RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 10 de abril de 2017

MARTES 4: CANSADO Y HUNDIDO

El martes, era el día en el que los músculos se van descargando el efecto "halo" de después de competir el domingo, se difumina dejando a la vista el cansancio. Así me encontré cuando salí a correr, muerto, con las piernas cansadas y sin fuerzas. Tanto es así que no fui capaz de hacer más de 8,7 kilómetros y a Dios gracias. Sin embargo estaba previsto esto, sobre todo si tenemos en cuenta que no tengo cogido el punto de forma necesario para pasar estos trances competitivos.


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