un litro de agua y un par de barritas de turrón energético. No madrugamos, no era necesario, así que a las 09:40 nos poníamos en marcha para hacer un circuito que discurría por el carril bici, cementerio,  la Finca La Gatera, el Centro de Adiestramiento Canino de la Carretera de San Carlos del Valle, Paraje del Peral en su parte alta, Camino Carretas y Camino de Membrilla y de ahí a casa. Yo incómodo desde el kilómetro 10, incómodo muscularmente y Merche bien, eso sí, sin dejarse la piel, y asi nos salió la tirada en 2 horas y 29 minutos a un ritmo aproximado de 6´30´´ a reloj corrido pero sin paradas.

Ya a la tarde teníamos una nueva cita, y en esta ocasión lo dos íbamos sin peso extra, con lo justo, con zapatillas más ligeras y también corría cierta brisa que hacía más llevadera la carga. Asi que fuimos al Parque Cervantes, dimos una vuelta al recinto, de ahí a Felix Solís, falda del Cerro del Ángel, camino entre los Cerros de la Aguzadera, Camino del Bajo Peral, Paraje del Peral y vuelta por el Camino del Peral. Desde el principio a buen ritmo y no dejé que Merche se relajara, yendo muchos kilómetros por debajo de 6´10´´, ritmo constante y con buenas sensaciones para los dos. En el Peral nos refrescamos un poco y sólo al final se le hizo más cuesta arriba a mi mujer debido a la falta de energía. 2 horas y 5 minutos para 20 kilómetros justos y creo que con esta doble sesión habíamos superado un test importante que nos daba confianza de cara a la Doñana Trail de dentro de 5 semanas.


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