RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 23 de marzo de 2017

MIÉRCOLES 22 DE MARZO: LA PRIMAVERA TIENE QUE VENIR A MI

Tiempos raros estos que me tocan vivir. Mi cabeza está repartida en demasiados asuntos y casi ninguno me reporta alegrías, así que cualquier cosa positiva que ocurre, por pequeñita que sea me llena sobremanera. Eso ocurrió ayer, un acontecimiento tonto que me llevó a sentirme bien por un momento...

...si el lunes por la mañana mi idea era descansar toda la semana y rezar para que el domingo pudiera acompañar a mi mujer en el Corretrail de Corral de Calatrava sin morir en el intento (sin que mi pierna sucumbiera en el intento), por la tarde me ví intentando un mini entreno de 6 kilómetros que no me dejó buenas sensaciones, pero en el que tras correr pude hacer diversos ejercicios de fortalecimiento y estiramientos que luego comprobé que me habían sentado bien. El martes descansé y tenía hasta agujetas, pero el ayer miércoles ya era primavera, y había que lograr sentirse en una estación nueva. Salí arropado porque hacía frío y nada más comenzar empezó a llover. No me importó, los isquios iban relajados y apreté un poco el ritmo, siguieron relajados, y apreté un poco más, hasta comprobar que en ese día no iba a sentir molestias de ningún tipo. Fue una sensación rara, casi olvidada. 9 kilómetros y medio bien empleados y completados con ejercicios en casa. A ver si cojo la senda.



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