RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 17 de diciembre de 2016

SÁBADO 17: CASI 21 KILÓMETROS MUY DUROS Y A RITMO PROGRESIVO

Hoy ha quedado patente que estoy lejos, muy lejos, del estado de forma que conseguí a principios de 2013, y que probablemente aquellos tiempos ya no regresarán. Sin lesiones, con continuidad, sin excusas, es ponerme a meter ritmo y noto que pasados los minutos la cosa pesa, pesa bien. Además, hoy el día no era el más propicio para dejarse la piel, teniendo en cuenta que iba a dar dos vueltas al circuito de las escombreras, que tiene aproximadamente 10,50 kilómetros, y que gran parte del mismo lo iba a realizar con un fuerte viento de cara. Arranco ligero, suelto, pero con el viento en la cara y marco el primer kilómetro bastante lento 5´28´´, ¿pero qué demonios pasa?. Ya en el Camino del Peral, la pendiente más benévola, no así el viento que no veas cómo impedía, me permiten marcar un 5´05´´, y es que voy reservando con la idea de ir marcando una media de 5´15´´ en los primeros cinco kilómetros. Se me hacen duros los siguientes 2 kilómetros casi siempre subiendo y siempre penando contra el viento, y sólo cuando giro a la izquierda hacia el norte, el viento me da una tregua a medias, ya que me deja de dar directamente de frente, a esas alturas he marcado en 5´08´´ el tercero y en 5´04´´ el cuarto, y voy ya por debajo de la media prevista; el tramo es mejor y me permiten hacer el quinto en 4´51´´. Cuando giro a la izquierda hacia el pueblo, en el Camino del Alto Peral todo cambia a "superbien", el viento de espaldas y la pendiente ya no es enemiga, así que tengo un poco de disfrute: 4´47´´, 4´49´´, 4´47´´4´43´´y 4´46´´ hasta el kilómetro 10, giro para pasar por la puerta de casa y completar la primera vuelta, ya se ha terminado lo bueno y tocará penar y bien de los siguientes cinco kilómetros. De nuevo el viento y yo luchando por llevar el ritmo, con miedo a mirar mucho al Garmin, sin embargo, pese a la brega y el sufrimiento consigo ir marcando buenos cronos: 4´34´´ el 11º, 4´36´´ el 12º, 4´38´´ el 13º, incluso 4´47´´ el 14 en la parte más dura por la pendiente y el aire. Eso sí, me he quedado vacío. Cuando giro y el viento ya no da tanto consigo volver a realizar un 4´38´´ y ya de vuelta procuro disfrutar pero ya van las piernas muy cargadas, pese a lo que consigo marcar 4´31´´ en el kilómetro 16, y 4´25´´ en el kilómetro 17, y es llegado a ese punto donde decido parar el Garmin y ponerme a descalentar hacia casa. Llevo las piernas totalmente cargadas y me cuesta avanzar, hasta que poco a poco me voy sintiéndome más cómodo, pero ya no voy a aumentar el ritmo.

De esta forma he realizado unos 21 kilómetros, aunque los últimos 4 hayan sido de descalentamiento


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