RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 3 de septiembre de 2016

VIERNES 2: SEPTIEMBRE SE ABRE ANTE MI CON ILUSIÓN

Septiembre debería servirme para dos cosas: primera y muy importante, para afinar a Mercedes con unas 4 tiradas bien largas y prepararla para la Doñana Trail de primeros de noviembre; segunda, comenzar a coger ritmo metiendo entreno de más calidad, ya que en febrero tengo la Maratón de Castellón, otra oportunidad más de redimirme de tantos sinsabores. Y así comenzamos el mes, con esperanza e ilusión. Salí de casa bastante suelto (se notaba el descanso que me había tomado el jueves), y por la Carretera de San Carlos decidí meter una marcha más, para comprobar bien pronto que NO me van las piernas, no siento el ritmo y no voy cómodo cuando decido rodar por debajo de 5´. Llegué al Camino del Peral algo desanimado y cogí el carril bici dirección a casa, pero cuando torcí por el camino a dos kilómetros de mi hogar, decidí alargar el entreno yendo hacia la derecha, hacia la zona del aeródromo. La verdad es que fue una buena decisión, porque comencé a sentir que las piernas respondían un poco, y así, medio de noche, fui avanzando y mejorando un poco en mi cadencia. No llegué al aeródromo, sino que me fui por un camino que pronto se termina y me lleva a correr entre vides. Ya por el Carril del Yeso, a 2 kilómetros de casa, metí tres marchas más y encontré buenas sensaciones que fueron bienvenidas. Sólo fueron eso, 2 insulsos kilómetros, pero al menos ayudaron a borrar las malas sensaciones con las que se había desarrollado la sesión.

Ahora toca preparar este fin de semana que debería ser importante: el sábado saldré a realizar un entreno suave y breve y el domingo pretendo convertir a mi mujer en "ultrafondista" con un entreno que supere la distancia de la maratón. A ver si lo conseguimos.

En cuanto a la semana que acaba de cerrar cabe decir que había sido mucho más fructífera que la anterior, con 90 kilómetros acumulados, eso sí, cuando he tratado de meter un poco de caña la cosa no ha terminado de funcionar. Por su parte, Mercedes consiguió sumar 65 kilómetros en cuatro sesiones (la larga del sábado, la del lunes y la del martes conmigo y la del jueves, 10 kilómetros a ritmo que hizo sola).

 


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