RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 14 de enero de 2017

JUEVES 12: Y CORRO CON MERCHE AUNQUE ME CUESTA SEGUIRLA

Tocó el jueves probar la pierna a ver qué tal. Antes de cenar iniciamos el circuito de los cerros de la aguzadera, por mi parte cargado de esperanza y por parte de ella sin tensiones, pero le venía bien ir acompañada ya que sola por los caminos y de noche no es lo más recomendable. A los no más de 15 minutos comienzo a sentir como las sensaciones iniciales, que fueron buenas, dejan de serlo tanto, y siento una carga desagradable y un ligero dolorcillo espontáneo que se repite a cada pisada, no me gusta nada, pero al menos no tengo tirantez y puedo correr, son sólo molestias no incapacitantes. Con el paso de los minutos la cosa no va a peor y aprovecho para continuar la sesión lleno de esperanza. El ritmo es quizá en torno a 6´ y siento que Merche se va aburriendo un poco. En la subida de la vía de servicio de la A4 me siento más cómodo y lo hacemos los dos con bastante brio, pero al llegar a la falda del Cerro del Ángel siento que ya ha estado bien para hoy y decido dejar de forzar, así que le digo a Merche que tire para adelante, a pesar de que el único frontal lo lleva ella. Bajo por la parte derecha de la vía de único sentido, de frente, así que es casi imposible que un coche me pille, además hay luna casi llena y se ve bastante bien; en esta tesitura voy comprobando como la estela que deja la luz del frontal de ella se va viendo cada vez más alejada, y recuerdo la situación similar, pero más dolorosa, que se produjo en la Doñana Trail; es inevitable pensar que ella cada vez está mejor y yo, por el contrario, estoy entrando en barrena. En cualquier caso, aflojando el ritmo no voy nada mal, apenas me molesta el isquio y eso para mi es un premio inesperado, impensable unos días antes; soy optimista, probablemente todo ha sido una contractura, un acortamiento del músculo que hay que trabajar, pero pareciera que no hay rotura y esto es vital. Ya en casa hago lo que con buen criterio he venido haciendo estos días: rulo, estiramientos variados centrados en la zona afectada y algo de abdominales. Se me olvidó comentar que Merche tiró hacia el parque y no hacia casa, alargando un poco la sesión, con lo que unos 10 minutos después de mi llegada aparecía ella, bastante optimista, había hecho unos 11 kilómetros frente a los 8,5 míos.


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