RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 19 de junio de 2017

SÁBADO 3: ALDEANUEVA DE LA VERA SUS CEREZAS, ROBLES Y HELECHOS

Ya os he narrado lo que aconteció en la carrera Pencona aquel domingo 4 de junio, pero de manera algo desordenada en el tiempo, ahora toca publicar lo que supuso nuestro viaje "en familia" a tierras extremeñas, justo el día antes...

Fue muy emocionante poder coger el coche los cuatro e irnos sin prisas, con todo el fin de semana para nosotros, hasta tierras cacereñas. En esos dos días no habría que pensar en obligaciones de ningún tipo, tan sólo en disfrutar y, eso sí, en disputar un duro trail. El viaje fue sin incidencias y llegamos a Losar de la Vera, localizado en un precioso valle a los pies de altas sierras colindantes a Sierra de Gredos. Nos dio el tiempo justo para fichar y meternos el comedor del hostal donde pudimos comer, y bastante bien, por cierto.

Tras ello nos echamos algunas fotos en algunos de los setos con todo tipo de formas (animales, personas, cosas, etc) que hacen famoso este municipio y después de posar nos  acercamos a Aldeanueva de la Vera para recoger el dorsal y posar para la ocasión, y se nos ocurrió hacer parte del recorrido del trail a disputar al día siguiente en plan senderista, lo cual a Inés no le pareció muy bien, pero hay que desperezarla cuanto antes. Pronto comprobamos la belleza del entorno que nos íbamos a encontrar en la carrera. No pudimos evitar coger unas cerezas en plan avituallamiento senderista, y es que los frutos, en plena época de recogida, sobresalían de las vallas y apenas había que estirar un poco los brazos desde el camino para cortarlos. Llegamos a un precioso bosque de robles, tratando de animar a Inés que nos costaba un mundo que avanzara, y allí nos echamos algunas magnificas fotos entre helechos,  y en el kilómetro 3 nos dimos media vuelta y deshicimos el camino andado. Un paseo para recordar, desde luego y que me vais a permitir que lo compute como kilometraje de la semana.

Tras esto regresamos a Losar de la Vera y una vez en el pueblo buscamos una de sus famosas piscinas naturales, algo que no nos costó mucho encontrar. Precioso entorno el que hallamos, con abundante y cristalina agua, donde Jorge e Inés disfrutaron como enanos, y Merche y yo no fuimos más allá de introducir los pies en el rio.

Para cenar nos fuimos a un barecillo en el que, como no, estaban echando la Final de la Champions, todo inundado de gente atenta al evento. Cenamos tapas muy ricas y regresamos al hostal para "empiltrarnos" que al día siguiente había que madrugar. Se podía decir que habíamos pasado un magnífico sábado pero que el domingo nos esperaba con el evento que nos estaba esperando. 

Algunas fotos














 Fuente con nueve caños justo donde comienza la ruta de Carlos V. Pasábamos por ahí a la salida y a la llegada.


















Inés rodeada de helechos en nuestra ruta senderista
























Losar de la Vera y sus setos perfectos


























Losar de la Vera y nosotros posando tras un monumento a las cabras montesas




Conejillo tipo seto























Merche muy guapa en Aldenueva de la Vera























Entre cerezos en nuestra ruta senderista























Precioso bosque aunque mi hijo parece dormirse
 























Un cacho de pista por donde subimos en los primeros kilómetros del recorrido de la Pencona
























Ojalá hubiera de eso en Valdepeñas




 

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