El sábado por la noche no teníamos muy claro que hacer el domingo por la mañana, pero me acosté con la idea de acercanors a Despeñaperros y hacer el duro circuito que tenemos de casi 21 kilómetros. Sin embargo no escuché el despertador y nos levantamos bastante tarde por tanto, así que hubo cambio de planes y lo que hicimos fue acercanos al Cerro del Ángel dispuestos a subir el mismo 10 veces por el carreterín, y como lo que sube tiene que bajar, no nos pudimos escapar de las consiguientes 10 bajadas; las cuentas salen fáciles: 2,5 kilómetros y medio de ida más 10 subidas de 1 kilómetros cada una, más las diez bajadas más otros 2,5 kilómetros de vuelta resultan 25 kilómetros cabales con unos 500 metros de desnivel positivo. Entreno no muy duro en cuanto a su dificultad, duración o extensión pero si complejo en cuanto a que quedábamos castigados a repetir la misma serie 10 veces.
Dejamos una botellita de agua en un árbol y comenzamos la sesión, al principio con un poco de pereza por parte de Mercedes, pero fue entrando en faena y de este modo fueron avanzando los minutos cada vez con mejores sensaciones. Hicimos una parada técnicas tras la quinta bajada y reanudamos las series con ánimos renovados, aunque todo hay que decir que la novena se le puso un poco de punta a mi mujer, la décima la hizo muy sobrada, la más rápida, demostrando que tenía cuerda para rato. El regreso fue bastante rápido y sobre todo el último kilómetro y medio donde nos pusimos a correr a 5´el kilómetro
Al final marcamos un tiempo de 2 horas 52 minutos para los mencionados 25 kilómetros, en un entreno de transición en el inicio del tapering de cara a la Doñana Trail del 4 de noviembre. La nota negativa fue que en algunas fases de la sesión el tibial de Merche volvió a hacerse notar.
No hay comentarios :
Publicar un comentario