El viernes tampoco quise descansar y había que cerrar la semana, otros 7 días netamente positivos, en los que había conseguido conjugar un buen puñado de kilómetros con alguna sesión de calidad incluyendo un buen doblaje. Ni noticias de molestias de ningún tipo, con buenas sensaciones pese a que ya va costando correr a estas alturas del año debido a las altas temperaturas. Así que me tomé la sesión como un entreno transitorio en el que tras un rodeillo subí el Cerro del Ángel por el camino empinado de su vertiente sur, bajé por la misma pendiente por donde había subido y tras alcanzar el camino asfaltado lo cruce para tirar hacia la Avenida de las Tinajas por donde llegué a casa. Sesión suave, sin más propósito que acumular y regenerar, pero al fin y al cabo otros 8 kilómetros.
De esta forma la semana se terminaba con unos aceptables 85 kilómetros acumulados para mi y 54 para Merche, y todo a poco más de una semana del siguiente reto: La Pencona 2017.
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